Mentes Rotas

Capítulo 7: El despertar de Iris

Los días siguientes fueron extraños. Ethan se encontraba dividido entre las posibilidades que se abrían ante él y el miedo que sentía al ver cómo Iris, esa joven de aspecto tan normal, era la pieza central de todo un proyecto que iba más allá de cualquier ética humana. Lo que el laboratorio había hecho con ella y los demás no era solo ciencia; era un intento por crear algo que trascendiera la humanidad misma. Un experimento destinado a superarla.

Un atardecer, Ethan decidió hablar con Iris. No podía seguir ignorando la verdad, y sabía que ella era la única que podría darle las respuestas que buscaba. No se sentía cómodo haciéndolo, pero se sentó frente a ella, como siempre, en la sala donde solían estar los demás sujetos. La quietud en ella, la aparente calma, era inquietante.

—Iris —dijo, su voz quebrada por la incertidumbre—. Necesito saber más. ¿Qué pasa aquí realmente? ¿Qué están haciendo contigo? ¿Qué quieren de ti?

Iris levantó la vista lentamente, sus ojos oscuros brillando con una sabiduría que parecía demasiado madura para una chica de su edad. Había algo en su mirada que lo desconcertaba, algo que lo hacía sentir pequeño, vulnerable.

—Lo que quieren de mí... —comenzó, su voz suave pero firme—. Lo que quieren es control. Quieren usarme para crear algo más grande que yo, algo que no sea humano. Algo que esté por encima de las emociones, de las limitaciones. Pero nunca me han preguntado si quiero ser parte de eso. Para ellos, solo soy una herramienta. Solo soy un medio para un fin.

Ethan sintió un nudo en el estómago. Iris estaba más consciente de lo que él había pensado. Su mente no estaba atrapada en esa jaula de metal y tecnología; ella veía con claridad la verdad de lo que ocurría.

—Entonces, ¿qué quieres? —preguntó Ethan, el tono de su voz más suave de lo que hubiera querido.

Iris lo miró fijamente, como si estuviera observando lo más profundo de su ser. Sus palabras siguientes lo sorprendieron, no por su respuesta, sino por la manera en que la dijo: con una calma que él envidiaba.

—Lo que quiero... es que alguien me ayude a salir de aquí. Lo que quiero es ser libre. Pero para eso, necesitaré que te des cuenta de lo que realmente está en juego. Este lugar no solo está jugando con nuestras vidas, Ethan. Está jugando con el destino de todos.

El silencio entre ellos fue pesado, y por un momento, Ethan sintió que se estaba ahogando bajo el peso de la verdad que ella le había revelado. Sabía que no podría simplemente ignorar lo que había descubierto. Iris ya no era solo una víctima; era un recordatorio de lo que el poder y el control podían hacer cuando se usaban sin escrúpulos.

Ethan se levantó lentamente.

—Voy a ayudarte —dijo con una firmeza que sorprendió incluso a él mismo.

Iris lo observó en silencio, como si estuviera esperando esas palabras. Sin decir una palabra más, ella asintió, y por un instante, parecía que, a través de ese simple gesto, todo lo que había estado acumulándose entre ellos había encontrado un propósito.

Ethan ya no podía regresar atrás. Estaba demasiado involucrado, demasiado atrapado. Y lo peor era que no sabía hasta dónde llegarían sus decisiones ni las consecuencias que enfrentarían.




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