Mensajero Nocturno®

Epílogo.

Años después, Beacon Hills.
 


 


Corriendo por el bosque en mi forma felina a una velocidad reducida con el pequeño cachorro pantera que me seguía desde atrás y escuchando sus risas divertidas en mi cabeza me hacía tan feliz, me detuve para atrapar a mi cachorro por el cuello con la boca evitando hacerle daño y caminé acortando la poca distancia que nos separaba de su madre quien estaba de brazos cruzados esperándonos molesto afuera de la casa que mandé a construir en medio del bosque en el pueblo en el que crecí gran parte de mi vida.
 


 

Con cuidado solté a nuestro cachorro quien no tardó en juguetear con las agujetas de los tenis de mi amado esposo, ajeno a la molestia de mi querido Liam.
 


 

- ¿Cuantas veces debo decirte que no te lleves a mi hijo a correr sin siquiera decirme haciéndome preocupar mucho? - reclamó  al mismo tiempo que alzaba al cachorro mientras este emitía gruñidos para al final comenzar a lamer las mejillas de su papá cuando este lo acercó a su cara.
 


 

Volviendo a tomar mi forma humana apareciendo desnudo ante mi esposo, di un paso adelante para darle un casto beso en los labios para bajarle un poco el enojo.
 


 

- Esta vez no a sido mi culpa, nuestro pequeño Austin se escapó en su forma felina por el bosque cuando intenté ponerle la ropa - me excuse, pues eso era la verdad.
 


 

Yo acababa de bañar al pequeño travieso mientras Liam preparaba el almuerzo, entré al armario de la habitación de nuestro hijo de tres año quien ya era capaz de transformarse en su forma felina a sus dos años de edad a pesar de haber nacido en su forma lobo, así es, nuestro Austin resultó ser un híbrido y la verdad su llegada a nuestras vida fue una completa sorpresa, aún así lo amamos con todo nuestro ser. Bueno, lo que decía, yo estaba buscando que atuendo ponerle mientras el cachorro esperaba en su cuna, pero dios sabrá como salió de este pues cuando volví con las prendas en manos el pequeño travieso ya no estaba en la cuna, siguiendo su olor bajé hacia la primera planta de la casa de madera e inmediatamente di vuelta hacia el pasillo de la derecha que llevaba a la parte trasera de nuestro hogar, encontrándome la puerta abierta inmediatamente salí y seguí el olor de Austin hacia el bosque y bueno, así es como ahora termino siendo regañado por mi bellos esposo. 
 


 

Ambos llevamos de casados ya seis años, nos comprometimos dos años después de que Frank Brown desapareció de nuestras vidas, en estos años e sido sumamente feliz al lado de mi familia y mi esposo, ahora nuestro hijo es quien llena de alegría a todos. Y cada vez que dejo a cargo al pequeño con sus tíos estos siempre terminan con algún percance a causa de nuestro cachorro.
 


 

Lo que más me divirtió fue que cuando dejamos a Austin al cuidado de sus abuelos Noah y Peter hace tres meses atrás, encontramos al último mencionado con el cabello que el hombre había cuidado por estos años, todo cortado de manera desigual. El hombre lloriqueo por semanas a causa de eso mientras que mi papá solo se reía divertido por la situación. 
 


 

- Como sea, no vuelvan a hacer algo así, juro que casi me da un infarto cuando los llamé y no me contestaron, al menos pude percibir sus olores que se perdía por el bosque - dijo Liam abrazando a nuestro cachorro contra su pecho.
 


 

- Dile eso a Austin que a mi ni caso me hace - acaricie la cabeza peluda del pequeño - vuelve a tu forma humana bebé - le ordené al travieso mostrando mis ojos verdes para que hiciese lo que le dije, en menos de dos minutos este se transformó en los brazos de su papá mostrando su desnudez igualmente. 
 


 

- Mi amor, ¿Por qué huiste de tu padre? - le preguntó de manera cariñosa a nuestro hijo, Austin miró a su papá mostrando un puchero antes de hablar.
 


 

- No ropa - dijo.
 


 

Realmente a nuestro pequeño le gustaba andar sin ropa, si fuera por él saldría a la calle desnudo, Deaton nos dijo que es por la naturaleza de nuestro bebé, siendo un híbrido prefiere estar en su forma animal, ya sea en su forma lobo o en su forma pantera o desnudo en su estado humano.
 


 

- Tienes que ponerte ropa bebé, recuerda que hoy vienen tus abuelos a pasar el fin de semana con nosotros - acotó mi esposo picando una de las mejillas de Austin - ¿O acaso no quieres ver a tus abuelos?.
 


 

- Shi, abuelos shi - exclamó emocionado.
 


 

Hace un año que decidí traer a mi pequeña familia de vuelta a Beacon Hills, en los años pasados solo veníamos de visita en la casa de mi padre Noah y su esposo Peter, pues terminaron casándose meses después de contraer nupcias Liam y yo, aunque ellos no fueron los únicos, mi padre Dylan y Derek también se casaron, así es, ellos dos están en una relación cosa que al principio me sorprendió pero luego mi padre me explicó que cuando vio por primera vez a Derek simplemente no pudo sacarlo de su mente, lo mismo pasó con el otro hombre por lo que al final decidieron intentarlo, sinceramente me alegro enormemente por ellos dos.
 


 

Cuando me vine para acá dejé a mi padre a cargo de la empresa en Londres, quería tomarme un descanso y pasar tiempo con mi pequeña familia, igualmente el viejo Wu se quedó en Londres para ayudar a mi padre, al final me jubile a mi puesto de mensajero y ahora Raquel es quien asumió ese cargo aunque hay veces en las que la ayudo un poco, bueno, por ahora no ya que me encuentro lejos.
 


 

En todos estos años no he tenido el honor de conocer a la señora en persona pero igualmente me sigue molestando y alegando que mi hijo es más guapo que yo, ¡Pero como se atreve esa mujer! Aunque bueno, en ese sentido si es cierto, Austin heredó los ojos azules de su papá al igual que su cabello rubio, de mi parte solo heredó mi personalidad hiperactiva ya que tiene la misma apariencia de mi amado esposo, una copia exacta de él debo decir. No me quejo, mi Liam es hermoso y mi hijo también. 
 




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