Recuperación

Javier y Hansey cayeron al suelo, golpeándose solamente, después de esa peligrosa la caída se salvaron de las lesiones más graves. Derek quedó sorprendido, estaba tan distraído. Al golpearse en el suelo, Hansey regresó a su apariencia normal y la Joya Azul se desprendió de ella, rodando lejos. Mike se apresuró a tomarla entre sus manos.

—¡Ya tiene la Joya Azul! ¡Quítasela! —ordenó Derek.

Mike reaccionó al ver que Katsou volvía a obedecerlo. Estaba a punto de ser atacado, así que pidió un deseo.

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La sala del castillo se iluminó por completo. Después de eso, Hansey abrió los ojos lentamente y se enderezó.

—¿Qué pasó? —preguntó al ver a su alrededor.

Javier también se estaba recuperando del golpe. Derek descendió y caminó hacia ellos.

—Perdimos la Joya Azul —anunció.

—¿Qué? ¿Dónde están los demás? —preguntó ella.

Katsou guardó su katana y se acercó también. Estaba muy confundido.

—¿Qué va a pasar después de esto? —preguntó.

—No lo sé.

La chica se levantó, buscaba su joya por todas partes, pero era inútil.

—¡No! ¡No pude perderla de esta forma! Es… ¡es estúpido! ¿Por qué se desprendió de mí?

—Tal vez fue porque recibiste un doble ataque —respondió Javier.

—Sí, te golpearon dos veces.

—No. No creo que sea solo eso —dijo ella—. No puede ser tan fácil. Tú estás transformado —señaló a Javier—. ¿Por qué no te hizo lo mismo? Tienes una identidad secreta, ¿no es así?

—¿Una identidad secreta? Yo no me escondo de nadie, por eso no me llamo ‘Unknown’, incluso puede ser que ‘Javier’ no sea mi verdadero nombre. No soy como tú.

—Es que… no… no debí soltar la joya así… de esta forma tan fácil.

Sheila llegó al lugar.

—¿Dónde están? Dudo mucho que hayan ido a enfrentar a la Reina.

—Desaparecieron y…

—Y se llevaron la Joya Azul —completó Javier.

—¿Qué? Pero… ¿Qué clase de personas eran? ¡Ellos no tienen magia! ¿Cómo pudo pasar?

—Dos de ellos hicieron armas e inventos especiales, es como en esas películas de súper héroes que no tienen súper poderes —respondió Derek.

—¡Qué estupidez! ¡Eso es imposible! ¡Esta es la vida real! La Reina Ámbar nos va a…

En ese momento, la mencionada apareció en las alturas del lugar. Todos se quedaron callados al verla. Estaban temerosos.

—Así que se llevaron el poder de la Joya Azul… ¡Qué inútiles! —lanzó un hechizo y golpeó a Javier directamente— ¡Recuperen ese poder! Si no, yo misma los mataré —desapareció.

Hansey fue a auxiliarlo. Katsou tenía mucho miedo después de ver el ataque, a pesar de las habilidades que poseía, era demasiado para él enfrentarse a alguien así.

—¿Estás bien? —preguntaba ella, llorando, porque también temía y había perdido su preciada joya.

—Sí… solo necesito descansar —respondió Javier, estando consciente—. Este golpe… su magia es muy poderosa…

—Sí —apoyó Sheila—. Por eso no debemos desobedecer sus órdenes.

Derek la miró con preocupación.

—Yo quiero irme de aquí, no estoy preparado para esto… —decía Katsou.

—No te preocupes —se acercó Sheila—. Todo estará bien mientras obedezcamos y estemos de su lado. Eres muy fuerte, te necesitamos.

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Por otro lado. Mientras sucedía el enfrentamiento, Andrei decidió esperar a ver que sucedía. Estaba calmado y encendió un cigarro como lo hacía de vez en cuando.

—Quiero preguntarte algo… —le dijo a Ellie— ¿Todo está bien entre nosotros?

—¿Eh…? —la mujer se había olvidado de su problema con él por la preocupación que tenía en ese momento— Esto era lo que esperabas que pasara… —comenzó a hablar seriamente— Todo este tiempo me tratabas tan bien porque hacías cosas terribles, decías que me amabas y eras tan dulce porque sabías que algún día te descubriría. Para ese día yo no tendría nada qué reclamarte… porque todo el tiempo me tenías bien. Siempre quisiste seguirle la corriente a Zack, lo hiciste… juntos amenazaron gente, le robaron a Emilly y ¡no quiero imaginarme los tratos que hacen con el Alcalde! Todo esto disfrazado de un ‘la ciudad estará segura’. Haciendo cosas malas con una justificación tan… tan… hipócrita.

—En primer lugar… —dijo al acercarse— …estás dudando de mis sentimientos. En segundo lugar, no tuve nada que ver con el robo de esa joya. Acabo de descubrirlo.

—¿Por qué no le dijiste nada a Emilly?

—No tenía caso decírselo.

—Ahora estoy tan decepcionada de ti… creí que eras una buena persona.

—Pero sigues aquí. Creí que te irías de la casa. ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión?

La mujer no contestó, solo bajó la mirada.

—Es muy difícil hacer algo bueno totalmente limpio. Por muy buenas que sean las intenciones siempre habrá quien te obligue a actuar mal. La Organización Criminal de esta ciudad seguirá encargándose de todo, pase lo que pase. Puedo retirarme si es lo que quieres, pero eso no evitará su desarrollo en el futuro. Las bases ya están hechas.