Ante estas palabras, Hansey se sorprendió mucho. «Yo soy dueña de la Joya Misteriosa.»
—¿Qué? ¡Eso no puede ser! —exclamó.
Brianna rio al ver su reacción.
—Sabía que no me creerías. Nadie lo hace.
—Es que… eso es imposible.
—Así que eres de aquellos que no creen en las investigaciones de Elysia. Ya veo. ¿Sabías que muchos investigadores la apoyan? Creen ciegamente en que la magia existe y son personas muy serias.
—Bueno… no es que no crea, es que…
—No te preocupes, lo entiendo. Me alegra que ya estemos conversando sobre algo. ¡Vamos a tomar un café!
Se dirigieron a la cafetería del edificio. Alan había convertido la estación en un lugar muy elegante desde que tomó el mando. «¡No puede ser! La joya está incompleta, es imposible… ¡pero claro!, está mintiendo. Simplemente no puede ser verdad.» Era lo que Hansey estaba pensando en ese momento. Llegaron a la mesa. Después de ser atendidas, la conversación tomó un rumbo diferente.
—Dime, Hansey, ¿tienes novio?
—Eh… no. Creo que no estoy lista.
—¿En serio? Es que no es cuestión de estar lista, si te gusta alguien, ve y díselo.
—¿Y tú, Brianna?
—No. Hay alguien que me gusta, pero no lo veo tan seguido. Estoy rodeada de tantos ineptos que vienen a ‘impresionarme’ con sus millones. Creen que el dinero de papi es de ellos, ¡qué idiotas! Yo canto y bailo, produzco mi propia música y me gano el dinero bien. Por eso no me gusta que quieran conquistarme de esa forma.
—Ahh, sí. Haces muy bien, Brianna. Mis papás me dicen que no me deje impresionar también.
—Por eso nosotras seremos excelentes amigas. Entonces… ¿hay alguien que te gusta?
Hansey lo pensó demasiado para responder esa pregunta, aún no tenía la confianza suficiente para hablar con ella. Solo negó con la cabeza.
Más tarde. En el Centro de Investigaciones, Andrei retomó la información que Charlie le había dejado aquel día. Tenía que saber dónde podría encontrar esa parte de la Joya Misteriosa y tal vez habría una pista. Estaba en su oficina cuando alguien llegó.
—Si quieres más información, te sugiero contactar a Isaac. Recuerda que él está en el mismo viaje que tu madre —comentó Charlie.
—Es cierto, lo había olvidado.
—No puedo creer que él se interesara más en investigar sobre esas cosas que en la ciencia. Pero… fue su decisión.
—Nosotros tendremos que hacer lo mismo.
—Yo espero que tú lo hagas, no quiero saber nada —dijo, al retirarse.
Esto sonaba bien para Andrei, puesto a que no sería adecuado involucrar a Charlie una vez más. En ese momento, Erick llegó.
—Papá, necesito hablar contigo de algo muy importante.
Escuchó atento, un poco sorprendido de verlo en el lugar.
—Quiero preguntarte algo, ¿alguna vez has estado enamorado?
Ante esto, Andrei lo miró como si le diera la obvia respuesta…
—Ahh. Sí, ya sé que sí —Erick comenzó a reír—. Si no, yo no hubiera nacido, ¿verdad?
Se llevó una mano a la frente, en señal de decepción.
—Bueno, es que… es que estoy enamorado de alguien.
—Te enamoraste de Hansey —recalcó.
—Sí… y no sé qué hacer. ¿Puedes aconsejarme?
—Erick, estoy muy ocupado en estos momentos. Ve a hablar de eso con tu madre.
—Pero… pero, no es lo mismo —dijo, al tomar asiento frente al escritorio—. Es que mi situación es muy rara, porque nosotros ya tuvimos una cita, pero no era una cita de verdad, era como una cita falsa y todavía no sentía nada por ella. Poco a poco pensaba en ella y ahora no sé si decírselo, tengo miedo de que me rechace. Tal vez deba reprimir mis sentimientos hasta estar seguro de que ella me quiere, ¿crees que sea lo correcto?
—Sí, es lo correcto. Ahora ve a casa.
—¡No! Es que esa no es la respuesta que quería… ¿Cómo puede ser correcto?
—Porque fue lo que yo hice. Erick, no debes descuidarte en la escuela, deberías pedirme ayuda para eso y no lo haces. Eres muy joven para pensar en esto. No le des tanta importancia, solo deja que las cosas fluyan.
—Ahh. Mejor le digo lo que siento y termino de una vez con esto. ¡Sí, eso haré! Y después me concentro en la escuela y no habrá problema, ¡sí! Bueno, ya me voy —el joven salió de la oficina.
—Supongo que ya es hora de que aprenda a fracasar.
Al día siguiente, en la escuela. Hansey ya sabía que sus padres se irían de viaje todo el fin de semana. Emilly no estaba tan convencida de dejarla sola, pero Johann la tranquilizó diciéndole que su hija estaría bien, que ella jamás se atrevería a desobedecer las reglas…
—Hola, Mike —se acercó al mencionado.
—Hansey. Disculpa por molestar la vez pasada, sé que Erick puede llegar a ser un poco celoso.
—Ah, sí. No te preocupes por él.
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Editado: 20.12.2024