Memorias y Caos

Encuentro

Las clases terminaron. Hansey estaba pensando en la manera apropiada para acercarse a Mike. Planeaba todo. Si se iba a presentar con su transformación, debía ser en un momento en el que estuvieran solos. Lo siguió en secreto. Él se despidió de Johnny, que caminó hacia otro rumbo.

—Bien, debo transformarme primero.

Utilizó la joya y volvió a tener esa apariencia de heroína. Estaban atravesando un parque y, cuando Mike caminó cerca del borde del lago, algo lo hizo detenerse en seco. Frente a él, estaba la chica de sus sueños.

—¡No puedo creerlo! —exclamó— ¡Creí que jamás volvería a verte!

—¡Hola! —saludó ella.

—Estoy muy impresionado, eres… eres… asombrosa.

Ella se sonrojó. Estaba feliz.

—Quisiera conocerte más. ¿Quién eres en realidad?

—Eh… ¿realmente no te parezco conocida de algún lado?

—Nunca había visto a alguien como tú.

Mike se acercó a ella, estaba nervioso, pero no podía dejar pasar esta oportunidad.

—¿Puedo…? ¿Puedo besarte?

Hansey estaba sorprendida, era verdad eso del beso. Tampoco podía perder esta oportunidad. Se acercó a él. Estuvieron frente a frente. Era el momento para el beso, cerró los ojos, hasta que…

—¿Qué crees que estás haciendo, niña? —Derek apareció y le lanzó un hechizo a Mike.

Ella se asustó al abrir los ojos y ver esto. Su chico tenía los ojos cerrados y, aunque estuviera de pie, parecía estar durmiendo.

—¿Qué le hiciste? ¿Cómo te atreves? —reclamó.

—Deberías estar buscando las partes de la Joya Misteriosa en lugar de estar perdiendo el tiempo —regañó el gato, levitando a su altura para tenerla cara a cara.

—Ese es el trabajo de Nora. ¡Yo no tengo nada que ver!

—¡Por supuesto que sí! Tienes la Joya Azul. Si quieres que te deje en paz para besuquearte con este tonto, vas a tener que cumplir con esa tarea —advirtió, sacando las garras.

Hansey se hizo hacia atrás, la amenaza era muy fuerte. No se dio cuenta de que estaba al borde del lago. Había una banqueta con una cerca decorativa muy pequeña y al menos 1 metro de distancia para caer al agua desde ahí. Cayó inevitablemente al retroceder. Derek no se movió de su lugar. La chica iba cayendo hasta que alguien la sostuvo entre sus brazos, fue rescatada.

—Creí que sabías levitar.

Era Javier, quien regresó a la banqueta, a donde estaban Mike y Derek. Los dos se miraron por unos segundos, ella reaccionó.

—Oye, ¡suéltame!

Obedeció. La dejó caer al suelo sin consideraciones.

—Es cierto lo que dice Derek, tienes que trabajar en eso también.

Hansey se levantó, sobándose por el golpe.

—Pero yo no sé nada sobre la Joya Misteriosa. No es fácil obtener información, aunque estén los documentos.

—Por eso les estamos pidiendo que lo hagan —dijo Derek, acercándose a Javier.

—Si todo fuera tan fácil, no tendríamos necesidad de esto —dijo el joven—. Ya tendríamos la joya en nuestro poder.

—¿Y si no encuentro nada? ¿Me van a quitar la Joya Azul? Quiero ver que lo intenten.

—Así que eres ruda… —dijo Derek— ¿Sabes?, toda heroína tiene un punto débil. Y nosotros sabemos que es este mocoso.

—Sí. Si no quieres que le pase algo, vas a tener que ayudarnos.

Hansey se dio cuenta de eso. Mike estaba presente y ellos ya lo conocían.

—¡No se atrevan a hacerle daño!

—Mira, nosotros no queremos ser tan malos —Javier se acercó a ella—. Te propongo el mismo trato, si nos das las partes de la Joya Misteriosa, no solo dejaremos en paz a este chico. También te prometemos hacer que Nora no te moleste.

—Nosotros podemos borrar de su mente la Joya Azul, ¿Qué te parece? —añadió Derek.

A la chica le parecía bien esto último.

—Está bien, acepto el trato.

Estrecharon sus manos.

—¡Mucha suerte en tu búsqueda! —dijo Javier, antes de desaparecer con su compañero.

Mike despertó.

—¿Estás bien? —ella se acercó rápidamente.

—Sí… ¿Qué fue lo que pasó? ¿Nos besamos?

—Bueno… no fue eso precisamente.

—Debió ser tan maravilloso que por eso no lo recuerdo.

—Ah… Mike… ¿de verdad no me reconoces?

—Ya te dije que tú eres la única.

—¿Ni siquiera hay alguien en tu escuela que se parezca a mí?

—No hay nadie como tú.

Hansey se desilusionó con esta respuesta. Se fue, levitando…

—¡Espero volver a verte pronto!

«Esto no es justo… no me veo tan diferente…» Iba pensando mientras volaba a casa. Estando transformada, podía hacer uso de sus poderes sin que nadie la identificara, como si fuera una súper heroína. Ahora tenía otra preocupación, investigar sobre las partes de la Joya Misteriosa. «Tengo que encontrarlas antes de que Nora lo haga.»




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