Mentiras Peligrosas

#30 Dinner Date

Pude ver sus treinta y dos perlas blancas, sus afilados colmillos encajarse en el emparedado de tres carnes. Tras tomar el mordisco final del bocadillo restos de mostaza quedaron pegados a su barbilla.

Todo había sucedido muy rápido, por instinto terminé por aceptar la peculiar propuesta, tuve que subir a la habitación a ponerme ropa deportiva y unos tenis. Cuando me uní a Daniela estaba al frente de la casa, estirándose. Había comenzado a calentar los músculos. No tuvo que decir nada, imité sus movimientos apenas salí y fingí estirarme, dudé que fuéramos a hacer algo que lograra cansarme. Estaba equivocado. Terminamos corriendo por cinco kilómetros, tuvimos que hacer varias pausas para que tomara aire, resulta que a pesar de mi condición estoy en pésima forma.

Al terminar aquello el apetito se me había abierto lo suficiente como para atreverme a pedir un desayuno en aquel restaurante ochentero en el que no hace mucho Isabelle y yo habíamos ido.

—Entonces, ¿me dices que tuviste insomnio y saliste al patio?

—Si. —Respondí.

—¿Estás seguro de que no estás buscando excusas para verme? —Posó sus manos en las mejillas para actuar sorprendida. —¿Esto es una broma emo, estoy en televisión?

Rei un poco. —Ya nadie dice emo.

Pareció que mi respuesta la sorprendió, porque casi se atraganta con el agua. —¿Te has visto en el espejo?, eres la imagen perfecta de un niño emo. Super Edgy.

Lo dice la chica de las bandas underground. La chica punk que por alguna razón es super popular.

No sé si era algo mío, pero todas las chicas que conocía me habían rodeado con los ojos. —Debes ser muy popular con las chicas. —Lo siguiente que hizo fue mostrarme unas fotos en su teléfono. En todas ella estaba en medio de una multitud, cerca del escenario donde tocaba una banda. —Tengo el dinero y es algo que me gusta hacer. Estoy segura de que tu trabajas como loco en la cafetería para…—Me examino rápidamente. —No tengo ni puta idea de que es lo que haces con tu dinero. Ciertamente no compras ropa.

—Pagar la renta principalmente. —Esa era la triste realidad. Desde que salí de casa de mis padres he luchado con subsistir con el poco dinero que tenía, y la caridad de mis familiares cercanos. Ahora que estaba a miles de kilómetros de casa, el dinero no tardaba en escasear, entre la renta y los gastos en la compra de sangre terminaba con una miserable parte de mi sueldo.

—¿Cómo es que un güerito como tú termina tan lejos de casa y sin apoyo de sus padres? —No tenía que entender su idioma, reconocía cuando alguien me llamaba blanco en cualquier idioma.

Me las había arreglado para evitar preguntas sobre mi pasado, pero hasta yo sé que no se puede huir por siempre. —Mis padres y yo no somos muy cercanos. —Marqué el silencio, pero ella se vio inmersa sobre lo que decía. —Hace poco más de un año que comencé a vivir solo. Hago lo que puedo para no hablar con ellos.

—Lo siento. —Trató de mostrarse empática.

—No es tu culpa. No te preocupes.

Se escucho conmoción en el restaurante, una pequeña multitud se había agrupado frente al televisor que colgaba cerca de la barra. Alguien grito a los empleados que subiera el volumen.

Había una reportera frente a la estación de policía. —La GPD ha dado a conocer que el presunto secuestrador Rand Branson fue encontrado muerto en su celda. La policía mantuvo la información oculta hasta tener más información sobre lo sucedido. Según nos informó el capitán Mateo Hernández, el sospechoso se cortó la garganta.

—Que conveniente. —Mascullo un hombre en la multitud.

—Parece que es algo realmente serio. —Dijo Dani.

—No tienes idea de cuánto. — Miré religiosamente la mancha de mostaza que tenía en la barbilla, lo cual la volvió consciente de su situación ya que tomó una servilleta y se limpió. —¿Mejor?

•••

Partimos caminos luego de terminar de comer en el restaurante. Daniela mencionó que tenía una práctica a la que asistir, lo cual me tomó por sorpresa ya que normalmente no practicaba a estas horas.

Me mantuvo preocupado la escena de la madrugada. Cual vil buitre me sentía atraído hacia las presas débiles, y no hay nada tan débil como una persona que ya no respira. Esas personas secretan un aroma único, fácil de rastrear, este suele aferrarse a los objetos que tocan. Es lo que me ha llevado a ambos lugares. Por si fuese poco lidiar con lo que había ocurrido, cada vez hacia más sentido la teoría de Isa. Tal vez hay alguien detrás de todos estos actos.

Había algo realmente extraño en la ciudad, que el secuestrador cometiera suicidio en una celda no me hace el mayor sentido, es demasiado elaborado, por la forma en la que le vi aquella noche, ciertamente parecía alguien tan metódico. Esto tenía que ser obra de alguien más, alguien que le hubiera facilitado el acceso a una navaja, alguien que buscaba mantener sus secretos enterrados. Se habían desecho del mensajero, y ahora la policía no tenía ni una sola pista para continuar con su investigación.

A veces parece que la policía simplemente no quiere responder por los crímenes, probablemente no sepan que hacer, tratan de ocultar algo tras la cortina. Las redes de difusión masiva estaban altamente controladas en Glassdrop. Muy pocos periódicos exhiben este tipo de noticias, es como si lo hubiesen planeado así. Busqué por horas el historial de la ciudad antes de venir a ella y aun así fui incapaz de encontrar información sobre las desapariciones u homicidios.



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En el texto hay: vampiros, horror

Editado: 30.11.2023

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