Mentiras En Tus Verdades

*Capítulo Veintisiete.

°DESDE ESE DIA°

 


 

—¡Hey, Jasmine!

—¿Evan? ¿Dónde te habías metido?—Corrí cuando lo logre ver, pero antes de abrazarlo le pateé la pierna por lo molesta que estaba días anteriores con él—.Tu papá me dijo que fuiste a un internado por cinco meses.
 


 

—Auch—Se quejó cuando le di la patada, pero después lo envolvi en un abrazo más tranquila.—¿Por qué fue el golpe?

—Por irte sin avisarme—Aculte mi cara en su cuello para que no me viera llorar—.Pensé que nunca volvería a verte, temí eso.

Él me devolvió el abrazo aún más fuerte,—También te extrañé. Sabes que si desapareces igual que yo; te buscaré hasta que ya no me quedé vida, así que no lo hagas.
 


 

—¿Qué dices? Tonto, yo no voy a desaparecer y tampoco necesito estudiar algún día lejos, sólo tú.

En ese recuerdo solo tenía trece años y ahora era lo mismo, sólo que ahora Evan me había encontrado a mi, había cumplido su promesa de hace años. 

Me balance a sus brazos después de unos segundos que me quedé paralizada, no pudiendo creer que era real, que realmente le abrazaba a él, no aún Evan pequeño, sino ahora él estaba hecho todo un hombre frente a mis ojos.

—¡Me encontraste!—Grité de alegría, en cuanto él rodeó mi cintura con sus brazos y me dio vueltas sobre el aire.

—Jasmine, pensé que nunca te volvería a ver—Me dijo bajandome abajo y enterrando su rostro en mi cuello para que no lo vea llorar también.

—¡Jasmine!—La voz de Harvey se oyó.

Evan se separó un poco de mi, pero aún sujetando mi cintura con una mano, viendo a Harvey acercarse a nosotros. Limpie mis lagrimas con el dorso de mis manos, aún con una sonrisa.

—¿Por qué abrazas a mi amigo?—Preguntó Harvey de forma abrupta y con una expresión enojada.
 


 

—Lord Greyhound él es mi hermano, y el mejor amigo de Jasmine—Los presentó Karina de forma irónica.

Pero aún así Harvey no despegaba los ojos de mi y Evan.

—Harvey, creo que fue un gran gusto visitarte, me encontré con alguien inesperado—Mi amigo extendió su mano para estrecharla, pero Harvey no lo recibió como tal.

—Que bien, pero ya alejate de ella o sino te daré un golpe...

—Mi Lord, no seas grosero—Le reclame.

Pero Harvey me ignoro y siguió:—No es de mi gusto que tenga sujeta a mi prometida de la cintura.

Mía mejillas se pusieron rojas cuando dio a conocer ese dato. Pero Evan me miró sorprendido. Mire de mala gana a Harvey, ese compromiso fue hace como diez minutos antes, no tenía que verse apresurado en difundir el tema.

—¿Es verdad?—Me pregunto Evan, poniendo ahora una distancia prudente entre ambos.

—Bueno, es complicado—intenté explicar.—Es un compromiso para protegerme y mantenerme cerca.

—Quiere decir que el compromiso no es del todo real, sólo una barrera para que no lleguen a ella fácilmente—Se introdujo Ari.

Y creo que ahí Evan pudo comprender lo que pasaba y lo que intentaba hacer Harvey. Relajó sus expresiones y miro al hombre rubio que se mantenía callado.

—Bueno amigo, no tienes que actuar frente a mi, yo no soy un peligro para Jasmine—Lo dejo en claro, poniendo una mano en el hombro de Harvey.—Bien, te doy gracias por cuidarla, pero ahora tengo que hablar con una ladrona.

—No me llames así—Reclamó Karina ofendida.

Evan rodó los ojos,—Lo eres, ahora vamos a hablar a solas, quiero explicaciones, Kerstin.
 


 

Y de nuevo la llamo con un nombre diferente. Quería una respuesta a eso, pero ellos se disponían ya a alejarse.

—Espera Evan—pedí.— ¿Por qué la llamas «Kerstin» si su nombre es Karina?

Evan miro con reproche a su hermana y volvió a dedicarme a mi una mirada normal.

—Ella en realidad se llama Kerstin, Karina es su nombre falso que te dio a conocer.

No supe que decir exactamente, pero aún tenía preguntas respecto a ellos. No era tan malo, sólo esperaba que ella no me hubiera mostrado un ella falsa, eso sí doleria. Pero lo trataría personalmente. Tenía otra pregunta:

—Evan, cuando la última vez que te vi, no tenías hermanas ¿Paso algo? Tu padre...

No me dejo terminar,—Luego te lo cuento.

Después prosiguió su camino con Kerstin, quería ir a su detrás, pero antes Harvey se puso delante de mi, interviniendo la vista de Evan que yo tenía.

Lo miré ceñuda intentando esquivarlo, pero se movía al mismo tiempo que mis pasos. Entonces puse las manos en mis caderas esperando a que hablará.

—¿Qué quieres?

—No sé—Respondió sarcástico.—Tal vez una descripción de por qué abrazas a mi amigo, un hombre que no es tu prometido.
 


 

Di un resoplido,—Ese «hombre» es mi mejor amigo, la carta que quemaste era de él, Evan era la persona que buscaba antes del desastre de mi vida ahora.

Me señaló amenazante,—No te quiero ver de nuevo con él, Jasmine, aunque sea tu antiguo mejor amigo, deja al pasado.

Hice una mueca,—¿Acaso tú me lo vas a impedir?

Antes de que responda pase por su lado y corrí lo más rápido que pude dentro del Castillo. Pero él me seguía por detrás, me dio risa ya que me recordaba que así jugábamos con Evan, al «Corre y atrapa». Pero la diversión se colmo cuando tropecé con mis propios pies y caí de cara.

—¿Estás bien?— Harvey llegó a mi.

Alce la cabeza y lo miré, arrugando la alfombra debajo de mi con mis manos.

—No, caer al piso es como besarlo—Remplace mis sonrisa a gritarle:—¡Claro que me dolió, Harvey!

—Ven—Extendió su mano para que me levanté.

Cuando ya estuve de pie de pronto sonó un sonido fuerte que nos exalto por un segundo. Y claro, mi curiosidad se puso en movimiento.
 


 

—Eso vino del segundo piso ¿Cierto?
 


 

—Si, pero no...—Puse un dedo sobre sus labios, callando sus palabras.

—Vamos a averiguar—Le tome de la mano y lo jale al segundo piso, donde se extendió frente a nosotros un pasillo con cuartos a sus lados.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.