Noud:
Cuando Edith dijo que mi hermanito tenía mucha energía, pensé que exageraba como cualquier madre, pero la verdad es que eso no había sido otra cosa que una advertencia, Brassen era un tornado, quería ir a todos lados, tiraba de mi mano de puesto en puesto y de hábitat en hábitat.
- ¿Es así siempre? ‒pregunto bajo mientras comemos algo, él parecía no estar cansado a diferencia de mí.
- Sí, consté que te advertí ‒se encoge de hombros sonriendo antes de morder su perrito caliente, deja su comida en el plato cuando su teléfono suena‒. Ya vuelvo ‒se pone de pie antes de alejarse de nosotros, podía verla asentir y mover las manos.
- Tu madre parece muy seria hablando, ¿es algo importante? ‒pregunto bajo a mi hermano.
- Debe ser trabajo, mami sólo se pone así cuando le habla la tía Rose ‒lo miro esperando que diga algo más, pero parece que tiene prohibido decir de que va todo o sólo no quiere decirlo.
- Lo siento, trabajo ‒dice una vez que se sienta, al igual que su hijo no dice nada más.
- ¿Eres una espía? ‒ambos se giran a verme con sorpresa, comienzan a reír.
- No, pero sería genial si mami fuera una espía ‒dice mi hermano emocionado.
- Veré que se puede hacer ‒acaricia su cabecita con amor mientras le sonríe, sin duda, mi hermano tenía mucha suerte.
Odessa:
Rose me había informado que la habían llamado de Helena Carrasco, mi marca favorita de perfume, así que estaba muy feliz por eso, no podía esperar a que llegara el jueves para ir a grabar el comercial.
Cuando el día llegó estaba tan emocionada que llegué media hora antes junto a Rose, pobre, siempre estaba arrastrándola a todos lados y algunas veces, llegando demasiado temprano.
- Sea bienvenida señorita Abney, pase por aquí ‒me dice una amable mujer guiándome a una sala de juntas, ahí estaban algunos ejecutivos de la marca y el director creativo, lo primero que haría sería firmar el contrato, ahí se estipulaba el pago y mi trabajo, no había nada diferente a otros contratos, mi imagen se utilizaría para la campaña, grabaría un comercial, tendría una sesión de fotos y tendría que subir algunas publicaciones en mis redes sociales de manera orgánica, para mí estaba bien.
- Comenzaremos con la sesión de fotos y al final haremos el comercial, ¿estás de acuerdo querida? ‒Charles Reed era un conocido director creativo, no era la primera vez que trabajábamos juntos, así que me tenía y le tenía confianza.
- Claro que sí, lo que me digas ‒le sonrío animada, suponía que haría todo sola, no era extraño.
- Por cierto querida, en el comercial vas a grabar con alguien más ‒asiento, daba igual, trabajo era trabajo.
- De hecho señorita Abney, su compañero es uno de nuestros socios ‒me giro a ver a la asistente con sorpresa, eso sí que era nuevo y por demás extraño.
- Esta bien ‒me encojo de hombros y asiento.
- Acompáñeme por favor señorita ‒me dice una asistente, me pongo de pie y la sigo.
- Por favor, llámame Odessa, me sentiría más cómoda ‒le digo suave‒, y también que me digas tu nombre ‒le sonrío.
- Esta bien se... Odessa, mi nombre es Judith ‒dice suave y me sonríe.
- Un gusto Judith, ella es Rose ‒señalo a mi mejor amiga.
- Hola Judith, espero que trabajemos juntas para hacer que Odessa brille hoy ‒me abraza y rio por su energía.
- Claro que sí Rose, aunque Odessa no lo necesita porque ya brilla mucho ‒me sonrojo y rio nerviosa.
- Basta o me lo voy a creer ‒les guiño un ojo bromista, ellas ríen.
Cuando llego al camerino ya me están esperando una maquillista y un estilista, le agradezco a este último pero Rose se encarga de mi cabello siempre, es la única que sabe cómo manejar mi peluca.
Una vez lista camino al estudio de fotografía, habían elegido un vestido nocturno que iba con la temática del perfume, tenía por nombre: Sunshine moonlight, un curioso nombre igual que la botella, la mitad era azul marino con brillos y la otra mitad era un amanecer en naranja y rosa, era preciosa, además la tapa tenía forma de una estrella y un colgante de luna. Otra cosa que me gustaba de hacer comerciales es que solían darme algunos productos, pero este era el PRODUCTO, no es que no pudiera comprarlo pero sería lanzado en un mes tras la campaña, así que lo tendría antes que nadie y eso me emocionaba mucho.
Tras tres horas terminamos la sesión fotográfica, nos habíamos tardado ya que en un punto habíamos cambiado de locación dos veces debido a que Charles había tenido algunas ideas, no me molestaba, en realidad lo había disfrutado.
- Ahora cambio de vestuario para el comercial, te espero en el set querida ‒Charles me había pasado unos bocetos de cómo sería todo, en ellos la chica estaría trabajando con la ropa habitual de oficina, falda recta hasta la rodilla, medias, blusa blanca y saco a juego de la falda, cabello recogido y lentes, algo bastante cliché pero que daría el contraste necesario. Después de eso, su amado le hablaría para invitarla a una cena sorpresa cuando ella saliera del trabajo, la secuencia iniciaba aquí, donde ella se ponía de pie y atravesaba una tienda de ropa, un vestido estaba extendido, lo traspasaba y estaba vestida, para rematar o mostrar la belleza del vestido debía dar una vuelta. Lo siguiente era similar pero en una zapatería, patearía lanzando mis zapatos y al bajar el pie, ya tendría los nuevos, unos que combinarían con el vestido. El resto de los accesorios sería similar. El maquillaje consistiría en una chica mostrando una brocha frente a mi cara y al quitarla ya tendría el maquillaje, y por último, el peinado constaría en que me soltara el cabello y tras agitarlo un poco estaría perfecto. En la entrada del restaurante una chica me detendría y rociaría un poco del perfume, así llegaría a mi cita lista para el romance, mi compañero me abrazaría y olería mi cuello, él sonreiría encantado con el olor y yo abriría los ojos con una sonrisa mientras mostraba detrás de la espalda de él el perfume y ahí terminaría todo.