Mentiras En Tus Verdades

Cuarenta y Ocho


°NO HAY NADA QUE PENSAR°
 


 


 


---Pan comido.

Fueron a la parte trasera, pero antes pasaron por la cocina, Ashalyn no pudo evitar robar un poco de comida. Los trabajadores que dejaban en esa parte las cosas ya hechas no la regañaron, estaban acostumbrados que la princesa viniera algunas veces.

---Señorita--- Le advirtió Begonia---. Eso es para los invitados que llegarán.

---No habrá diferencia, solo déjame cinco bocaditos.

Dijo viendo todas esas bandejas con comida, hermosamente decoradas y repartidas. Sus ojos plomos casi podían brillar con anhelo.

---Lo hará de todos modos--- La reconoció Elí.

---Todos conocen su amor por la comida, aún si la quisieron controlar a dietas, el chef de su palacio la adora y los de aquí también, no le hará mal--- Se recordó Dante.

---No, le será pesado después correr, también la conozco demasiado bien para predecir que lo hará.

---Entonces ¿Dos vasos de ponche? Tomar algo será bueno en este día caluroso. Tengo hambre.

---Esta bien, señorita. No es fácil negarse a usted--- Suspiró Begonia rendida.

---Bien, bien, vamos a compartir un poco--- Fue rápido a tomar el cucharón y servir tres vasos, le ofreció a cada uno---. No me vean solo a mi, tomen.

---Por mi la acepto con gusto--- Elí lo bebió en un solo tragó como si fuera cualquier bebida. Ashalyn lo admiro por tomarlo de esa forma.

También le sirvió a su doncella.

Begonia no dijo nada pero se lo agradeció con la mirada, el sol estaba siendo demasiado que esto era refrescante. Cuando lo probó se dio cuenta que su señorita no debería de tomarlo, cuando quiso decirle era demasiado tarde.

Jas fue la siguiente que tomó imitando a Elí, no penso que el alcohol en el ponche fuera demasiado, ella no era muy tolerante. No había otro camino más que tragar. Tosió y frunciendo el ceño, se quejó.

---Que fuerte, por eso mamá no me deja tomar con ella--- Se fue a tomar agua---. La mitad de los invitados terminarán con el brindis antes de que terminé la fiesta.

---No muchos son débiles como usted--- Sir Elí como lo dijo, era muy sincero. Pero Jas no se ofendió, sabía que era verdad.

---¿No se olvidaron de mi?--- Dante les llamo la atención.

---No, aún te falta un año más--- Le recordó Ashalyn---. Mi madre despertara al gallo en la mañana por el sermón que me daría si rompo esa regla.

---No tiene por qué enterarse, por favor--- El agarro la mano como súplica.

---Estare un poco con el alcohol en la cabeza, pero mi respuesta es no, prefiero vivir. Serás más sano si lo tomas a una edad adecuada.

---Pero...

Alzó un bocadito de las bandejas en el mesón y se lo dio a la boca. Jas lo veía como el hermanito que nunca pudo tener, por eso lo cuidaba mucho. Aunque también Dante era alguien responsable, se convirtieron en amigos.

Teniendo a Dante resignado, no había nada más que hacer en la cocina

---Bien, vamos por el maíz---Los ánimo dando un paso, pero se mareo un segundo.

Elí la sostuvo del brazo.

---Sé lo dije princesa, tomar no es una buena idea para usted--- Le regaño Begonia.

Ashalyn volvió a ponerse firme sin Elí y camino de nuevo a la salida al jardín.

---Solo fue un segundo, tomé un vaso, se me pasará rápido, Begonia--- Volvió a caminar normal, aunque estaba dando todo de sí en su mente para no preocupar a los suyos.

---¿Crees que estará bien?--- Le susurró Elí a Begonia mientras veían a la princesa seguir por delante de ellos.

---No lo sé, pero preparece para correr en cualquier momento, estamos casi cerca del lago--- Le aviso Begonia yendo a lado de Ashalyn.

Jas se guió por el sonido que las gallinas hacían su cacareo para llegar a ellas, había un almacén cerca de la cerca de madera, supuso que ahí debía estar el maíz. Lo fue a buscar.

---Aqui hay dos pequeñas castañas--- Señaló Dante cuando entraron.

---Agarralas, yo traeré el saquillo--- Las mejillas de Ashalyn se volvieron ruborizadas, quería decir que ectuaria un poco torpe.

Si una tarea era simple, una princesa con un poquito de alcohol en el sistema lo volvería complicado. Demostró que sería así cuando Ashalyn tomo el gran saquillo y lo quiso vertir todo sobre esas canastas. Como resultado el maíz quedó desparramado.

---Su majestad, déjeme recoger esto por usted--- Se apresuró Begonia.

---Fue mi culpa, yo lo tengo que arreglar -hip- cielos--- Ashalyn le volvió marear la vista.

Sir Elí también se unió, aunque era un hombre grande por su altura, entro a ese pequeño espacio.

---No se preocupe princesa, debía de salir a tomar aire--- Dijo Sir Elí.

---Si, Ashalyn, no te ves bien en un lugar cerrado--- Dante la llevo afuera.

Antes de eso, Begonia lleno una canastilla con el maíz, Dante se lo entrego Jasmine. Ella pronto olvidó su mente y fue a saludar a las gallinas, había unos cuantos polluelos que piaban.

---Que bonitas son, aquí les traigo un regalo--- Se metió dentro dejando abierta la cerca.

Se acuclillo para acercarse y darles a cada una porciones pequeñas, le encantaba los animales y con ellas tenía curiosidad por tocarles las plumas, cuando las gallinas estaban comiendo ella extendió su mano y casi tocó una. Pero de repente sintió picoteos en la coronilla de su cabeza.

---¡Hey! No--- Se levantó y quiso sacarla de encima, pero sin previo aviso otras tres aletearon y también querían llegar a su cabeza---. ¡No saben cuánto duelen sus picos!

Retrocedió en sus pasos moviendo el brazo frenética, sostuvo su maíz y aún así las que seguían con ella no la dejaron.

---¡Ashalyn!--- Dante quiso agarrar una.

---¡Señorita!--- Begonia salió por los gritos que oía afuera, corrió ante Jas cuando la vio con las gallinas alborotadas.

---Sabia que pasaría esto--- Sir Elí troto cuando vio que la princesa intentaba escapar saliendo de la cerca y yendo despavorida hacia el lago en dirección directa.




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