Memorias y Caos

Far Away, So Close

En casa, Ellie estaba desanimada, realmente se sentía culpable como decía Oliver. Tal vez si no hubiera empezado con la investigación, no habrían pasado estas cosas. Miyako lo notó.

—¿Estás bien?

—Oliver tiene razón.

—No, Ellie, no digas eso. Tú no tienes la culpa de nada. Ellos fueron los causantes desde el momento en que desenterraron la Joya Misteriosa. Nosotras no estuvimos ahí para detenerlos, nadie lo estuvo.

La mujer quedó en silencio, con los ojos tristes.

—Por cierto… tienes un bebé —cambió el tema—. ¿Puedo verlo?

—Sí… está en su habitación, durmiendo.

Las mujeres fueron a la habitación.

—¡Qué lindo es! Y pensar que dentro de unos meses tendré al mío —decía Miyako al tocarse el vientre—. Ahora que Katsou es mayor, puedo dedicarle tiempo.

—Gracias. Me da gusto que estés feliz a pesar de la situación —dijo Ellie, siendo muy sincera.

—Encontrarán una solución. Tu bebé se ve tranquilo, Oliver comentó que era muy callado. ¿Está enfermo?

—No, ya lo revisaron y todo está bien. Solo es su forma de ser.

—Es tan reservado como Andrei. Así que será igual a él.

—Espero que no sea exactamente igual —dijo, suspirando.

Miyako la miró, sorprendida al escuchar esto.

.

—Podemos usar el poder de la Joya Azul —todos miraron a Emilly.

—Si la Reina Ámbar es tan poderosa que no la podemos vencer con la magia que poseemos, podríamos usarla para que alguien viaje en el tiempo —explicó Sheila, estando de acuerdo—. Mis poderes oscuros y los poderes de la joya pueden lograr esta hazaña.

—¡Esa es una gran idea! —apoyó Derek, ya liberado de las burbujas.

—Oye, ¿tú eras el gato que nos molestaba al principio? —preguntó Nora, reconociendo su voz.

—¡No soy un gato! Soy un humano.

Comenzaron los murmullos. Había opiniones divididas, algunos pensaban que era una locura, que era imposible que pasara algo así.

—Esto no es una película —decía Oliver.

—Oye, tú querías revertir los deseos como si fuera tan fácil —acusó Esteban.

—Eso era más factible y realista.

—Ya oíste a Emilly, dijo que no se podía.

Zack apartó a los que estaban discutiendo.

—Entonces, lo que tienen que hacer… basándonos en las estúpidas películas de viajes en el tiempo, es viajar al momento en el que robamos la joya.

—¿Debemos viajar? —preguntaba Janice.

—Nosotros no, se supone que debemos evitar encontrarnos con nosotros.

—Es verdad —dijo Johnny—. Aunque se trate de un viaje mágico, debemos tomar precauciones. Una sola decisión puede cambiar completamente nuestro futuro si no se hace otra línea de tiempo.

—Tiene razón.

—¿Quién va a viajar? ¿Los niños? —preguntaba Johann.

Miraron a los que estaban presentes.

—Por mí no hay problema —dijo Andrea.

—¡Yo también voy! ¡Quiero ir! —Erick se unió.

—¿Ustedes? —preguntó Zack, de manera burlona— Van a viajar a una época en la que su padre le tenía miedo a su madre —dijo al reír.

Andrei puso una cara de fastidio. Sus amigos también rieron.

—Como dijo Johnny, tendremos precauciones —aclaró Andrea—. No vamos a ir y decir que somos sus hijos. ¿Crees que soy estúpida?

—Entonces vayan y arreglen esto.

—Creo que deberíamos ir —dijo Johnny, viendo a Mike.

—¿Qué? ¿Nosotros? Creo que con ellos es suficiente.

—Podrían necesitar ayuda y que mejor que vaya alguien que no esté relacionado con ellos —explicó, refiriéndose a la banda de Zack.

—Es buena idea —Mike se convenció rápidamente—. Mis papás no están involucrados.

Hansey miraba a los chicos ponerse de acuerdo. Darcy y Nora no estaban seguras de querer participar, así que guardaban silencio. Katsou estaba de acuerdo con que viajaran Mike y Johnny, para evitar algún encuentro con su futuro padre. Los jóvenes se preparaban. Debían hacer el viaje antes de que la Reina Ámbar se enterara de sus planes. Johann miró a su hija.

—Perdóname por no contarte todo sobre la magia —se acercó—. Estaba tan ocupado con las grabaciones y giras, que no me percaté del momento en el que Emilly dejó de recordar todo. Debimos ser sinceros contigo desde el principio.

—Yo… yo lo entiendo, papá —admitió—. Perdóname por hablarles de esa forma, por no entender… por creer que mi mamá fue mala y que yo debía serlo también.

—Debes aprender a ver en medio de la oscuridad, la vida no es fácil —Johann abrazó a su hija—. Sé que eres muy fuerte.

—Ojalá pudiera ayudar a solucionar esto.

—Puedes viajar con nosotros —Johnny se acercó, siendo comprensivo.




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