Mensajes a la Nerd

CAPITULO 8

  Rosalie

-Yo...- no sé qué decirle, me está viendo con súplica y no sé qué me está pasando- No sé si aceptar o no- termino diciendo y apartando la mirada de Marcus, no quiero ver esa expresión en su rostro, me oprime el pecho.

-Yo sé que debes hacer- dice mi madre, ¿alguna vez les mencioné que ella puede llegar a ser una perra manipuladora? ¿no, nunca?, bueno, pues ahora lo saben y les aseguro que cuando abra la boca, se me olvida quien es- Tu, hija mía, tienes que aceptar casarte- su sonrisa era la señal, tenía que romper su cara o enviarla al hospital, una de dos ya que era la única que no había probado mi fuerza brutal.

Me iba a lanzar sobre ella, pero no pude ya que Marcus se interpuso entre mi madre y yo, ver sus ojos con ¿miedo?, ver esos hermosos ojos así me regresaron a él, no quiero ver esa expresión en su rostro, no quiero que el sufra, solo el pensamiento de ello me pone mal.

-Madre, no la presiones- ahora la que hablo fue Eiliasor, y se lo agradezco.

-Hija- me llama mi padre, yo lo miro y en su rostro veo tristeza y dolor, él no quiere que me valla otra vez, permanecimos varios años alejados y no quiere pasar por lo mismo, soy la única de sus hijos que lo entiende y sabe que si me caso con ese chico él no me volverá a ver, ya que me tendré que mudar del país- Has lo que tu creas conveniente, lo que te dicte tu corazón.

Mi padre puede ser todo el ogro que los demás quieran, pero es un ogro sabio. Miro a mi padre, a mi hermano, a mi madre, a mi hermana y por último, al hombre que está frente a mí, a Marcus, vuelvo a mirar a mi vida, mi hermano, a él no lo puedo dejar por otro chico, yo lo amo más que a nada en este mundo. Sonrió para mí misma y levantó la cabeza.

-Está bien, lo haré- ni idea de lo que le pasó a Marcus, él sólo se fue y parecia que enojado- Ok, eso fue raro. Pero bueno, ya decidí y no me voy a casar, es estúpido sólo porque tú lo quieras, madre.

-Rosalie, sólo quiero lo mejor para ti...

- Y tú piensas que lo mejor para mi es que haga mi vida al lado de alguien a quien no quiero- ella sólo me mira con enojó, no sabe cómo soy con mi temperamento- Madre, tuviste suerte de que Marcus estuviera presente, porque ni mi padre te hubiera salvado del hospital.

Mi madre me ve consternada, con los ojos que parece que se le saldrán de sus órbitas, y mi sonrisa es más grande que la del gato del país de las maravillas, abecés me gusta crear miedo en las personas que no quiero cerca de mi.

-Rosalie, soy tu madre, no me amenaces.

-Y yo su padre, el único que tiene y tendrá, y créeme que cuando dice que ni yo la controlo, no es broma- por eso amo a papá, no puedo desear mejor padre que el- Katherine ella no es una niña, lo sé, pero es MI bebé, y no voy a dejar que elijas su vida como te plazca, no de nuevo, no como lo haz hecho con nuestra hija menor.

-Y yo me quedo aquí con mi papá y mis hermanos- dice una sonriente Lía, sí, así le décimos- Yo no me voy a vivir contigo y tu esposo, mamá.

-Lía, hija, quedamos con que estarás unos días aquí y luego vuelves a Londres- dijo mi madre algo irritada, si, ella ama tener el control de todo, pero siempre se le dificulta, mas cuando se trata de mi, es a la única que no puede controlar... aunque ya intento una vez.

- No mamá, yo no quiero volver, quiero estar con mi familia- dice Lía con sus hermosos ojos aguados, yo voy con ella y mi hermano viene a mi lado, es verdad, ella es la menor, aunque sea a mí a quien consideren la más pequeña, pero ella es la más sensible de los tres.

Yo me lleve a mi hermana a mi habitación y la recosté en mi cama, le hice señas a Jake para que también lo hiciera y se recostó al otro lado de la cama, así podríamos abrazar a Lía, ella y mi hermano son todo para mí, al igual que papá, no los quiero perder por nada del mundo. Con ese pensamiento caigo en los brazos de Morpheo sin darme cuenta.

Al despertar revise mi celular y ver si tenía algún mensaje del idiota de Marcus, lo extraño es que no tenía ninguna y eso me preocupo, no se el motivo por el que se fue de la casa, solo sé que me preocupo porque podría haberle pasado algo a su padre o a su hermana... la verdad es que no entiendo a los hombres de este país, deje de entenderlos desde que me mude a Rusia, se suponía que tenía que olvidar muchas cosas de mi pasado... menos algunas que ocurrieron.

Mire a mi alrededor para ver a mis hermanos aun dormidos, parecen bebes, me alegra saber que mi hermana volvió de Londres para estar conmigo, me alegra saber que volvió después de mi etapa de depresión, sé que ella también hubiera ido al hospital por mi culpa, mi padre y mi hermano son lo suficientemente fuertes como para soportar mis golpes, pero ni ella ni nuestra otra hermana menor lo hubieran podido soportar, eso me mataría de culpa, además de que ellas no harian nada para sacarme de mis casillas.

Mientras pensaba en todo de lo que mis hermanas se han salvado por mi comportamiento, recibo una llamada de un número desconocido, ruedo los ojos al saber quién es y para qué es...



#3785 en Novela romántica
#281 en Detective
#49 en Novela policíaca

En el texto hay: asesinos, amor, playboy

Editado: 13.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.