Distanciamiento

Mientras las chicas discutían en el pasillo, Johnny llegó a su clase. Estaban repartiendo las calificaciones del primer parcial en ese momento. Erick tomó entre sus manos la hoja y comenzó a sentirse mal, anímicamente.

—Reprobé… no puede ser… ¿Qué le voy a decir a mis papás?

—¿Qué? ¿Reprobaste? —preguntó Katsou.

Johnny se acercó.

—Eso significa que…

Los tres se miraron. Estaban muy desconcertados.

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Andrea estaba sorprendida al escuchar que Hansey ya no estaba en peligro. La menor la miró, le mostró una sonrisa triunfante y se retiró. En lugar de entrar a su clase, Hansey decidió irse a la cafetería de la escuela. Se sentó en una de las mesas solitarias y volvió a recordar el rechazo de Mike. «No importa qué tanto pase… él no está interesado en mí.» Se acomodó como si quisiera dormirse, apoyando su cabeza encima de los brazos. «¿Alguna vez conoceré a alguien que sí me quiera? Que me quiera como soy… y que yo lo quiera, tanto como quise a Mike.» Sus recuerdos volvieron.

«… ¿sabes una cosa? A mí me gusta que seas mala. Realmente me agradas. Quédate con nosotros, te irá mucho mejor. Yo te acepto con todo y tus defectos…» Fue lo que Javier le dijo en aquel momento, cuando le extendió la mano y la abrazó.

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Sheila estaba con sus secuaces, en el escondite donde solían reunirse. Tomó el libro mágico…

—Creo que deben hacer una vida normal —anunció.

—¿Una vida normal? —preguntaron, mirándose— Pero… la Reina Ámbar nos buscará de nuevo.

—Solo a mí. Ustedes pueden regresar y ser normales.

—¿Qué estás diciendo? —reclamó Derek— ¡Yo no te voy a dejar sola!

—Sheila… ¿nos vas a dejar? —preguntó Javier.

—No quiero que la Reina los mate si algo llega a pasar en el futuro.

—Pero debemos estar los tres —dijo Derek— ¡No te voy a dejar!

—¡Yo tampoco!

—Puedo quitarles sus poderes y regresarlos a lo que eran. Javier, antes de ser Unknown, ¿Quién eras? Solo te conocí y nunca supe de tu pasado.

—Yo no tengo recuerdos. Ni siquiera sé si mi nombre es verdadero. Sheila, no quiero dejarte, si debemos enfrentar a la Reina, lo haremos los tres.

—¡Exacto! —añadió Derek— En la visión estábamos los tres. Si caemos, será de esa forma.

—Hemos pasado por cosas peores. Morir es nada.

La mujer suspiró. Era imposible hacer que ellos se salvaran. Cuando obtuvo sus poderes oscuros fue capaz de hacerlos mágicos y ahora era sumamente difícil hacer que renunciaran.

—Entonces… —dijo, después de una pausa— …lo único que nos queda por hacer es perfeccionar nuestra magia. El Hechicero Uriel ha estado haciéndolo durante todos estos años, tal vez él sepa que es lo que pasará. Lo imitaremos.

Derek y Javier asintieron.

—Nos iremos del Mundo Real para poder practicar sin llamar la atención. Antes, quisiera hablar con la heredera de la Joya Azul.

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Terminaron las clases de ese día. Hansey solo había faltado a la primera, luego, pudo entrar a las demás. Era difícil concentrarse después de lo que habló con Mike y del encuentro que tuvo con Andrea. Caminó rumbo a casa como solía hacerlo, esta vez sin la compañía de alguien. Era el momento oportuno para encontrarse una vez más con Sheila y los demás. Se sorprendió al verlos de nuevo.

—Ahora… ¿Qué quieren? —preguntó, cansada del pésimo día.

—Quiero hablar contigo. Nos iremos del Mundo Real —Sheila fue directa—. Practicaremos con nuestros poderes oscuros. Habrá un enfrentamiento en el futuro, espero que tú también te prepares.

—¿Por qué no resolvemos esto de una vez? —preguntó, sin saber nada, imaginando una revancha de parte de ellos.

—¿No fuiste capaz de ver a través del viaje en el tiempo? —cuestionó Javier.

—¿Qué? —al mirarlo, recordó lo que él le dijo en la otra realidad.

—Algo va a pasar en el futuro, no te confíes —respondió Derek—. Tal vez volvamos a atacarte.

—Pero, ¿Por qué esperar? —Hansey estaba muy confundida.

—Lo entenderás a su tiempo —respondió Sheila, sin dar detalles—. Puede que tú no debas saber nada ahora. Bien, es hora de irnos.

Estaban a punto de hacer el hechizo de desaparición cuando…

—¡Esperen! —pidió la joven— ¿Puedo hablar con Javier en privado?

Se sorprendieron ante esta pregunta, pero el mencionado accedió sin decir nada. Sheila y Derek se fueron sin tener que preguntar la razón.

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—¿De qué quieres hablar? —preguntó al acercarse.

Ella lo miró. No sabía si era lo correcto, pero tenía que hacerlo. Se veía tan misterioso con ese traje de Unknown. El traje negro y el sombrero que cubría su verdadera identidad. A simple vista solo se podía calcular su edad, era joven y delgado.

—Es que… yo… quisiera saber si alguna vez… —la chica debía empezar, pero era complicado.