Memorias y Caos

Alerta Silenciosa

Otro día, en la escuela.

—¿No sería más fácil que le preguntáramos a tu mamá todo lo que sabe? —Nora estaba muy impaciente por saber la verdad.

—No quiero hablar con ella de estos temas, por eso le preguntamos a Hansey ayer —respondió Andrea—. Es amiga de su mamá, podría contarle sobre lo que estamos haciendo.

—¿Crees que sí?

—Te lo aseguro. A veces mi madre no piensa en las consecuencias…

En casa, Emilly tomó el teléfono.

—¡Hola! Espero no molestarte…

—Hola, no, no te preocupes, Ellie. ¿Cómo estás?

—¡Muy bien! Parece que estás de buen humor.

—Sí —admitió—. Es que Johann regresó hace unos días de su gira. Está trabajando con la banda, pero es medio tiempo, así que lo he visto más seguido.

—¿De verdad? ¡Qué bueno! ¡Me siento muy feliz por los dos! Salúdalo de mi parte.

—Gracias, Ellie —hizo una pausa—. Quería… quería disculparme por lo del otro día.

—¡No hay ningún problema! No es necesario.

—Es que es raro que Johann me hable de lo mismo…

«Johann también recuerda todo…» Pensó la mujer, esto la dejó más intrigada.

—…pero dijo que al final no era necesario recordarlo. Por nuestro bien. No sé qué haya pasado, pero si fue algo malo, es mejor no saber.

—Ah… bueno, tal vez… tal vez sí sea lo mejor —Ellie no estaba muy convencida.

—Por el momento debemos disfrutar de nuestras vidas. Johann está conmigo y Hansey va bien en la escuela. Me dice que ya tiene una amiga.

—¿En serio? ¡Qué bien!

—Sí, por cierto… ¿tus hijos creen en esas cosas de la magia?

—Ah —era muy repentina la pregunta—. Andy dice que son mentiras, pero… ¡oh, cierto! ¡Quiero contarte algo maravilloso! —recordó.

Emilly escuchó atenta.

—Hansey y Erick están saliendo. Parece que serán novios muy pronto. ¿No es maravilloso?

—¿Qué? —no le parecía esto— ¡No! ¿Por qué tienen que salir? Tu hijo no es el indicado para Hansey.

—¡Oye! ¿Qué quieres decir?

—No te ofendas, Ellie, pero de verdad no es necesario que nuestros hijos salgan. Somos amigas desde la preparatoria, pero yo no quiero que las cosas terminen así.

—Erick es una buena persona, deberías estar agradecida de que alguien como él se fije en Hansey.

—¿Ahora estás ofendiendo a mi hija? —Emilly se indignó— Él debería estar agradecido de salir con la hija de un cantante, al menos Hansey heredará su talento. ¡Tu hijo lo único que heredó fue tu estupidez!

Ellie se quedó boquiabierta. Emilly colgó, terminando la discusión de esta manera. Estaba molesta. Debía hablar con su hija cuanto antes.

Mientras tanto, en el salón de Hansey, estaban por parejas trabajando en la clase de Biología. La chica estaba con Darcy, que prácticamente hacía todo el trabajo. Mike trabajaba con Erick.

—No dejo de pensar en esa ‘chica misteriosa’ —comentó.

Erick reaccionó y recordó que esa ‘chica misteriosa’ era Hansey en realidad. Debía guardar el secreto, pero no podía permitir que alguien más estuviera pensando en ella.

—¿De verdad estás enamorado de esa chica? —preguntó.

—Sí, ya se los he dicho —fue la respuesta.

—Ni siquiera sabes quién es. ¿Sabes quién es?

—No, pero me gustaría saberlo.

—Nunca lo sabrás —dijo Erick, con toda seguridad.

—¿Y por qué dices eso? —Mike comenzó a molestarse.

—Porque no te tomas la molestia de ver quién es. Solo esperas a que se acerque a ti.

—Yo no sé dónde encontrarla. ¿Tú lo sabes?

—Al menos debería recordarte a alguien, su apariencia no es nueva.

—¿De qué rayos hablas?

—Mike, no vas a conquistar a esa ‘chica misteriosa’. Ella… ella…

—¿Qué? Oye, a ti nadie te está molestando con Hansey. Deja que yo me ilusione.

—¿De verdad? —Erick no podía creer que Mike no fuera capaz de reconocer a Hansey bajo ese traje.

—Hablo en serio.

—Yo también hablo en serio. No te ilusiones con ella —remarcó.

Mike se le quedó viendo. Estaba molesto, pero también sorprendido por esa actitud.

—¿También te gusta la ‘chica misteriosa’? ¿Por qué quieres tener a las dos?

Fueron las preguntas para Erick.

—Sí. Así es. Así que no te acerques —amenazó.

Terminó la jornada de clases. Cada uno se despidió de sus amigos para regresar a casa, sin saber que se enfrentarían a algunos problemas. Andrea y Nora estaban revisando las fotos en las que la rubia buscaba una pista sobre la mujer que tendría la otra parte de la Joya Misteriosa.

—Sheila debe aparecer por aquí… quiero ver su apariencia…




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