°YO NO QUIERO CASARME°
La mañana se mostraba fría y con un poco de niebla sobre el mar, pero el barco avanzaba y el sol se iba asomando. Mis cosas ya estaban listas, pero yo había salido a popa para tomar aire, estaba nerviosa, apenas pisará tierra tenía muchas cosas que atender.
Con decir que iba a relatar la verdad, no sólo el beso iba ser revelado, tenía pensado también hablar sobre mi... verdadera identidad, mis verdaderos padres y el real motivo de lo que pasaba en mi vida, así Thiago no tendría nada por decir. Quería tener la ventaja por poco tiempo, después vería como afrontar las consecuencias de abrir la boca.
Tenía miedo, pero era necesario...
Suspiré, alejándome de la baranda y yendo adentro, algunos ya empezaban a salir de sus habitaciones, los empleados pasaban con bandejas, ropa, etc. Me apure a ir a mi dormitorio, aún tenía que alistarme, la hora de desenbarcar se acercaba. Me senté en mi tocador, tome el peine dispuesta a hacerme una trenza, pero al verme en el espejo pude ver a alguien sentado en mi cama.
-¿Qué haces aquí?- Me giré sobre mi asiento, en dirección a Thiago.
-¿No es obvio? Ya pisaremos tierra y el plan empieza ahora-Se puso de pie.
A él no le iba a contar sobre lo que tenía pensado, no quería arriesgar mi plan. Así qué decidí seguirle la corriente, mostrarme débil y confiable ante él.
-Bien ¿Qué tienes pensado?
Thiago alzó una ceja, parecía que mi obediencia le sorprendía, esperaba que no sospechara nada. Me acomode en mi silla y me crucé de brazos, arrugue las cejas para darle a creer que sólo obedecía por molestia.
-Me encontraré con alguien, él te estuvo investigando un tiempo, pero fue difícil encontrar alguien que conociera a tus padres-Camino a la salida,-Sólo te digo que estés atenta y no hagas una tontería, que ten por seguro que nunca falla mis planes. Sólo eso.
Cuando salió, suspiré con pesadez. Tenía que apurarme.
Me termine de arreglar, mi peinado y vestido estaba arreglado como debía, recordé que iba presentarme ante la realeza, no quería hacer quedar mal a Harvey, ya se había anunciado que en cinco minutos íbamos a dejar el barco.
Salté un poco al escuchar abrirse mi puerta tan de repente, pero me tomé el corazón al ver quien era.
-¡Buenos días, mi lady!-Entró Harvey, me alcanzó y me dio un beso en los labios-.¿Estás lista?
-Creo que...si-Le regalé una sonrisa, aunque eso significaba más.
Los empleados entraron después de él, Harvey se puso a mi lado para ir en la parte lateral del navío y así poder descender, en parte en nuestro recorrido Thiago y Lucía se sumaron. Los encargados ya estaban poniendo la pasarela en su lugar, las cuerdas ya estaban sujetas a los palos del puerto en cada extremo. Todas las personas empezaron a descender. Primero las de primera clase, ahí estaba yo, haciendo fila con Harvey a mi lado.
Cuando ya pisamos tierra fue un alboroto total, guardias y servidores del Reino Alemán se hicieron camino para llegar a Harvey y Thiago, los guardias crearon vía libre entre las personas.
-¡Oh! Sus Majestades-Les dio reverencia un Barón ante los príncipes-. Se les estaba esperando, espero que su viaje haya sido cómodo.
-Tranquilo, Albert, buenos días a ti también, sólo llevanos a nuestro carruaje-Le correspondió Thiago, poniendo una mano sobre el hombre y empezaron a caminar.
Yo iba tras Harvey junto con Lucía, aunque ella caminaba con confianza, yo me limite mirar al frente, las personas asomaban su atención hacia nosotros y eso desde el principio me ponía nerviosa ¿Qué pensarán de mi? Se me pasó por la mente, unos de esas miradas era de gente humilde que veían a Harvey con gran admiración, pero las personas de alta sociedad parecía que querían escudriñar dentro de cada uno de nosotros, como si esperarán aunque sea un pequeño error para armar un rumor, si ellos les miraban así, a mi lo hacían como si quisieran enterrarme viva.
Trague saliva y seguí a Harvey.
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Todas las personas miraban a Jasmine queriendo saber quién era, la envidia se reflejaba en sus ojos de cada uno que se asomaba, pues andar con la realeza era un lugar que te proporcionaba más tratos privilegiados. Mayoría de la personas ya habían olvidado del rumor del nacimiento de Harvey, sólo las personas mayores recordaban, así que todos sólo lo miraban con codicia, los padres para poder afiliarse sus hijos con los del rey, los jóvenes con deseo hacía Lucía y al parecer habían notado también una mujer más estaba en su compañía, Jasmine. Harvey se percataba de eso, por lo tanto apuro el paso hacia el carruaje, con los demás siguiendole hasta llegar a los carruajes.
-Sus Majestades pueden pasar aquí, las damas irán al de atrás-Sugirió Albert con respecto al transporte, Thiago hizo caso, pero Harvey se quedó parado-.¿Ocurre algo príncipe?
Harvey agarró a Jasmine y indicó:- Lucía Y Thiago sigan en este carruaje, Albert vas conmigo y la señorita Herrera.
Lucía abrió la boca queriendo exigir, queriendo decir algo más, pero Harvey se adelantó dejándola con la palabra en la boca. Thiago también se preocupó, pero no podía hacer un reclamo por lo raro que se vería, se resignó, pero le causó nerviosismo a la probabilidad de que Jas ponga en evidencia la misión que tenía y lo que había hecho.
- Pero señor...-Quería recalcar Albert.
-Sigueme Albert-Le reiteró el hombre con ojos verdes, mientras ayudaba a Jasmine subir al carruaje de atrás.
El hombre sin más que decir, después que Harvey entró, él lo siguió y cerró la pequeña puerta. Dejando a más que una multitud que empezó a murmurar sobre el raro comportamiento del cuarto heredero, además de compartir un carruaje con una señorita que nadie conocía.
Algo estaba pasando y todos estaban ansiosos para especular y armar teorías sobre eso.
Jasmine hacia girar su anillo como un tic nervioso, cuando el carruaje se empezó a mover, Harvey se movió a sentarse a su lado, dejando a Albert frente suyo, el hombre miró raro esa acción y entonces Harvey empezó a explicar.