Mensajes a la Nerd

CAPITULO 11

  Rosalie

Estaba caminando por los pasillos de la Universidad, no sé en qué momento se me ocurrió venir hoy, tenía que hacer un proyecto para mejorar algunas cosas, ¿para qué? Pues mi padre desea que tengamos más tecnología de la que ya tenemos en la uni, deseaba que tuviéramos mas acceso a demás programas e información sobre cualquier carrera.

Y para mi colmo, me toca hacer el trabajo SOLA, ya que el inepto de mi hermano no me va a ayudar porque tiene una cita con la perra de su "novia" si Tatiana era una zorra, esa era peor, esa se acostó con toda la Universidad, y no exagero, esa tipa se ha acostado hasta con el conserje, si no me creen se lo pueden preguntar a los demás estudiantes.

Por lo distraída que estaba no me fije que alguien venía delante de mí y choque con ese alguien que me hizo caer de culo al suelo.

-Idiota, fíjate por donde caminas- le grite enojada, no había visto quien era.

-Hola, enana- de inmediato subí la cabeza y vi al chico con el que choque, era Marcus, mi corazón se aceleró y no entiendo el maldito motivo de querer pedirle perdón- ¿Cómo has estado?

-...

No pude responder porque el maldito timbre sonó y tuve que ir al salón de márquetin para trabajar en la oficina de la profesora, esa mujer solo lame el suelo por donde pisa mi padre porque según ella el es su jefe, no yo... en este lugar hay mucha gente que dice que no es bueno que las mujeres nos encarguemos de un trabajo como administrar alguna empresa o un negocio en general, pero hay gente que si cree en el potencial de las mujeres o cualquiera de sus alumnos en general.

Al  llegar al salon voy con la maestra y ella me deja entrar a su oficina, la cual esta justo en al lado del salon de clases, diciendo que cualquier cosa se la haga saber, si claro, como si ella fuera a dejar a los alumnos solos para ayudarme a mi, esa ni ella se la cree, ella se encargará de que mi trabajo sea perfecto, sólo me va a supervisar, según lo que mi padre había dicho.

Todo el maldito día trabajando en ese proyecto y ya estoy cansada, ya lo corregí como quince veces, no exagero, me duele el cuello, la muñeca y tengo sueño, creo que me quedaré un poco más tarde. Me he estresado durante todo el dia solo porque la maldita profesora me estaba supervisando, según ella, y me estaba diciendo como tenia que hacerlo... mas bien explicando o intentando explicarme, que bueno que nunca tome esta clase.

Escucho la puerta abrirse y continuó con mi trabajo, la verdad es que no quiero volver a casa, mi padre fue el que me pidió que no lo hiciera hasta que no esté completo el trabajo, idea que me parece absurda, pero lo respeto, el es mi padre, el sabe lo que hace y yo tengo que hacerle caso en lo que sea que el diga... sin importar que, total, para eso estoy hecha, para recibir y para dar ordenes.

-Te está quedando bien- esa voz ronca, Dios, creí que se había ido a casa.

- ¿Qué haces aquí, Marcus? - le dije bostezando, estoy cansada- Deberías estar en casa, no aquí- dije para verlo a la cara, se ve tan lindo, el sueño me esta matando.

-Fui a tu casa, entre a tu cuarto y no estabas, le pregunté a tu hermano y me dijo que estabas aquí- dijo para después acariciar mi cara con sus grandes y masculinas manos, por instinto cerré los ojos y disfrute de sus caricias- Creo que ya es hora de que vuelvas a casa, no es justo que el idiota de tu hermano no haga nada y te lo dejé todo a ti sola- abrí mis ojos y lo vi directamente a los ojos, como amo sus ojos, su cara, sus labios, cada facción de su cara.

-Marcus, no puedo regresar sin terminar esto- le digo señalando el dibujo, él lo ve y frunce el ceño- Espera, ¿entraste a mi cuarto?

-Solo te queda hacer esto, y esto, y ya está- no sé cómo diablos lo hizo, trate de mil formas de que me quedara justo así pero el en sólo segundos lo termino, y no sabe lo agradecida que estoy- Si, quería hablar contigo sobre algo importante.

-Valla, es increíble, yo trate de que me quedara justo así y no me salía, gracias Marcus, pero no tenías el por qué hacer esto- le digo viéndolo una vez más a sus hermosos ojos.

-Por ti haría cualquier cosa, Rose- al decir eso, mi corazón comenzó a latir precipitadamente- Ahora ven, vamos a tu casa, que de seguro habías venido con tu hermano.

-Si, pero no quiero regresar a casa, mejor llévame a mi departamento- sí, perras, lo que oyeron, tengo un departamento sólo para mí, ¿no les había dicho que mi madre me apoya en todo?, pues ahora saben a lo que me refiero, ella me compro un departamento- Creo que omití decirte que tengo un departamento. Pero, por favor, que nadie se entere.

- No le voy a decir a nadie, sí... - no terminó, el maldito sabe que odio eso.

- ¿Sí? - le digo para que continúe.

-Duermo contigo, en la misma cama, tu y yo, está noche- no pude evitar reír, en serio que me mata, yo nunca dormí con nadie que no fuera mi hermano, a excepción de una persona, pero después de eso ya no, y sí, soy virgen, a mis 21 años, sigo siendo virgen.

-Está bien, sólo porque te conozco y sé que se lo puedes decir a mi hermano- lo acusó apuntándolo con el dedo- Ya vamos, que estoy casada.



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En el texto hay: asesinos, amor, playboy

Editado: 13.11.2020

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