Mentiras, una y más mentiras....

¿Quién demonios eres tú?

SARAH

Tan solo han pasado unas semanas desde que me mude de a mi nuevo departamento, no he sabido mucho de Alessandro y lo único que se es por nana, me ha comentado que se la pasa en los negocios, bebiendo y llegando hasta altas horas de la madrugada, que empezaba a actuar como antes de que yo apareciera en su vida, solo que le faltaban las zorras que se iban por la mañana siguiente y no me culpen fueron exactamente las mismas palabras que uso nana para referirse a esas personas.

He conseguido un empleo en una tienda de ropa, ayudo a las personas con lo que pueda y además de estar en la caja o acomodando ropa. Mi sueldo tal vez no sea lo mejor, pero es bueno para sostener mis necesidades por un tiempo, estoy pensando en buscar otro empleo por las noches para empezar a juntar un poco de dinero, ya que quiero terminar la universidad y buscar un mejor empleo, quiero saber de lo que soy capaz, conocerme realmente.

Y justo en estas semanas he estado sintiendo como si me observaran de lejos, como si me mantuvieran vigilada, se lo he comentado a nana y ella trato de tranquilizarme diciendo que podría ser Alessandro tratando de cuidarme a su modo, eso ha logrado tranquilizarme solo un poco.

En cuanto a mis recuerdos, no va muy bien que digamos ya que estoy teniendo una especie de pesadilla constante en la que no paro de observar unos ojos que me transmitían demasiado miedo y sé que los he visto antes mas no recuerdo en donde, tal vez pueda descubrirlo después. No le doy tantas vueltas al asunto ya que me tiene un poquito paranoica, junto con esa sensación de ser observada.

En este preciso momento estoy llamando a nana para saber si va a ser algo esta tarde, ya que tengo ganas de verla y pasar un rato con ella. Quiero platicar con alguien y que no me sienta presionada a tener que recordarla o algo por el estilo.

Además de que Amber salió de la ciudad según me comento la última vez que hable con ella, Alexander está muy ocupado en sus asuntos, según las palabras de Amber. Con el único que he estado manteniendo un mínimo contacto es con Sebastián, ya que parece que se lo trago la tierra.

Ya que no he sabido nada de él y de su hermano desde la última vez que nos vimos, aunque de su hermano no quiero saber nada.

ALESSANDRO.

- Si, Sarah estoy libre esta tarde…. Claro sé dónde queda…… si está bien a esa hora te veo…. si, tú también cuídate. Adiós cariño.

Estaba como cotilla escuchando la conversación de mi nana con Sarah, pero es que tenía demasiada curiosidad de lo que hablaban, hace semanas que no sé nada de Sarah o bueno en realidad si sabía lo que pasaba con su vida, tenía a alguien cuidándola desde lejos pero cerca para que estuviera segura.

No quería que nada le pasase, no ahora con lo que está pasando en estos momentos, mi plan estaba en marcha solo era cuestión de tiempo para que atrapara al imbécil que quiere tener a mi mujer.

No he querido acercarme ahora que se mudó ya que el hombre que está cuidando de ella me ha informado que no es el único que está detrás de ella y sé que, si hago algo para acercarme a ella, el idiota querrá dañarla de alguna forma solo por su estúpido capricho con ella.

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Estaba repasando mi plan en mi mente cuando me di cuenta de un pequeño detalle que se me paso por alto, tenía una rata entre los míos. Claro como no se me había ocurrido antes, alguien le estaba pasando información de lo que hacía al idiota aquel, si no como sabría que íbamos a tener un hijo cuando claramente nadie sabía salvo los más cercanos y mis hombres, incluso cuando yo la dejaba sola para ir a trabajar o resolver asuntos.

Rápidamente le hable solamente a Carlo, para que empezara averiguar quién carajo era la rata que estaba entre mis hombres. Confiaba completamente en Carlo, era de la familia, nos habíamos criado juntos. Junto con Harry, pero Harry era un asunto aparte.

Mi nana ya se había ido con Sarah desde hace rato, pero por alguna extraña razón empecé a sentir un mal presentimiento y sabía que tenía que ver con Sarah. Por lo cual me empecé a preocupar, de que algo malo les llegase a ocurrir a ambas.

SARAH

Estaba terminando mi turno cuando empecé a sentir como si alguien me observara de nuevo, al principio no le preste atención tal vez solo era alguno de los tipos de Alessandro, mas sin embargo esta vez se sentía diferente como si sintiera unos ojos penetrantes detrás de mí, lo tuve que dejar de lado ya que en cualquier momento tendría que empezar a acomodar mis cosas para irme, pero me empecé a poner mucho más nerviosa cuando me llego un pequeño ramo de rosas, pensé que tal vez serían de Alessandro, pero cuando leí la nota me di cuenta que no eran de parte él.

Eso me dio un pequeño escalofrió, pero no quería ser paranoica, por lo cual simplemente tiré el ramo junto con la nota en el bote de la basura, aunque aún permanecía esa horrible sensación, pero lo tuve que dejar de lado ya que se me estaba haciendo un poco tarde para ir con María.

NARRADOR EXTERNO.

Observaba lo hermosa que es, mientras ella trabajaba en esa tienducha de cuarta, pero que podía hacer, ella quería ser independiente y todas esas cosas, pero solo estoy esperando el momento correcto para llevarla conmigo para tratarla como se debe, como una reina, una diosa.




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