¡Perdón por el retraso! Estuve resfriada y tenía mucho sueño u.u
Pero aquí les traigo el segundo capítulo que les debo. Espero que les guste ya que solo hablará Jasmine. Me gustaría saber que es lo que piensan, dejan su comentario o una estrellita.
JASMINE.
Karina una vez me contó que en las novelas de amor que leía: la protagonista sólo se preocupaba en cabalgar, hacer berrinches, ir a fiestas, estar con sus amigas y mantener su imagen de dama rebelde. En cambio yo, luchó por mantener que no me maten o atrapen.
Es verdad que sospecho de muchas personas, pero tengo pocas en quien confiar, personas que de alguna forma me ayudaron, ahora es como si en todo lo que creo con sólo leer la nota me estremeció el piso. Y es como volver a empezar desde cero. Aunque ahora mismo Karina me dijera lo contrario, por lo menos quería contar con ella en esto.
—Jas, te aseguro que necesitaremos ayuda— Decía lady Tharner, mientras desayunamos en el comedor, vacío por ser a un temprano— Si nos tienden una trampa no podré con todos y más que tú no sabes pelear.
—No, no quiero ir, como tú dices «tal vez es una trampa» no me quiero arriesgar— Refute.
—Eso es lo de menos, vamos a ir y tener por lo menos un sospechoso, es mejor que ahora que no tenemos por donde empezar— Declaró con severidad.
No había opción de convencerla de no ir, ella iría aún sin no es conmigo y yo no la dejaría sola en esto, después de decirle a Harvey, no eso no.
Tenía un buen punto, pero parecía que era arriesgar nuestra seguridad y si le pasaba algo malo a alguien más no me lo podría aguantar. Anoche, después de leer la dichosa nota, no pude dormir, di vueltas en la cama pensando en ir o no, pensar en las personas cercanas que tenía y conocidos, queriendo encontrar una sospechosa, aunque sea una, que me haga dudar, pero no, la nota para mi no tenía sentido. ¿Si hubieran querido herirme no lo hubieran hecho ya? ¿Qué es lo que buscan de mi si andan cerca? Si no tengo nada, solo mis ganas de vivir y nada más.
—¿Por qué, el que me persigue, quisiera delatar tal vez a su cómplice? ¿Quién asegura que lo que dice es verdad?— Saque a flote las preguntas que desde noche tenía en mente y no encontraba respuestas.
Karina posó sus manos en la mesa al terminar de encucharme, como «Anda otra vez con tus dudas» y si, no podía actuar antes sin tener sospechas.
—Jasmine, iremos y eso no se discute mas— Me miró fijamente— Y le dirás a Harvey para que nos ayudé.
—¿Ayudar en qué?— Entró la persona de quien estábamos hablando, pareciendo que lo habíamos invocado.
Traía su traje elegante como siempre, su cabello rubio castaño bien peinado y con esa expresión de curiosidad y confusión que desde que me conoció tenía en sus ojos. Aunque tengo que reconocer que entablar una relación en modo amistoso con Harvey no fue fácil, sobretodo si la mayoría del tiempo su expresión te decía «No me hables, no me toques, odio al mundo» y hasta con un poco de orgullo y malicia era con qué me trataba y yo no me que daba atrás para retarlo, si escapé era para ser libre y no para aguantar sus ironías maliciosos, su mal trato especialmente en mi, pero ahora que estábamos en tregua, era difícil pensar en el como un cómplice en mi plan. Por que, señores, solo teníamos a un mes de tratarnos como personas y no como una gato y un perro con cada pelea que teníamos. Sólo no confiaba mucho en nada ahora, a por eso de no contar con él en la salida que haríamos Karina y yo está noche.
—En nada, solo hablábamos de los últimos chismes que hubo anoche— Mentí, eso ya era normal en mi, me volví buena haciendo eso, como una acción de defensa o algo así.
Karina me dio una leve patada debajo de la mesa, con su ceño y labios fruncidos «¿Qué piensas que haces? Cuentale» a lo que yo solo la ignore.
—Que bien, por qué también tengo un chisme de ti— Me contestó Harvey referente al anterior tema— ¿Me acompañas por favor?
De pronto adoptó un tono más serio, casi enfadado, pero no entendía por qué o no recuerdo haberlo hecho enojar. Quedé un poco ida en mis pensamientos.
—¿Eh?
—Que me acompañes— Sonó su dura voz, señalando la salida del comedor requiriendo más exigencia.
—B-bien— Balbuceo mientras me levanté de mi silla y me acerqué a él, salí donde el señalaba y después me siguió— ¿De qué quieres hablar?
Ninguna respuesta, estaba con una postura que intimidaba, pero me puse firme mientras recorrimos el pasillo que llevaba hacia los jardines. Aún era temprano por eso casi nadie estaba fuera de sus habitaciones, eso nos daba un poco más de privacidad.
—No pude dormir muy bien hoy ¿Y tú?— Silencio. No entendía lo que le sucedía— Anoche, la fiesta, estaba interesante.
—La fiesta, si ¿Qué hiciste ahí?— Entonces Harvey se interesó ese punto, muy raramente.
Detuve mis pasos y me di la vuelta, para verlo con un ceño fruncido por estar confundida. No sabía que era lo qué le pasaba, su actitud de un día al otro volvió a nuestro comienzo: frío distante y sarcástico. Y definitivamente esa faceta no me gustaba para nada.
—¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué de pronto vienes así?
—Tú dime ¿Qué demonios haces cuando no estoy?
Rodé los ojos, esa opinión era un poco controlador, bastante y lo que más me enojada era que alguien se creía para tener control con lo que hago o no.
—¿Eso te interesa? De verdad, fuera de bromas ¿Qué es lo que te pasa?— Puse mis manos en mis caderas, esperando su respuesta.
—Tú dime.
—¿Qué quieres que te diga? Qué estuve viva, camine con Karina, comí un par de bocadillos y fin ¿De qué hablas tú?
—Que apenas no te estoy controlando, ya te estás metiendo a la cama de un tipo— Demandó, creando un ambiente tenso.
—¿Y se puede saber cuando me metí con alguien? Por que yo no recuerdo eso o es que no pasó nada de lo que tú dices— La rabia me estaba subiendo a la cabeza.