Rosalie
Cuando salí de la consulta no me espere está visita, sólo quería que no fuera real, que no estuviera aquí, oh mierda, en el gran lio que estoy metida ahora, no podre deshacerme de el por un maldito tiempo, ¿por que esta aqui? ¿como supo donde estaba? ¿quien lo llamo? Carajo, quiero meter mi cabeza debajo de la tierra como los avestruz, quiero que la tierra me trague y me escupa en mi cama o en el cementerio, una de dos.
-Rosa, enana, ¿estas bien?- quiero que alguien me explique el por qué debo tener un hermano jocosamente sexy y para el colmo que se preocupa demás por mí, es demasiado tierno cuando lo hace.
- Si, estoy bien- le digo despreocupada- ¿Qué haces aquí?
-Amiga, perdoname, yo lo llame- fulminó a Betty con la mirada- Disculpame, pero me preocupé mucho y se que tu amas a tu hermano y también se que a el no le ocultas nada- firme mi sentencia de muerte, solo me cuesta suspirar y no enojarme demasiado, es por mi propio bien.
- Lo sé, pero no quería preocuparlo- le dije viéndola con todo el odio del mundo, aunque fue fingido.
Pasaron unos quince minutos en los que le dije todo lo que pasaba a mi hermano, el piensa lo mismo que yo, es normal esos malestares en nosotros, el me dijo que se sentía igual, y que no soporta las náuseas. Si, mi hermano mellizo y yo tenemos la maldita conección de que si uno sufre el otro lo siente, y es bueno por una parte, pero malo por otra, ya que no quiero que el sienta ciertas cosas y no me refiero al sexo exactamente.... (se que ustedes pensarían en eso, mentes sucias) .
-Srta.Williams- volvió a llamar la misma enfermera, está vez nos levantamos todos- La doctora la espera en su oficina.
- Yo voy a entrar contigo, hermanita- me dice Jake, yo no hago más que asustarme, no quiero que me digan que estoy enferma, con lo paranoico que es, prefiero dejarlo lejos de mí.
- No, yo voy con ella, es mi mejor amiga- dice Betty segura de sus palabras y con altarería, y por ahí empezó la discusión.
Discretamente, agarre a Marcus y lo lleve conmigo hasta la oficina de la doctora, estaba nerviosa y la única persona que me puede tranquilizar es él, no voy a permitir que me digan que hay algo malo conmigo y que mi hermano me obligue a salir de la comodidad de mi apartamento y de la privacidad con Marcus solo por una maldita enfermedad.
-Srta.Williams, que bueno verla, de nuevo- dice la doctora con fastidio, siempre vengo a molestarla, es amiga de mi padre y a mi me gusta visitarla sólo para molestar, pero también para hacerme mis chequeos de cada seis meses, es mejor prevenir que lamentar- Bien, dime, ¿como te sientes?
-Nerviosa, no me gusta estar aquí- le digo de mala gana, y es la verdad, cuando la molesto es porque estoy aburrida y porque me gusta hablar con ella- Ya, Cindy, dime que es lo que tengo que ya no puedo con la incertidumbre.
-Eres igual a tu padre- me dice negando con la cabeza- Dime, ¿cómo está el gran James Williams?
- No sé y no me interesa- le digo cortante y fría, Marcus sólo me da un apretón en la mano en señal de que me comporte.
- No quiero meterme en tus peleas con el, pero será mejor que arreglen las cosas- me dice ella, antes de que yo pudiera responder, Marcus se me adelanta.
-Doctora, ¿podría por favor decirnos que es lo que Rose tiene?- se que el está nervioso, así como yo o tal vez más.
Cindy abre el maldito sobre con mi nombre y lo lee, pero cuando llega al final sus ojos se quieren salir de sus órbitas y ya que ya la angustia me estaba matando decidi hablar nuevamente.
-Cindy, ya dime que es lo que tengo- le dije con notable frustración, quiero saber que es lo que tengo y lo quiero saber ahora.
-Pues, no es nada fuera de lo común en tu estado- dijo ella, mi cara debió ser un poema, ella al ver mi expresión de confusión continuó hablando- Estas embarazada.
Y es ahí cuando me pongo en pie y al intentar dar unos pasos mis pies fallaron, mi cabeza daba vueltas, en mis oídos escuché un agudo pitido, mi vista se volvió negra y ya no supe más de mí.
Marcus
Estaba en estado shock, Rosalie está embarazada, aún no me lo creo, voy a ser papá.
Cuando Rose se levantó, no dio dos pasos ya que se desmayó, yo salí de mi shock y la sostuve por la cintura, la doctora llamo a unas enfermeras y la trasladaron a una habitación, yo salí detrás de ellos, pero no me dejaron entrar a la habitación donde la instalaron por lo que me agarre del cabello con frustracion, no sabia que hacer, ahora mas que nunca es cuando tengo que estar con ella, se que se asustara ya que tiene mil cosas en las que pensar y la peor de todas es darle la noticia a su hermano.