*Capítulo Catorce.

°DEJA EL MIEDO°
 

Thara terminó de oír como, seguramente su amo, cerró la puerta de su habitación, para ella no era tan difícil fingir estar dormida mientras escuchaba la conversación que mantenía Liliana y el Conde, pero lo que sopeso era que tenía que hacer algo, después de lo que había hecho tenía que hablar por lo menos con Liliana. Pero cuando abrió los ojos no encontró a nadie, parecía que su amiga se había ido para pensar mejor. Su cuerpo estaba adolorido y el cansancio le ganaba así que decidió hablar con Liliana cuando pudiera.

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Los equipajes estaban listos, Harvey controlaba que se subiera todo a la carroza y tal vez encontrarse con Jasmine, después decirle que le daba tiempo se fue y la decisión quedó inconclusa, pero no había rastro de la chica. Se acababa el tiempo, dentro de una hora tenía que partir y ya no habría más vuelta atrás.

Mientras Jasmine despertó temprano y fue a empacar las cosas de Thara por que también esa misma mañana ella se iría, cuando ya todo estaba en los baules Liliana despertó suavemente a su amiga.

—Thara, Thara— Le susurraba al oído hasta que logró despertarla— Es momento de irse, te mandaran con tus padres.

—¿Qué dices?— Estaba sorprendida.

—Así lady Estela lo decidió, es por tu bien— Jasmine se levantó para traerle un conjunto de ropa— Estarás bien.

Thara se sentó en la cama adolorida, pero con la intención de hablar con Jasmine, al parecer tampoco tenía tanto tiempo.

—¿Tú vas ha estar bien?

Liliana dio una sonrisa fingida,— Claro.
 

—No quiero...— Quería empezar la plática, pero la mano de stop de Jasmine la hizo detener.
 

—Espera, iré a traerte agua limpia para lavarte, ahora vuelvo— Dijo antes de pasar por la puerta.
 

Thara dio un bufido por que parecería que iba ser difícil cumplir su intención. Tomo las ropas y se puso a cambiarse de ropa, tenía que estar libre para cuando Liliana volviese.
 

Jasmine camino en dirección a la cocina y sin poder evitarlo se detuvo a mirar en dirección a la salida principal que se encontraba de paso, donde se encontraba Harvey de espaldas a ella, sabiendo que se iba, en ese momento le nació esa sensacion de estar indefensa, aunque intentará ignorar eso, se rehusó a reconocerlo. Siguió su camino.
 

Tenía que aceptar que Harvey se iría y ella no iba con él.
 

Ahora su mente planeaba un plan, donde ella sería la única implicada, pero se le hacía tan difícil pensar que ya no contaría con ayuda y mucho menos esos malos pasares del día en la que el Conde la molestaba, era irónico sentir que extrañaría eso. Cerró los ojos y suspiró, tenía que aceptarlo ya, agarró el jarrón con agua y lo llevó de nuevo a la habitación de su amiga.
 

—Tenemos que hablar— Declaró Thara cuando apenas vio entrar a Jasmine.
 

—¿De qué?— Dijo mientras dejó la jarra en la mesa de la habitación.
 

—No te enojes, pero escuché mientras hablabas con el amo— Empezó con cautela, pero la reacción de Jasmine fue alzar la ceja y poner posición de jarra.
 

—Ya que escuchaste, debes saber que no iré con él— Para Liliana quedó zanjado el tema, pero no para una persona más testaruda como Thara.
 

—Liliana— Se acercó a ella y la tomó de los hombros— Eres mi amiga, pero no seas tonta como yo... Debes ir con él.
 

—No— Se negó— Además no eres tonta, yo si lo soy por dejar que te pasará algo horrible.
 

Thara suspiró, no le podía decir la verdad, pero podía prevenirla,— Te aseguro que no fue tú culpa, te lo juro, pero va ha ser la mía si no te vas con el Conde o algo podría pasarte.
 

—¿Cómo puedes saber eso?
 

—Por qué al hombre de la anterior noche, solo le detuvo ir por ti cuando le dije que estabas con el amo... ¿Acaso no lo entiendes? Estar a su lado te pone segura y tienes más oportunidad de atrapar a quien te persigue.
 

—No, eso sería ser egoísta, solo pongo otra vida en peligro— Remitió Jasmine dando un paso atrás.
 

—¡Liliana! Ese carruaje se va y tú pierdes, el hombre que te persigue espera eso, irte eso no cabe en su plan.
 

—No iré ¡No soportaría que habrá otra víctima! ¡Por que prefiero mil veces que acabe conmigo a por ir en contra de los que tome cariño!— Liliana no soportó más.
 

—Deja de pensar en los demás y por una vez piensa en ti, no seas egoísta contigo misma— Thara trago saliva— Está vida fue una basura contigo, lo sé, pero no te rindas, perdiste todo pero aún tienes esperanza, descubre lo que tienes que saber, toma riesgos, vive, por qué el miedo te quitó mucho, busca tú felicidad, aprovecha tu juventud y como me contaste, encuentra a tu amigo si tanto lo quieres. Este viaje será el primer paso y es tu decisión si te quedas aquí o quedar como una víctima que no intento luchar.
 

—Es que yo...
 

—Decide ya, ahora mismo.
 

—Yo...
 

Un silencio inundó el lugar, no quedaba palabra alguna cuando su amiga tenía razón en todo, pero también en ese mismo momento Harvey subía a su carruaje, buscando con la mirada a Jasmine, pero no había rastro de ella.
 

—¿Partimos ya, señor?— Preguntó el cochero.
 

—Supongo que no vendra— Se dijo a sí mismo— ¡Ve hacia el puerto!
 

Entonces los caballos con la orden puesta, empezaron a partir con un leve trote. Harvey pensaba en quedarse pero no podía cuando su hermana lo necesitaba y su padre lo mandaba a llamar, tal vez está sería la última vez que vería a esa muchacha con ojos grises. Tal parecía que Jasmine se rehusó a ir con él.