Ancel:
Sin duda Edith era una caja de sorpresas, jamás hubiese creído que le gustaba ese tipo de música, pero había cantado y bailado desde el momento uno, parecía feliz y al parecer, todos nos habíamos contagiado de esa energía.
Nos habíamos subido todos a la camioneta, incluso Noud nos había acompañado, esta vez le había pedido al chófer que se fuera ya que manejaría.
- Gracias a todos ‒se había sentado en el asiento del copiloto, se había girado para vernos, sus ojos se veían un poco húmedos‒, siempre quise venir a un concierto de ellos con amigos y ahora lo cumplí, incluso pude subir al escenario ‒se remueve emocionada, nadie aquí sabía nada de su pasado, sabía que con unas llamadas lo sabría, pero no quería saberlo de esa manera.
- Ha sido muy divertido, vayamos a otro todos juntos ‒dice Omar y su esposa asiente. Edith les dedica una gran sonrisa, se gira para encender la radio, kiss a girl suena.
- Además de Rosie, mi esposa y Edith, el resto hemos besado a una chica ‒dice Omar y asiento.
- No es cierto ‒de repente ella se gira para verlo, luego Lilia parece recordar algo.
- Lo había olvidado ‒ambas mujeres comienzan a reír, todos debemos tener la misma cara de desconcierto.
- Cuenten el chiste ‒Omar parecía impaciente.
- Lilia y yo si que hemos besado a una chica ‒menos mal estaba parado por un alto o habría frenado por la impresión.
- ¿A quién? ‒preguntamos los tres al mismo tiempo.
- Ella y yo ‒responde Lilia aun riendo.
- Fue para una película cuando recién iniciaba, era la mejor amiga de Lilia y por alguna razón, a ella siempre la dejaban los chicos, así que se cuestionó si era porque no sabía besar o qué, en la escena estábamos tomando y yo como su mejor amiga le dije que no y que me mostrara como besaba ‒niega riendo.
- Entonces la beso y así definimos que el problema no era ella sino esos tipos ‒Edith asiente de acuerdo.
- No sé como pude olvidar aquello, siempre diciendo que te robaré de Omar ‒niega riendo.
- Fue casi de las primeras películas, es normal que lo olvidáramos ‒Lilia abraza a Omar, este parecía sorprendido pero divertido.
- Haré un reto de esto ‒dice de repente‒, Rose, pásame la peluca ‒la aludida asiente y se la pasa, se la coloca y toma otro teléfono, lo abre y la veo iniciar un live‒. Chicos, hola, sé que es tarde pero tengo que decirles esto antes de irme a dormir ‒podía ver como las personas se conectaban de inmediato‒, en efecto, vengo saliendo del concierto y se me ocurrió hacer un pequeño concurso, pero tranquilos, lo publicaré mañana a eso de las once para que todos tengan la misma oportunidad de participar ‒ella sonreía animada, verla así era otra cosa si lo comparaba con aquella noche‒, ganará el primero que dé la respuesta correcta, no importa si es el comentario número cincuenta, si es la respuesta correcta va a ganar ‒me había conectado para ver los mensajes, todos estaban emocionados e intrigados, preguntaban cuál sería el premio‒. El premio será una cena para el ganador y un acompañante conmigo, y me comprometo a llamar y pedir la presencia de su actor, modelo o cantante favorito ‒podía ver lo emocionados que estaban‒. Duerman bien ‒les manda un beso antes de terminar la transmisión.
- Algo muy arriesgado ‒escucho decir a Omar.
- Confío en mis habilidades de persuasión ‒ríe bajo, de todos modos, ellos no sabían que yo movería cielo, mar y tierra para que eso pasara.
Edith:
Ancel me había dejado en mi casa y en cuanto toque la cama caí rendida, me desperté antes de las diez y tras darme un baño, busco el clip de aquella escena, sin duda me costo un poco de trabajo dar con ella, intenté que fuera lo menos reconocible y lo colgué con el mensaje: Adivina de qué película es este clip y gana una cena conmigo, un acompañante y tu artista favorito. El ganador será quién dé la respuesta correcta, suerte a todos.
Cuando dan las once la publicación se postea, sonrío y bloqueo el teléfono, ahora procedería a desayunar y en una hora o dos vería los comentarios.
- Edith, te buscan ‒la voz de Melinda me saca de mi trance, comía lento todo pensando en los eventos de este medio año, pronto sería navidad y también pensaba en eso, ¿sería bueno un viaje o celebrar en casa con amigos?
- ¿Quién? ‒me pongo de pie, camino hacia ella quién señala la puerta, mi sorpresa es mayúscula cuando veo las figuras paradas en la puerta‒. ¿Qué hacen aquí? ‒frunzo el ceño al ver a mis padres en la puerta, me acerco hasta quedar a unos pasos de ellos.
- Quería verte y conocer a mi nieto‒dice mi madre suave, resoplo rodando los ojos.
- ¿Cuáles? Según recuerdo, la última vez dijeron que no tenían una hija, no entiendo entonces a quién vienen a ver ‒los miro sin emoción en mi rostro.
- Sé que nos equivocamos, estamos muy arrepentidos ‒alzo una ceja ante el tono de mi padre, no sonaba altanero o molesto, ahora que los veía mejor parecían muy viejos para su edad.
- Adivino, la abuela les dio la dirección ‒suspiro frotándome el rostro‒. ¿Quieren dinero o algo? Puedo darles si ese es el caso ‒sé que parecía fría, pero ellos me habían vendido a los Miller a los 16 años, no podían esperar que creyera que necesitaban algo más de mí.