Memorias y Caos

Ataque

Johnny encontró a varios en línea, a excepción de Katsou, Nora y Erick.

—Mi hermano está actuando muy extraño, es como si no le importara lo que está sucediendo —decía Andrea—. Lo único que le importa es salir y conseguir la Joya Azul. ¿Para qué quiere la joya en estos momentos?

—¿Salir y obtener la Joya Azul? Esa es una grandiosa idea.

—Sí… tal vez es buena idea. Si vamos a salir por las armas, podríamos hacer las dos cosas a la vez.

—Pero… es peligroso que salgan con todos esos monstruos afuera —comentó Ellie, mirando la conversación de la videollamada.

—Hasta el momento, hemos analizado todo a nuestro alrededor —respondió Johnny, a través de la pantalla—. Tenemos un protocolo de seguridad en la casa y, recopilando la información, sabemos que los espíritus y seres oscuros no han atacado a nadie. Hay gente que todavía camina por la calle a estas horas de la noche y no se ha reportado ningún herido. Solo los persiguen, como si se tratara de infundir miedo. Parece que es su único objetivo hasta ahora.

—¿Protocolo de seguridad? ¿En su casa? —preguntaba Andrea, asombrada.

—¿Ustedes no tienen algo así? Ya lo sabía, siempre estoy un paso adelante —intervino Charlie, jactándose de su tecnología avanzada.

—¿Para qué necesitas un protocolo de seguridad en una ciudad tan segura como esta? —preguntaba Andrei, un poco molesto.

—Ya no es tan segura —remarcó su rival.

—Oigan, no empiecen a discutir, ya no van en la preparatoria —pidió Cindy.

—Bien, tenemos que salir sigilosamente —comenzó a planear Johnny—. Reuniremos a todos los que sean posibles, plantearemos como punto de reunión el colegio y sacaremos las armas.

—Y una vez que tengamos las armas, iremos por la Joya Azul. Así, si nos atacan con magia, podremos defendernos.

—¡Así es!

—¡Perfecto! —celebró Andrea.

Se levantó de su asiento y miró a su hermano.

—Iremos y le quitaremos esa joya a Hansey.

—¿Ustedes solos? No van a ir así —dijo Ellie, preocupándose.

—Es mejor que se queden en casa, por si necesitamos algo —dijo Erick, al prepararse.

—¿Qué? Pero… solo son niños… es muy peligroso.

—Ustedes pudieron sobrevivir a esto, dejen que nosotros nos encarguemos ahora.

—En realidad, no hubo una invasión cuando tuvimos nuestros problemas —comentó Andrei—, pero si creen que pueden resolverlo, hagan lo que sea posible.

—¿Vas a dejar que vayan solos?

—Es lo que podemos hacer por el momento.

.

Kristal llegó hasta donde estaba Uriel, que todavía sufría por la herida mortal. Lo menos que podía hacer era estar cerca de él hasta el final. Lloraba desconsoladamente.

—Creí que seríamos eternos… —dijo, usando las últimas energías que le quedaban— ¿Es cierto lo que dijo…? ¿Moriremos a pesar de tener poderes…?

—Nosotros podíamos vivir todo el tiempo que quisiéramos mientras no hubiera alguien que nos atacara. Somos inmunes a los daños del Mundo Real, pero no a los de otros seres mágicos —respondió, después de limpiarse las lágrimas.

—Ya veo…

—No somos inmortales, aunque podamos ser jóvenes en este mundo.

—Al menos… al menos si muero… sabré que no cumplí con sus planes.

La mujer volvió a llorar. No podía soportar la idea de perderlo, de perder al amor de su vida. Era devastador ver que agonizaba frente a ella. Lucy miraba todo desde la ventana del castillo. También sufría. Estando encerrada, como castigo, no podía salir e ir a defender a su padre. Además, sus poderes también se debilitaron al depender de la Joya Misteriosa. Ella no había heredado nada sobre los poderes oscuros, los pocos trucos que aprendió en el pasado solo los utilizó para causar daños en el Mundo Real, luego le fueron arrebatados.

.

Fue difícil, pero llegaron al colegio. En medio de la oscuridad, en el jardín de la entrada, se fueron reuniendo…

—Me parece bien que no haya tenido la necesidad de decirles que nos veríamos aquí —decía Andrea, llegando con Erick—. ¿Solo ustedes?

Los únicos presentes eran Mike y Johnny.

—¿Dónde están Nora, Darcy y Katsou?

—No lo sabemos —respondió Mike—. Oigan, ¿de verdad podemos ganarles a esas criaturas y fantasmas?

—Con las armas, sí, para eso las fabricamos —respondió Johnny.

—Nora dijo que la Joya Azul puede ser utilizada por cualquier persona. Si se la quitamos, incluso nosotros podemos usar su poder —recordó Andrea.

—Es verdad.

—Vamos por las armas y… prepárense para atacar.

—Pero sin Katsou somos indefensos, es el único que sabe pelear —decía Mike.

Los demás jóvenes estaban seguros de sí mismos.

—¿Tienes miedo? Debiste quedarte en casa —le dijo Erick.

—¡No tengo miedo! Solo que nosotros somos personas normales… —dijo remarcando esta palabra— …que no tienen habilidades especiales para enfrentar esto.




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