Mentiras, una y más mentiras....

Estrellas.

Todo estaba pasando demasiado rápido demasiados heridos e incluso algunos muertos, humo por todas partes, la mansión echa un desastre y por lo que se veía solo era el comienzo de algo mucho más grande. Ninguno de los que se encontraban ahí sabia como había iniciado todo, solo unos cuantos suponían que era el inicio de una guerra que no auguraba nada bueno.

El principio del final algunos fueron mencionando, de toda esta tragedia solo había unos cuantos beneficiados, que solo esperaban el momento indicado para mover sus fichas.

Por otra parte, en medio del caos se encontraban un Alessandro y un Harry mal heridos y muy preocupados, buscando a la principal víctima de todo el gran desastre en el cual se encontraban.

- ¿Hermano te encuentras bien? – grito del otro lado de la habitación un preocupado Harry.

- Demonios si, solo dedícate a buscarla. – menciono exasperado.

Ella debía de estar aquí, no solo pudo desaparecer de entre todo el caos. No después de lo que había encontrado en su habitación. Ella debe de estar ahí. Pero había demasiados escombros, demasiado humo y lo único que se podría encontrar entre todo ese desastre eran muertos. Mas sin embargo se negaba a aceptar que su Sarah estaba perdida, mucho menos podía aceptar la idea de que tal vez podría estar muerta. El juro protegerla de todo y en esos momentos se estaba cuestionando ese hecho, se estaba reprochando el no haber podido cumplir su promesa.

De nuevo.

Días antes…

SARAH

Todo esto estaba pasando demasiado rápido, hace unas horas estaba tan feliz y ahora no sé cómo demonios debería de actuar, esto no se le hace a una mujer en mi estado. Demasiados planes que se fueron a la basura, en cuanto escuche esas palabras salir de su asquerosa boca, ¿Cómo demonios lo iba a lograr?

Además ¿Cómo le explicas al amor de tu vida que ya no quieres verlo más o de lo contrario todo se iría a la mismísima mierda?

Carajo, lo mejor será irme y desaparecer sin dejar ningún rastro.

- Sarah, te encuentras bien? – menciono Harry desde el asiento del conductor.

- Si, ¿por qué lo dices? – mencione haciéndome la desentendida.

- Porque estás jugando con tus manos y solo lo haces cuando estas demasiado nerviosa. – menciono. – es por algo que te dijo Amber?

- No claro que no, solo estoy así por culpa de los resultados que me dio el médico. – dije omitiendo la parte en la cual tengo que irme del país y de las cosas de las cuales me entere hace no menos de dos horas. Pequeños detalles, a decir verdad.

- Tranquila, el será el más feliz de todos. – dijo para poder tranquilizarme.

- Lo sé, ¿pero crees que es buen momento para eso? – menciono una de mis tantas preguntas. – ya sabes que ahorita ustedes se encuentran en...

- Siempre es buen momento para eso. – me interrumpió.

- Pero... – me volvió a interrumpir.

- Sí, pero Sarah, es una gran noticia y a todos les va a encantar. Mucho más a él. – me dedico una pequeña sonrisa cálida.

Con eso finalizó la pequeña charla que teníamos. Por mi mente pasaban un monto de posibilidades, sé que Alessandro haría todo por protegernos, pero ya no lo puedo poner en esa posición. El elegir entre lo que tanto le ha costado o yo, bueno en este caso en nosotros. Y el celular era un constante recordatorio de lo que tenía que hacer o si no todo sería mucho peor.

- ¿Y bien cuando le vas a dar la gran noticia? – menciono sacándome de mis pensamientos.

- Quiero hacerlo especial, así que no sé. – me encogí de hombros. - Cuando esté lista. – no mentía del todo.

- Bien, pero te voy avisando que él sospecha. – me volvió a recordar por décima vez en el día.

- No me lo recuerdes, solo guárdame este secreto, ¿sí? – le rogué.

- Sabes que sí. – me dedico otra sonrisa.

ALESSANDRO

No podía distraerme con nada, no ahora que estaba tan cerca de lograr mi cometido con ese par de idiotas, pero el saber que mi mujer me está ocultando cosas, me tiene de los cojones. Tengo mis sospechas sobre lo que podría estar ocultándome, pero sus acciones me desconciertan y no que se carajos creer. Justo en este momento está junto con Harry ya que había quedado con Amber en una cafetería cerca del centro comercial, pero se habían ido desde el mediodía y aun no llegaban.

- Bien, he estado investigando. – menciono Andrew sacándome de mis pensamientos.

- ¿Y? que es lo que encontraste? – pregunte ansioso.

- Sé exactamente la ubicación de en donde se encuentran todas esas ratas. – menciono dándome una sonrisa de lado.

- Bien, convoca a los demás, tenemos que idear los siguientes ataques. – le dije mientras guardaba unos papeles.

Con esto último salió del despacho. Ya habían pasado cuatro horas desde que se fueron Sarah y Harry, me estoy empezando a preocupar, más el sentimiento se desvanece solo un poco cuando escucho como llegan.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.