La niebla de la contaminación me sigue irritando la nariz a pesar de que ya me he puesto pomada anti smog cinco veces, definitivamente hoy no es mi día, bueno, casi siempre el calendario parece estar en mi contra, sé que suena a queja y odio admitir que lo es, pero estar con vida en esta mugrosa parte de la ciudad hace que la felicidad quiera esfumarse como un prisionero.
Trato de hallar algo de alimento de entre los contenedores de basura rascando hasta el fondo con la esperanza de encontrar alimento en buen estado aunque por ahora solo he encontrado puro desperdicio.
Mi cara se ilumina cuando con la yema de los dedos logro sentir la suavidad de un pan dentro de un plástico, a tientas busco de donde aferrar mis dedos y jalo con fuerza, me mancho de no sé que pero feliz de tener mi recompensa. Es una bolsa con muchos bollos –espero sin caducar, pero con esta hambre realmente no me importa mucho, no he comido nada en tres días- abro la bolsa y lo primero que percibo es el aroma fétido de pan pasado ¡mierda! Ya no está bueno y yo muriéndome de hambre.
Intento buscar en el último contenedor pero el pitido de una sirena me hace voltear a la esquina. Entre la niebla nociva logro observar a una patrulla terrestre –Estamos tan jodidos que es la única parte de la ciudad con estos vehículos tan obsoletos- la patrulla da vuelta y se detiene hasta donde estoy- y yo sin estar arreglado para la ocasión.
-buenas tardes ciudadano ¿se le perdió algo?- me pregunta aquel hombre moreno con un uniforme entallado, parece más un stripper que un policía real- ¿te ayudo en algo?
Trueno la boca antes de contestar pero en verdad odio que se quieran hacer los buenos cuando solamente buscan cualquier razón para castigarte.
.perdí un condón usado ¿me quiere ayudar a buscarlo?- trato de contener la risa lo mas que puedo al ver su cara molesta.
-¿no cree que ya esta demasiado grande como para estar con esas bromas? ¿es un niño? Trate de ser amable pero no me deja otra opción que llevarlo.
-¿y si mejor me deja de joder? Quiero decir, debe haber cosas más importantes que hacer que arrestar a un vagabundo.
Y lo era, no solo la ciudad si no todo el país actualmente vivía una crisis por la incontable cantidad de dinero desperdiciada tras el desecho de todos los robots y androides que sobraban después de la guerra de hace doce años, una guerra en donde el país estuvo a punto de ser borrado del mapa por la brutal falla en la Inteligencia Artificial que los controlaba. Carajos ¡fue jodido! Se me crispa la piel tan solo recordarlo, se me hace un hueco en el estómago, en el corazón de recordar lo que le quito a todos. Lo que me quito a mí. Por suerte esos mal nacidos de lata han sido destruidos, al igual que las corporaciones que los fabricaban ¡que se pudran!
-no es la primera vez que hacemos esto Jared, se que la situación es una mierda, pero, no deberías desperdiciar tu vida asi y menos aquí, sigo esperando el momento en que digas que sí al trabajo que te ofrecí en “Crossmind”.
-¿y volver a desperdiciar mi tiempo? No gracias.
No volvería a ese lugar insoportable donde te explotan por ser un jodido marginado, por mi que se pudran en su rutina.
Por mí que se pudra el mundo.
De su espalda saco dos aros negros que se convirtieron en esposas laser cuando se engancharon a mis muñecas. Estoy tan hambriento que no me dan ganas de resistirme y pensándolo bien puede que en la estación me den algo de comer. Mi pansa vuelve a rugir cuando me encuentro dentro de la patrulla.
El oficial arranca, pone música clásica, unas canciones de la década de los veintitrés y avanza. Atraves de la ventana pasan lentamente las casas improvisadas de personas similares a mi situación si no que peor, hechas de los desechos sobrantes de lo que había antes ¿Ya les dije que ellos solo buscan joder? Pues si quitarte tu pequeña choza sin motivo aparente no es joder entonces no sé qué lo sea.
De a poco las casitas se van acompañando por edificios en ruinas y abandonados, son las cicatrices de la “Guerra de la inteligencia”, y pensar que era de las zonas más ricas ¿Dónde quedo esa comodidad? Se me hace hunde el corazón cuando paso por el vecindario donde estaba mi departamento. Donde estaba mi familia. Verlo siempre me duele ¿Qué paso con mi familia? Esa historia me la quiero reservar para otra ocasión.
No es tan sencilla de contar.
2
La luz es cegadora y me invade los ojos tanto que siento que mis pupilas se van a derretir, el enorme impacto nos manda a volar con todo y patrulla metros atrás, solo siento girar con rudeza todo lo que mi cuerpo lleva dentro. Trato de aferrarme al asiento deseando que el cinturón siga cumpliendo su función como hasta ahora, mientras crujir puedo escuchar el crujir del metal y la voz del sistema de seguridad del auto diciendo “el protocolo de seguridad ha sido activado” lo cual me comienza a desesperar, me percato de la enorme cantidad de polvo a nuestro alrededor haciéndose cada vez más gruesa, de pronto un enorme estrepito rompe quien sabe cuántos huesos dentro de mi ¡maldita chatarra! Ni siquiera sirve para salvaguardar la vida, me privo del dolor, tanto que no puedo gritar, más que eso, no puedo ni respirar, me quedo inmóvil con el suelo como techo.