Mentiras, una y más mentiras....

Reencuentro.

ALEXANDER

Estaba tan nervioso que estaba dando vueltas en mi despacho, después de aquella conversación con Sarah, no quería decepcionarla otra vez, quería tenerla en mis brazos nuevamente y que ella me amara, pero aquello era más que imposible, no ahora que tenía el compromiso con el otro club y mucho menos si ponía en riesgo su vida por culpa de la loca y del idiota arrogante.

¿Entonces? ¿Me las vas a decir o lo tengo que adivinar yo?

Te contare lo que quieras, pero no ahora necesitas descansar primero y cuando te encuentres bien te diré.

Alexander, no me puedes dejar así Alexander. Quiero saber la verdad.

Entiende quiero que este recuperada primero.

Y con eso la deje sola en la habitación.

No quería mentirle más, pero primero es su salud cuando esté lista le contaré todo lo que quiera saber. Mientras tanto puedo disfrutar su compañía en mi club, como en los viejos tiempos en donde todo era relativamente bien.

Estaba terminado de revisar algunas cosas, cuando entra mi segundo al mando hecho una furia, no entendía lo que le pasaba hasta que me mostró una foto en donde estaba mi hermana saliendo del instituto.

- Por qué carajos tienes una foto de mi hermana.

- Llego junto con una carta, en donde mencionaba a tu queridísima Sarah.

- ¿Que?

- Dice que dejes a Sarah en paz o sino se van a meter con Amber.

- ¿Quién pudo hacer eso?

- ¿Quién más? Tu fanática loca.

- ¿Estás seguro que es ella?

- Estoy más que seguro hermano

- Bien, pondré a luka a investigar, tu cuida de mi hermana.

- Siempre.

Para cuando termine los pendientes del club, más lo del problema, me encamine a mi habitación en donde se supone que debe de estar Sarah.

SARAH

Habían pasado horas quizá, desde que Alexander estaba en la habitación, me estaba aburriendo ahí dentro así que decidí, darme una pequeña ducha en su baño para matar el tiempo un rato. Después de la relajante ducha y ponerme algo que me quedara, que solo consistía de una playera negra y un bóxer que encontré entre los cajones de Alexander. Me dio hambre después de un rato, así que decidí que lo mejor era ir a buscar un poco de comida ya que, el idiota que me dejo con mil preguntas no se le ocurrió la gran idea de traerme comida durante las horas que estuve ahí encerrada, para cuando iba bajando las escaleras me topé con el idiota que me dejo con hambre en la habitación.

- Sarah, que haces afuera de la habitación?

- A ti que te importa.

Lo quise rodear, pero el muy hijo de su mamá me echo como saco de papas en su hombro.

- Que te pasa imbécil, bájame.

- No, tu deberías de estar descansando. Aparte están demasiados hombres haya abajo y te van a ver así.

- ¿Así cómo?

- Así, mostrando tus hermosas piernas invitando a cualquier idiota a querer poseerte.

- Idiota. – susurre apenas entre al cuarto de nuevo.

- ¿Ya me vas a decir el por qué te saliste de la habitación?

- Porque tu idiota, no me trajiste nada de comida y estoy hambrienta.

- Oh que idiota he sido, discúlpame.

Y con eso salió rápidamente del cuarto dejándome sola, otra vez. Paso un buen rato y yo aún seguía muriendo de hambre, mientras estaba dando vueltas en la cama recordé lo que soñé, no sé si sea verdad, pero lo averiguaré ahora mismo. Y con eso en la cabeza, me dispuse a husmear en el cuarto de Alexander, pasado un tiempo me iba a rendir con esto de buscar algo que me demuestre que ya había estado en este cuarto, encontré varias cosas mías en uno de los cajones de una de las mesitas que tenía al lado de su cama. Estaba tan sorprendida y tan asustada, ¿Cómo mierdas tenia fotos mías de cada maldito lugar al que voy o iba? Como pude cheque más a fondo las fotos y cada una tenia escrito un lugar y una hora determinadas, esto cada vez me estaba dando más miedo, en la última fotografía me quede viéndola ya que en esta aparecía con un chavo un poco mayor que yo, en esta me encuentro besando al tipo y aunque no se logre ver bien su cara siento una tristeza enorme, creo que el tipo era más importante de lo que se ve en la fotografía. Al inspeccionar un poco más la fotografía me doy cuenta de que mi vientre está un poco abultado, parce como si estuviera ¿embarazada?, con esto último guardé las fotografías en donde estaban, menos la última quería investigar un poco más con ella así que la doble lo más que pude y la escondí en mi sostén.

Espere unos momentos más a que llegara Alexander, quería saber el porqué de varias cosas, pero este se estaba tardando demasiado. De un momento a otro se escucharon gritos, me alarme de inmediato no sabía lo que estaba pasando, pero eso no me detuvo para que me pusiera un pantalón de franela que encontré y salir de la habitación. Decidida fui bajando las escaleras, no sabía que me podía encontrar, pero me sorprendí demasiado cuando llegué a la "pequeña" discusión, ya que estaba Alexander viendo furioso a alguien que me resultaba conocido, no sabía de donde hasta que recordé la fotografía que encontré en el cajón de Alexander.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.