Madre e hija salieron de la enorme habitación de la pequeña princesa del hogar y se reunieron en la sala junto con el pequeño de la familia, quien lo tenía en brazos su padre.
Llegaron un poco tarde a la gran reunión que se hacía cada año, en un bonito salón en el cual se encontraban las familias más importantes del bajo mundo, aunque para la sociedad eran los empresarios más importantes del momento. Rápidamente la pequeña de la familia, empezó a buscar al niño que le había mencionado su madre antes de llegar al lugar, pero por más que lo buscaba, no logro dar con una cara nueva y eso la entristeció un poco.
Cuando su madre se dio cuenta de esto la animo a ir con los demás niños que se encontraban ahí, además de que le dijo que lo más seguro es que llegara tarde, ya que este vivía demasiado lejos de ahí. Sin muchos ánimos se acercó a los demás, saludo al único de los niños que le hablaban-y que no le importaba, si de repente lo empezara a mandar, además de que se lograba diferenciar al pequeño con los demás, por sus ojos. Que era lo que más le gustaba de él, ya que eran de colores diferentes-aun así, le agradaba bastante, ya que podía jugar a cualquier cosa.
Y con eso ambos niños se fueron a jugar, como siempre lo hacían en esas reuniones que duraban bastante para unos pequeños. La reunión estaba yendo demasiado bien para los mayores, los negocios, los pactos y uno que otro acuerdo que involucraban a los pequeños, que aún no tenían ni idea de lo que los estaban involucrando sus padres.
Por otra parte, se encontraban llegando los nuevos del lugar, pero los que tienen más derecho y poder en ese lugar, la señora y el señor Blackaller eran los más felices por estar ahí, ya que tendrían una buena oportunidad para acercarse a aquellas personas que pensaban hacer algo en contra de su familia y sus negocios, además de que había una pareja en especial que había llamado su atención de inmediato. Para el primogénito de esta hermosa familia de revista, esta era solo una reunión más en la cual sus padres se pavoneaban de vez en cuando. Realmente esas reuniones le aburrían de sobremanera, ya que por lo general nadie lograba captar su atención el tiempo suficiente como para que se pueda entretener.
O eso era hasta que escucho unos gritos, así que intrigado se puso en marcha hacia dónde provenía tantos gritos de lo que parecían los demás niños que se encontraban en esa reunión. Pero no esperaba encontrarse con que esos gritos vendrían de una niña unos cuantos años menor que él y que además estaba gritándole a unos niños mucho mayores que ella, no se había percatado de que había un pequeño niño con heterocromia detrás de ella.
Por alguna extraña razón quería saber el por qué esa hermosa niña estaba gritándole a unos niños mucho mayores que ella, además de que estaba la curiosidad por saber más acerca de ella.
#6796 en Joven Adulto
#30127 en Novela romántica
traiciones y secretos familiares, misterio amor, romace y drama
Editado: 09.07.2022