Mentiras

Capitulo 2- Sin encajar

—¡Cumple años feliz..!

El ritual de cumpleaños que tenemos en la tierra es interesante. Todos se reúnen a tu alrededor, enfrente de un pastel y te cantan, lo más extraño es tener que apagar la velita y pedir un deseo, lo más curioso es lo que hacen en Novakwies, allí los deseos si se cumplen.

—¡Los quiero a todos sentados para poder servir el pastel —dice mi madre.

Todos reímos, el día ha sido perfecto, el sol brillo en lo alto y las nubes blancas y gordas me acompañaron camino a casa. El calor no era ni agobiante y no había frío extremo, estaba al punto perfecto. Las mariposas volaban al rededor de la casa, las margaritas que había sembrado al llegar estaban florecidas y estoy con todos los que amo.

Suspire y el aire de mis pulmones salió lentamente. Algo anda mal, no es posible que todo esté tan bien, la vida no es así. Al menos no la mía.

—¿Qué sucede, mariposa? —susurra Noah en mi oído.

Mi madre nos da una mala mirada pero luego me sonríe, prometió portarse bien en mi cumple años.

—Siento que algo no está bien.

—Todo está bien, solo estás algo traumada con las vacaciones que tuvimos.

Suelto una carcajada. Mi madre nos sirve el pastel, desde que llegamos con el que más he tenido contacto es con Noah, es como si no quisiera dejarme sola, quizás teme que algo me suceda y eso me parece muy tierno.
Comemos en silencio, bueno, el silencio que pueden ofrecer mi familia, Dome y Marisol empiezan una guerra entre ellas de pastel, la cuál llega a todos los demás y somos introducidos en una guerra absurda de crema pastelera, una muy deliciosa guerra que termina con todos sucios y dulces.

Noah me lame la mejilla haciéndome chillar y reír mucho, las chicas no se ven incómodas, no se ven como que extrañen a sus parejas de la otra dimensión, solo aceptaron la situación y siguieron adelante.

La reunión se termina y tengo que despedirme de Noah, mi madre no sabe que hemos dormido juntos ya y que no me está cuidando de nada más que el chico que daría todo por mi. Toma mi mano y me sonríe estando en la puerta de mi casa, sus ojos púrpuras brillan, últimamente lo hacen mucho más de lo normal. Me da un beso lentamente haciendo que mi respiración se agite al igual que el aire a nuestro al rededor.
Siento un nudo en el estómago pero aún así digo lo que estoy pensando y sintiendo, simplemente lo suelto:

—Te amo.

Sus ojos se ampliaron y apagaron un poco, no responde a mis palabras, solo besa mi frente, se da media vuelta y camina por mi pórtico hasta llegar a la calle. Mis manos sudan y mi corazón se estruja un poco, con que eso era lo que andaba mal. ¿Por qué mi novio no me dice que me ama? Aunque claro, apenas son dos meses saliendo, ¿Es posible que me haya enamorado sola y en muy poco tiempo?

Un suspiro sale de mi boca mientras subo las escaleras a mi habitación, la mirada de mi madre y mis amigas es de intriga cuando ven mi rostro, pero no puedo decir más nada. Quizás Noah tiene miedo de sus sentimientos, si, eso debe ser. No debo preocuparme, solo hacerlo sentir seguro con nuestra relación. Alimento al gato y me acuesto a dormir.

No sueño y mi noche es tranquila, cuando me levanto mis amigas ya se fueron a la universidsd, mi madre al trabajo y Lussy a la escuela, solo yo faltó por ir al instituto. Mi último año acaba de empezar y ya estoy llegando tarde. Al salir de la casa ya llevaba media hora de atraso. En el instituto soy enviada directamente a la sala de castigo, mis amigas no han vuelto de sus vacaciones con sus padres y ahora estoy sola en el basto instituto, Nick solo me saluda, todo volvió a la normalidad.

—Bienvenidos a castigo, guarden silencio.

Solo hay tres personas, una chica que mira su cuaderno sin levantar la vista, un chico que nunca había visto, sentado a mi lado y yo. Él chico me observa extraño pero no dice nada, hago lo mismo. La detención es extraña, no haces nada más que estar en silencio, Junto a personas extrañas. Los ojos del chico me dan curiosidad, nunca había visto unos ojos grises y en sus muñecas lleva tatuajes similares a los míos, pero en cierto punto diferentes. Tiene una serpiente al rededor de la muñeca izquierda y una gota de agua en la derecha.
Aclara su voz al notar que no dejo de observar sus muñecas, además estira el suéter. 
Los minutos pasan y la campana de salida suena, salgo por la puerta y tras de mí él chico sale, parece no querer cruzarse conmigo, pero aún así lo hacemos y tumbó sus libros sin querer. Como una típica historia de wattpad ambos chocamos nuestras manos cuando intentamos recoger el mismo libro.

—Lo siento —digo, pero no conseguí respuesta.

El frunce el ceño al verme, se levanta y se va por el pasillo, yo solos suspiro y continuo mis clases. Aunque no me atrase como tal, las clases en Novakwies eran diferentes. Entro a la clase de literatura y me siento junto a una rubia, nadie me parece conocido, no es como si soy una chica popular, pero de vista es como si solo las personas estuvieran puestas. Una mujer de piernas largas y delgada entra al aula, empieza a borrar la pizarra y todos abren los libros. Esa no es la profesora de literatura. Alzo la mano para preguntar, pero antes aclaro mi garganta.

—Disculpe. —La señorita se giró y me sostuvo la mirada—. ¿Qué sucedió con la profesora anterior?

—Desde el inicio de clases que se notificó al estudiantado el retiro de su profesora anterios, pensé que lo había notado.

Después de sus palabras dirigidas a mi, me centro en lo que recuerdo de las últimas semanas, todo ha sido muy romántico con Noah y no me he percatado de la falta de mis amigas y los cambios de los profesores, la sensación de que algo extraño está pasando no abandona mi cuerpo si no hasta después de clases, cuando Noah en su moto me espera fuera del instituto.
Me acerco a el cautelosa, no sé que ayer tuvimos una discusión que pudo no haber sido una muy fuerte, pero si la primera de se estilo.




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