Mensajes.

22 (Dylan Pov)

Esto de estar buscando a Michelle, me esta volviendo completamente loco. Parezco un león asechando a su presa, mirando a Lily Brown desde las gradas.

Compré unas frituras y una gaseosa para no estar aburrido mientras el partido transcurre, varias veces crucé miradas con ella, pero nada fuera de lo normal, pero lo que si era verdad, es que se estaba sintiendo nerviosa. ¿Sera ella?

Traté de recordar el momento en que Michelle fue por mi a la fiesta de Cole, pero estaba completamente ebrio para recordarlo.

—¡Muy bien! ¡Se acabó el partido!

Me levanto al momento en que la entrenadora grita y todas empiezan a caminar directo a las duchas, no quiero parecer un loco y que tengan que expulsarme por estar espiando a chicas.

Esperé pacientemente a que Lily saliera, tenia que ser un poco comprensivo, las chicas demoran un poco así que no debo que esperar mucho de su parte.

Estaba a punto de irme cuando la veo salir, con la mochila colgada en su hombro, se asusta al momento en que choca con mi figura masculina y retrocede, no quería espantarla.

—Disculpa, Michelle, no quería darte un susto.

—No te preocupes, ¿Y tu eres?

¿Acaso no sabia quien era yo? ¡Soy Dylan O'brien! El chico más popular de toda la preparatoria, capitán del equipo de fútbol, soy conocido hasta en los asilos. No pude evitar dejar salir una carcajada estruendosa.

—¿Cuál es el chiste?

—Oh, mi querida Michelle, eres realmente graciosa, ansiaba verte desde hace mucho tiempo

—No entiendo

—Los mensajes, ¿Recuerdas? Hemos estado hablando desde hace mucho tiempo. ¿Por que me dejaste plantado en la fiesta de Halloween? Sabes, no quería besar a Shannon pero ella apareció de repente.

—Creo que estas delirando —sujetó con firmeza la mochila a su cuerpo y dio la media vuelta para irse.— No soy la Michelle que buscas.

Ahora el confundido era yo, ¿Por qué actúa así? En mensajes era mas divertida y sincera, ahora actúa como si nunca me hubiera conocido.

—La fiesta, tu fuiste por mi —me apure en decir, se detuvo hasta quedar de frente, y una chispa de esperanza brincó en mi corazón.

—Escucha, no se de que estas hablando, no soy la chica a la que buscas, seguramente estas confundido porque me llamo igual a ella, pero no lo soy. Mi nombre es Lily Michelle Brown, soy estudiante de intercambio, llegue hace dos semanas a esta universidad, si hacemos cálculos, tu estas diciendo que yo te dejé plantado en la fiesta de Halloween, en esas fechas yo estaba en mi país natal, ¿Acaso yo llegué en octubre? Disculpa, no soy la Michelle a la que buscas.

Rendido dejé que se fuera, claramente ella no lo era y ya me lo había demostrado.

Taché a Lily Brown de la lista, la siguiente era Diana Bond, según mis contactos, ella trabajaba en las tardes en la cafetería que esta a lado de la Boutique Dress&Love, así que emprendí mi recorrido hacia en donde estaba ella.

Subí a mi auto y comencé a manejar. Estaba muy desesperado, quería encontrarla, su personalidad me había atraído hacia ella, quien diría que un simplemente mensaje se podría convertir en tu perdición.

Al llegar a la cafetería, traté de ser lo mas disimulado posible, me senté en una de las sillas que estaba afuera del local mientras esperaba a que me atendieran.

—Bienvenido, ¿Desea ordenar?

Diana estaba enfrente de mi, con una libreta en sus manos y sonriendo, pero tenia un mal presentimiento.

—Solo un café con vainilla —asintió y se fue, dejándome solo con mis pensamientos de nuevo.

Mientras esperaba a que me trajeran mi pedido, pude divisar un auto conocido en el estacionamiento de Dress&Love, era realmente conocido pero no podía distinguir quien estaba en el asiento de piloto.

Yo he visto ese Mustang en algún lugar. Pensé.

—Y, ¿Qué haces aquí? —No quería ser muy directo, la podría asustar y tal vez perdería mi oportunidad sobre preguntarle si es la verdadera Michelle—. Digo, es la primera vez que te veo aquí, solo.

—Estoy buscando a alguien.

Llevé el café a mis labios saboreando el sabor amargo de la cafeína y el dulce de la vainilla combinados en uno solo. La invité a sentarse, aunque se rehusó al principio pero accedió, comenzó a platicarme sobre ella, no quise hablar sobre el tema pero fue inevitable, arriesgando a que ella se pusiera nerviosa y eso era lo que yo no quería.

El sonido de su voz parecía escucharse lejos de mi mente, mi mirada estaba como estatua al momento en que la chica de anteojos grandes y cabello rizado salió de la boutique, cargando varias bolsas, en instantes, la puerta del Munstang se abrió dejando ver a mi rubio mejor amigo.

—¿Me estas escuchando? —Diana tronó sus dedos, sacándome del trance.

—Si, prosigue.

¿Acaso era Madison Pettis saliendo de esa boutique? ¿Qué estaría haciendo ahí? Seguramente ella ira al baile del día del amor y la amistad con Ethan, pero recordé que ella me había dicho que iría de viaje a Dallas. ¿O no?



#31829 en Otros
#10235 en Relatos cortos
#12684 en Joven Adulto

En el texto hay: romances, romancedrama, romanceadolescente

Editado: 30.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.