Mentiras

Capitulo 16- Mariposas amargas

Noah

Suspiro nuevamente mientras escucho cómo Lussy, la pequeña hermana de Zoey, me reprende.

—No entiendo que estamos haciendo aquí, ¡Ella está en la tierra! Me lo dijo ¿Por qué no la buscas?

—Ella ya no siente lo mismo, si lo sintiera estaría aqui ¿No? Además, no sé si yo sienta lo mismo. Hace unas semanas sentía que debía buscarla... Pero ya no.

—Yo creí en el amor por ustedes, Noah, pero ahora te diré un gran verdad. Le acabas de romper la ilusión del amor verdadero a una niña de ocho años.

Se dió media vuelta y salió de mi despacho, no quiere volver a la tierra. Solo quiere quedarse aquí en Novakwies para atormentarme diariamente, todo porque me atrae otra persona que no es su hermana.

Paso una mano por mi rostro, ella no es la única que me presiona y me da malas miradas por no buscar a Zoey, pero ellos ya lo saben, ella volvió a la tierra y no ha vuelto tampoco... Aunque no sé por lo que pasó. ¿Qué me pasa? No parezco ser yo mismo.

Camino por lo jardines para sentarme en un banco oculto, los únicos momentos dónde me siento tranquilo es al lado de Arauzy, ella me ha traído paz en los momentos dónde soy atacado por Domenica, Marisol o Lussy.

—Hola.

La voz de la pequeña chica me sobre salta un poco, la observo detenidamente, sus cabellos castaños caen en pequeñas hondas sobre sus hombros, tiene un trenzado que da la sensación de portar una tiara.

—Hola.

Sostengo su mano, ella no lleva los vestidos que deben usar las chicas que habitan el palacio, suele colarse por el muro para verme.

—Alteza, lo veo pensativo ¿Ocurre algo?

Un rayo de luz le da directamente en el rostro  iluminandolo de una manera muy bonita.

—Ya te dije que no me digas alteza. Me preguntaba... —Tartamudeo un poco—. Me preguntaba si quisieras tener una cita conmigo.

Al salir las palabras me da un mal sabor de boca, algo amargo se instala en mi pecho, pero inmediatamente se disipa.
Sus ojos brillan y se le ve muy alegre.

—¡Claro que sí! —Sonrie—. Le traje un poco del dulce especial que hace mi madre, como dijo que le gustó, le traje más.

Tomo el dulce que tiene un sabor agridulce y lo como, en realidad no me gusta, pero no quisiera romperle la ilusión. El dulce se pega a mi paladar y me da la sensación de comer una papilla desagradable, guardo un poco "para luego". Cuando lo como empiezo a sentirme algo diferente, al verla siento mariposas en el estómago.

Me despido de ella levantándome del banquillo, no puedo desaparecer mucho tiempo, menos con ella, si me encuentran alguna de las chicas escucharía su chachara incesantemente. Besa mi mejilla, pero sus ojos a pesar de ser brillantes no se ven completamente felices.

Camino lentamente por los
verdes jardines, observo detenidamente uno en especial, dónde hay arbustos de rosas, y flores de todo tipo, de color violeta, son extrañas y hermosas. El lugar me da una extraña sensación en el pecho.

—Aqui fue donde murieron. —La voz de Miracle me sobresalta—. Tus padres, digo.

Entonces lo encuentro más tétrico y familiar de lo que esperaba, era solo un recién nacido cuando todo sucedió, pero aún así siento como todo conecta en mi mente y hace un clic, sin que me lo diga los puedo observar allí tirados uno junto al otro, aferrándose a su amor, a la vida.

—Es algo muy triste, pero desde que ellos murieron, las flores que eran blancas en este jardín, se convirtieron en violetas. Hay muchos que dicen que fue la sangre del rey heredero y de la reina mezclarse, así formaron un violeta perfecto y balanceado, como el de tus ojos.

Una lágrima resbala por mi mejilla, la sensación de vacío ha empezado a crecer en mi pecho. Entonces nunca estuve con mi verdadera madre, muchas veces solo pensar que no encajaba, que simplemente yo no era parte de la familia, lo veía como un juego, hasta ahora...

Miracle me guía hasta el despacho, las hojas frente a mi no tienen sentido, ¿Quien querría todo esto sin su familia verdadero? Soy a penas un chico sin ningún conocimiento para liderar un reino, mucho menos para lidiar con mis sentimiento hacia nadie. Nisiquiera sé porque se me ocurrió pedirle una cita a esa chica, ¿Quien querría estar con un chico sin padres y sin idea de lo que podría hacer para solucionar los problemas de estado?

Estiro mi mano y atraigo hacia mi el whisky, ya no sé qué quiero, se me viene a la memoria la sonrisa de Zoey, ella es tan terca y... ¿Por qué no querrá volver aquí? Claro, cree que no estoy buscándola... Y es verdad, no lo he hecho, no he estado buscando desde hace días y...

Me levanto del asiento y salgo a caminar, pese a la mirada de todos en el despacho, ellos pueden encargarse de todos mientras yo solo soy el heredero. No debería estar aquí, lo único bueno que he hecho es abolir la regla de poder mezclarse entre razas ¿Y para qué? La verdadera razón no está conmigo y lo peor de eso es que ahora... No me importa.

Estoy contrariado, siento un revoltijo en mi cabeza. Nunca he sido como soy, no siento la libertad de llorar para desahogarme pero se ve bastante tentador, mi corazón está en un lado y mi mente en otra, quiero buscar a Zoey, pero quiero verme con Arauzy.

De tanto caminar llegué enfrente del despacho del elfo de sueños, suspiro y toco la puerta.

—Alteza.

Me hace un ademán para que entre a la habitación.

—¿Qué lo trae por aquí? —pregunta sentandose frente a un laboratorio.

—No me siento bien, no sé que hacer, estoy... Contrariado, mi corazón va por una persona, pero mi mente por otra...

Frunce el entre cejo.

—Yo no puedo ayudarle en esto, solo soy un encargado de los sueños, Alteza. Pero, puedo ayudarlo a buscar a la chica.

—El problema ahora es que no sé cuál.

Suspira y se saca los lentes, parece así mirarme mejor.

—Existe una poción para aclarar sentimientos, pero mi campo son los sueños, no las pociones, sin embargo, en el pueblo está la persona indicada.




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