Mentiras, una y más mentiras....

¿Tú, eres?...

ALESSANDRO

No podía entender cómo demonios estaba pasando esto, mi mujer desapareció sin más de esta casa hace más de un mes y no he encontrado ninguna pista sobre ella. Todo paso demasiado rápido ese día, pasaron cosas que realmente no quiero recordar y bueno lograron que llegáramos a este punto, sé que tal vez tuve un error ese día, pero como yo podía saber que mi mujer está en esa condición.

Harry me lo menciono después de que no la encontráramos ese día, lo cual me volvió completamente loco ya que no podía creer como es que se estaba volviendo a repetir lo mismo de antes, pero esta vez todo iba a salir totalmente diferente a la última vez.

No permitiría que me arrebataran de nuevo lo más preciado que tengo.

De un momento a otro Alexander interrumpió en mi despacho- como lo ha estado haciendo desde que me quitaron a Sarah- se le veía un poco molesto, pero eso ya es costumbre en él.

  • ¿Por qué demonios aún no tenemos noticias de Sarah?  – me grito.
  • No lo sé, me he estado preguntando lo mismo desde el primer momento desde que se la llevaron de nuestra casa. – mencione con sarcasmo.
  • No empieces con tus pendejadas alessandro. – me advirtió. – eres su marido, se supone que deberías de estar buscándola.
  • Y eso es lo que malditamente estoy haciendo, pero también no puedo desatender las otras obligaciones que tengo. – mencione más que obvio.

No pudimos seguir peleando por más tiempo, ya que en eso nos interrumpió Harry junto con Andrew.

  • Par de idiotas, podrían solo por un segundo dejar de estar peleándose y prestarnos atención. – se le veía irritado.
  • ¿Encontraste algo?  –menciono de inmediato el idiota que estaba a mi lado.
  • Claramente, algo que no han podido hacer ustedes, par de imbéciles. –contesto muy enojado.
  • Bueno, ya. – trate de calmar la situación un poco. – que es lo que encontraron?
  • Se quien se la llevo y me temo, par de imbéciles que esto no les va a gustar para nada. – dijo totalmente serio.

Alexander y yo nos volteamos a ver un poco confundidos, ya que aparte de los idiotas que tiene por hermanos ese imbécil. Solo queda dos sujetos y eso no sería posible, ya que hace años que nos encargamos de ellos o por lo menos eso es lo que me hicieron creer.

  • No es quien estoy pensando, ¿verdad?  –dije serio.
  • Eso no es posible, ¿o sí?  – pregunto esta vez Alexander.
  • Pues queridos par de imbéciles. Al parecer no hicieron un buen trabajo con esos sujetos porque ellos fueron. – se le veía un poco irritado. – eso o que un par de fantasmas se la llevaron. – dijo con una sonrisa irónica.

Con un demonio los muertos no podían revivir, ¿cierto?

Si eso era verdad, todo se fue al carajo, absolutamente por todo lo que trabaje años, ahora estaba temblando por culpa de esos muertos.

SARAH

Todo estaba pasando demasiado rápido, los días, las semanas e incluso los meses pasaron demasiado rápido. Habían pasado cosas, recordaba otras y justo en este momento me encontraba tratando de procesar lo que me acaba de mencionar luke, se supone que dentro de dos días nos encontraríamos por fin en nuestro destino y que justo cuando llegáramos nos encontraríamos con la persona que mando a hacer todo esto.

Él que ha planeado nuestro encuentro desde hace años y que está ansioso para verme, también menciono que la mayoría de dudas que tenía desde que estoy con luke serían resueltas. Pues resulta que el idiota “no puede revelar eso”, ya que no está permitido para él y aunque ha tratado de responderme lo que puede, aun así, surgen demasiadas interrogantes conforme fue pasando el tiempo. Y es demasiado frustrante el hecho de que no pueda saber todo sobre mí, es por la única maldita razón del por qué aun no me he largado, o quizás porque quiero malditas saber el por qué este idiota ha estado detrás de mi durante tanto tiempo, como ha dicho luke y porque malditas lo ha estado planeando desde hace años.

Con un demonio, años; es demasiado tiempo como para estar planeando o tan siquiera pensando en algo.

Aunque no es lo único que he estado haciendo durante estos meses, he estado buscando la forma de dejarle alguna pista a Harry o Alexander e incluso a alessandro, para que logren localizarme. En algunas ocasiones logro dejar una que otra pista del lugar que nos encontrábamos en ese momento, pero nos cambiamos tan rápido de lugar y-por lo que vi- cuidad, que no logro estar mucho tiempo en el mismo lugar. 

  • Espera luke, ¿cómo que dentro de dos días?  – le pregunte aun confundida.
  • Si, pequeña Sarah. Vas a conocer al responsable de todo esto y el motivo de que estemos viajando en estos meses. – menciono obvió.
  • ¿eso quiere decir que ya no vamos a viajar más? – pregunte insegura.
  • Sí y no. – menciono con una sonrisa.
  • ¿Cómo que sí y no?  – dije más confundida. – responde bien por una vez, quieres?

Soltó una pequeña carcajada, al parecer le divertía mucho la situación en la cual me encontraba. La verdad es que, desde que lo vi de nuevo jamás lo he visto serio- a excepción, claro está- de los pequeños recuerdos que tengo de él. Además de que siento una conexión extraña con él, pero aun no confió del todo ya que prácticamente me “secuestro”, para que pueda reunirme con un tipo que no conozco en lo absoluto.

  • Bueno pequeña, solo viajaremos una vez más y después ya no. A menos claro está de que ustedes quieran viajar más. – se le veía risueño.
  • ¿Y cómo porque no me dijiste eso desde el principio?  – mencione un poco molesta.
  • Porque no quise. – dijo resuelto.




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