Cuidando la Joya

—¿De qué estaban hablando? —preguntó Nora, curiosa, sin tener ni la más mínima sospecha de todo lo que había sucedido.

—De un chico que le gusta a Hansey. Le digo que debería ir y decírselo —respondió Andrea, actuando como si fuera la primera vez que hablaban del tema.

—Sí —apoyó Nora—. ¡Hazlo! Dile que te gusta.

—Mmm… no. ¡No! No estoy lista.

—¿Quién es esa chica que está con él? ¿Es su novia? —preguntaba.

—Es la odiosa Darcy Belton, todo el tiempo está cerca de él.

Andrea hizo cara de querer detener a Hansey, pero fue inevitable.

—¿Qué? ¿Belton?

La joven se dio cuenta de su error.

—Esa tipa… es la hija de la amante de mi papá. ¿Recuerdas, Andy? Lo que te dije aquella vez.

—Sí… supongo que debías enterarte de cualquier forma —decía Andrea, tomando una bebida para disimular las palabras.

Nora trató de ir con ella, pero Hansey la detuvo.

—No creo que sea conveniente arruinar la fiesta de los papás de Katsou.

—Tengo que comprobar mis sospechas.

—¡Pero no aquí!

Mientras las dos estaban discutiendo, Erick llegó a donde estaban.

—Papá quiere hablar con nosotros.

—¿Qué? —se sorprendió al oír a su hermano.

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Estaban afuera de la casa, donde no fueran interrumpidos por nadie.

—He notado que ustedes guardan un secreto. Sus actitudes no son las mismas que tenían ayer. ¿Qué hicieron?

Se miraron, ninguno era capaz de responder.

—¿Saben algo sobre la Joya Misteriosa? —era la pregunta clave.

—Sí, es el tesoro de la ciudad y está enterrada en algún punto —respondió Erick, con confianza.

—Es lo que saben todos y en cuanto a nuestras ‘actitudes’, simplemente estamos madurando. Estamos creciendo, ya no somos niños, somos adolescentes que comienzan a ver el mundo de otra forma —explicaba Andrea.

Su hermano afirmaba con la cabeza.

—¿En serio? —Andrei los miró a ambos, esperando otra respuesta.

—No pudiste darte cuenta —su hija por fin cedió—. ¡Es imposible! Solo los que viajamos en el tiempo sabemos todo lo que pasó.

—¿Sabes del viaje en el tiempo? —preguntaba Erick, asombrado.

—¿Por qué lo sabrías tú, papá?

—Recuerdo haber visto a cuatro adolescentes en el parque antiguo a media noche… —no les iba a explicar todo sobre sus visiones y lo que Emilly le había dicho en el pasado— …entre esos adolescentes estaban ustedes, dos de ellos con la misma apariencia, misma complexión…

—¡Por favor! ¡No es suficiente para decir que éramos nosotros!

—No importa. Sé que fueron ustedes.

Guardaron silencio. Esperaban un regaño por eso…

—Gracias por ayudar —dijo de repente—. Ustedes evitaron el fin de esta ciudad. Quiero que sepan que en el futuro algo así podría repetirse, pasa en cada generación… Espero que estén preparados.

—Lo estamos —respondió Andrea—. Ya hicimos lo más difícil, ¿Qué otra cosa podría pasar?

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Otro día comenzó en la escuela después de la fiesta en casa de Oliver. Hansey logró detener a Nora y evitó el escándalo, sin embargo, tarde o temprano, ese encuentro sucedería. Mientras tanto, las clases comenzaban en los salones del primer grado. En un tiempo en el que el profesor tuvo que salir, algunos conversaban.

—¿Te pasa algo? Has estado muy… extraño —Darcy notó a Mike, se veía desorientado desde el día de la fiesta.

—Es que… no sé cómo decírtelo, pero siento que he perdido la memoria… creo que me golpee la cabeza y no recuerdo nada de los últimos días. Tengo una idea de lo que era antes y a la vez no sé lo que es ahora.

—Ya veo… es normal si te golpeaste la cabeza. Algunas partes de tu cerebro olvidaron cosas a corto plazo, porque se ve que sí te acuerdas de mí y de los demás —Darcy se quedó pensando y se le ocurrió algo muy descabellado—. Entonces… ¿ya olvidaste que me invitaste a salir la semana pasada?

—¿Qué? ¿Eso hice? —Mike se veía tan confundido que era una gran oportunidad para engañarlo.

—Sí, ¡y qué bueno que me comentas esto! Justamente nos íbamos a ver hoy a las 5 de la tarde. Imagínate… si no lo recordabas… yo hubiera ido y jamás habrías llegado.

—Oh… es cierto.

—Podemos cancelar la cita si te sientes mal, tal vez quieras descansar después de clases.

—¡No! ¡Está bien! Gracias por ayudarme a recordar, Darcy. Si no te molesta, me gustaría que me platiques sobre los últimos eventos… cosas que sean relevantes. La verdad necesito que alguien me ayude a saber lo que pasa.

—¡No te preocupes! Has venido con la persona indicada. Te ayudaré en todo lo que quieras —decía ella, con una gran sonrisa.

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Hansey los veía de lejos, aun sin saber lo que decían, estaba tan molesta que fue capaz de partir su lápiz a la mitad. De repente, alguien la llamó a su celular. Tuvo que salir del salón, tenía una llamada muy importante.