Estaba muy aburrida en la clase de Miss Graham, tan solo pensar en su apellido me hacía recordar que aún tenía un poco de dolor en mi tobillo, pues al parecer me lo había torcido el día anterior en mi aventura por su pueblo. Aun no sabía cómo había sobrevivido, según Hailyn me encontró tirada muy cerca de su casa después de que unas pequeñas criaturas color azul la guiaron hasta mí, yo las identifique gracias a un libro que leí de la biblioteca como Fuegos Fatuos, estos se encargaban de guiar tu camino donde tuvieras que ir.
En cuanto me encontró tirada en medio del bosque, pudo revivirme pues había usado el mismo encantamiento que le enseñe en nuestra última misión, sin embargo, estaba tan afectada que tarde demasiado recuperarme, para que ella pudiera llevarme junto con Miles a su casa pues necesitaba recostarme. Fue una lástima descubrir que ese encantamiento no curara los esguinces, ni quitara los moretones y golpes, pues al parecer solo ayudaba a recuperar la fuerza vitar, porque el dolor aún seguía presente.
Le habíamos dicho a su mama que me había caído por sus escaleras y me había torcido el pie, esa excusa pareció ser lo suficientemente convincente para explicar los moretones y el dolor de cintura también. Inmediatamente se comunicó con mi tía Anna, así que ella ya estaba enterada también, solo esperaba que no me regañara cuando volviera a la casa, aunque no lo creía, pues ella conocía muy bien lo torpe que era.
—Después de que nadie de ustedes pudiera realizar el encantamiento de confusión mental, quisiera hacerles una pregunta ¿alguno de ustedes es de Graham? —pase saliva al escuchar nombrar ese encantamiento, pues me acorde de aquel pobre policía. Ante su pregunta solo cinco compañeros levantaron la mano—. Supongo que aún no se corre la noticia, pero el día de ayer alguien irrumpió en Graham y utilizo un encantamiento muy poderoso, el cual sería interesante que aprendieran —yo y Hailyn nos miramos con complicidad al escuchar eso—. ¿Alguien sabe cómo se llama el encantamiento de las neblinas?
—<<GORGOUS>> —no me di cuenta que había respondido como si Fier me estuviera preguntando, hasta que recibí un codazo por parte de Hailyn que me hizo reaccionar.
—Señorita Moonlight, veo que ha estado estudiando —dijo, con un tono que no supe descifrar, pero parecía estar sorprendida—. Aunque me pregunto ¿por qué buscarías encantamientos tan específicos?
Su mirada me ponía nerviosa, sin embargo, no podía ponerme en evidencia.
—Tengo mucho tiempo para leer, además soy demasiado curiosa —respondí de la manera más tranquila posible.
—He escuchado ciertos rumores —recorrió su silla y se levantó para comenzar caminar hacia nuestros asientos—. ¿Es cierto que usted es amiga del fantasma de la biblioteca?
—Sí, es cierto —mi voz sonó muy natural a pesar de que la manera en que se acercaba me había recordar a la encapuchada, logre visualizar como Hailyn empezó a recorrerse al verla cada vez más cerca.
—No sé porque todos le tienen miedo, si al final es un simple ser que ya… murió —lo dijo de una forma tan despectiva que me hizo enfurecer, esa mujer odiaba a medio mundo.
—Supongo que debe ser por la misma razón por la cual ni siquiera los profesores entran ahí —me dejé llevar por la rabia que sentía y no me di cuenta que le estaba contestando a Miss Graham frente a todos.
—Interesante —se rio de lado y me miro con cierta suspicacia, en ese momento sonó la campana y ella se giró dándome la espalda para volver a su escritorio—. La clase ha acabado pueden irse, pero no olviden investiguen todo sobre el encantamiento <<GORGOUS>>, porque en la siguiente clase lo practicaremos. Búsquenlo en libros, Wickedpedia o en todo caso pregúntenle a la señorita Moonlight.
— ¡Si, miss Graham! —exclamamos todos al unísono, levantándonos de nuestro asiento mientras ella cruzaba la puerta con sus cosas levitando detrás suyo.
Una vez que salió completamente del salón me dejé caer en mi asiento y no pude evitar recostar mi cabeza sobre la mesa. No había dormido mucho en toda la noche así que tenía mucho sueño, en esos momentos estaba agotada física y mentalmente.
—Kath, ¿estás bien? —pregunto Hailyn, con algo de preocupación mientras me daba palmaditas en la espalda.
—Si Hailyn, pero no me golpees la espalda, por favor —no pude evitar reír al decirlo, me sentía fatal pero era gracioso.
—Lo siento mucho, no me acordaba —se rio nerviosamente, al mismo tiempo que yo volvía a recuperar la compostura.
—Que hayas sobrevivido ayer no significa que puedes estar tentando al destino todo el tiempo —escuche que me reclamo Miles, al mismo tiempo que se sentaba en el asiento de enfrente, no comprendía a que se refería y al parecer él lo noto en mi rostro pues procedió a explicar—. El hecho de que no hayas agachado la mirada ante Miss Graham y hubieras tenido el valor de contestarle, pudo haber sido tu sentencia.
—Cierto, ¿¡enloqueciste acaso!? —reprocho Hailyn, pegándome un zape.
—No creo que sea para tanto, pero, enserio me enojo demasiado el hecho de que le dijera así a Liarder —explique mientras me ponía de pie y colgaba la mochila sobre mi hombro, puesto que tenía mucha hambre ya—. Ya no quiero existir.
Me quejé en un lamento, cuando di el primer paso y sentí el dolor recorriendo cada parte de mi cuerpo.
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Editado: 04.01.2025