Mentiras En Tus Verdades

*Capítulo Seis.

°DETRÁS DE TI°

 

La joven de ojos grises estuvo deambulando media hora, preguntando a las personas como podía llegar a la estación de trenes. Poca gente fue amable con ella y sólo pocos se designaron decirle las direcciones de forma aceptable.

Jasmine iba por las calles infestadas de gente, por medio del mercado para llegar a salir a la estación de trenes. Quería partir de inmediato de ese pequeño pueblo para ir a la capital de Alemania.

Unos cuantos empujones la hizo volver a sus sentidos, cuando dio vuelta por sobre sus talones, sintiendo que la querían robar, pero sólo encontró a un niño correr a través de la gente hasta pasar por el lado de unas señoras que llevaban puesto un mandil que reconoció al instante, subió sus ojos hasta llegar verles el rostro de las mujeres y las vio.

Las encargadas de su hospital que la andaban buscando, Jasmine se asustó pensando que la podrían ver, mientras una de las encargadas compraba unas cuantas frutas, la otra levantó la mirada y Jasmine actuó rápido, se puso la capucha de su capa emcima y agachó la cabeza. Aceleró el paso mientras esquivaba a las personas.

—Oh Dios mío, gracias por que no acabé con una vida, aún más malvada que hubiera sido ella conmigo y se lo mereciera— Se dijo Jasmine a si misma refiriéndose ver viva a la mujer antes de escapar.

Esperaba escapar de la mirada de esas aterradoras mujeres. Además que se sentía un poco aliviada, por que entonces reconoció que a la mujer que había atacado antes de escapar no había acabado muerta. A la vez sentía pánico, por recordar la razón del por qué atacó a alguien fue el maltrato y el olvidó que siempre la presionaban. No quería volver a ese nefasto lugar, donde lo primero que recibiría sería el castigo por escapar ¿Cómo lograron saber por donde podría estar andando?

—Manuela— Le llamó la atención la encargada a su compañera, viendo como una señorita había actuado raro cuando levantó la mirada— ¿Crees que esa podría ser a la loca que buscamos?

Manuela vio por donde Lidia señalaba y ahí notó como una mujer se escabullia entre las personas, no dejando ver su rostro tapándose con su capa.

—Vamos, creo que la encontramos— Ánimo cuando pagó a la vendedora por la fruta y se pusieron en movimiento.

El recorrido para Jasmine fue duro, por los empujones y quejas que recibía cada vez que intentaba caminar más rápido. Las mujeres de atrás tenían el mismo trato, pero era un problema atrapar a la muchacha si mucha gente se interponia.

Intentaron acercarse más lo que podían, hasta que llegaron a las callejuelas finales dónde no habían personas, sólo la mujer con capa que caminaba apresurada en medio de esta, después vieron como giró en una esquina.

—Me estoy empezando a creer que hayaremos a esa mocosa lo más pronto posible— Dijo Lidia. Giraron en una esquina, cortando camino.

Jasmine veía por sobre su hombro cada vez que podía, cuando se dio cuenta que esas mujeres la seguían. Su error fue llamar demasiado su atención. Cuando giró en una esquina ya no las vio venir y pensó que ya estaba a salvo hasta qué...

*

Harvey había montado su caballo en el primer segundo que podía y cabalgo hasta llegar a la plaza donde había dejado a Liliana. Deseaba querer encontrarla antes que ocurra otro nefasta muerte. Al tomar el camino derecho quería suponer que Liliana aya tomado el rumbo donde se encontraba el mercado. Se le hizo difícil buscar a la cabellera pelinegra de la joven que buscaba, pero encontró dos cabezas con cofias blancas, las mismas que tenían las mujeres que habían ido a su casa para preguntar por Liliana, observó y se guío por donde se dirigía sus miradas y entonces encontró la mujer que buscaba. La capa la delataba ante él, pero entonces Liliana se empezó a mover o mejor dicho, a escapar de la vista de las mujeres que la perseguían, entonces terminó por caminar hacia las callejuelas vacías, con las encargadas intentado seguirla. Sabía que tenía que apurarse. El hombre estaba desesperado ya que se le había sumado otra amenaza para quien intentaba alcanzar. Sumado  Harvey empujó a las personas para llegar más rápido y tomó un atajo cuando vio a Liliana girarse en una esquina. Cuando por fin tenia camino libre, corrió hasta llegar al callejón donde sabía que encontraría el único camino que salía por donde se fue Liliana.

Normalmente esos lugares eran vacíos por lo peligroso que eran y se preocupó que mayoría de esos negocios eran cantinas de mala muerte, pero el hombre se tranquilizó ver a Liliana al final de la calle, corrió lo más rápido que pudo. Pero la puerta de atrás de una cantina se abrió y salieron dos hombres borrachos, quienes lo primero que vieron fue a Liliana.

¿Qué más beneficioso era encontrar a una mujer sola? ¿Cuándo podían hacer con ella lo que quieran?

No tardaron en tomar a la muchacha del brazo, borrachos.

—¡Oh! Pero que encontramos andando por estas callejuelas— Notaron a la mujer asustada frente a ellos.

—¿Qué hace una belleza así, sola?— Preguntó el hombre moreno.

—Creo que vino para hacer su trabajo de ofrecida— Acotó el otro hombre castaño.

—¡Suelten! Les aseguro que no soy esa clase de mujer— Jasmine se intento zafar de su agarré.

—Ven, tengo un cuarto donde podemos divertirnos— El castaño intento besarla, pero Jasmine lo empujó.

—No te pongas difícil, y haz tu trabajo ¡Maldita ramera!— El otro hombre le gritó y alzó la mano en lo alto para darle un golpe a Jasmine, pero antes alguien lo detuvo evitando el resultado.

—¿Se les perdió algo caballeros?— Les pregunto Harvey con sorna, achicando los ojos de forma amenazante.

—Miren quién quiere ser el héroe— Se burló el moreno.

Harvey aprovechó golpear al primero y empujar al otro contra la pared del callejón, tomando rápidamente la mano de Liliana y jalandola hacia dentro de la cantina.

Mientras al otro lado de la calle, por fin las mujeres llegaron. Pero sin encontrar nada.




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