EL PRINCIPIO DEL FIN.

Se supone que conforme vas creciendo vas descubriendo que es lo que te gusta, tus gustos, cuales van a hacer tus planes a futuro, etc. Y que en el proceso tu familia te ayuda, te apoya y si es necesario ellos mismos te orientan en lo que es el negocio familiar, si es que tienen uno; Pero qué tal si tu maldita familia esta tan mal de la cabeza que prefiere arrebatarte todo, por el miedo que tenían de que les quitaras por todo lo que “han trabajado”. 

A mí me parece una maldita estupidez, ¿es que en que maldita cabeza suena bien decir y hacer sufrir a tus malditos hijos con tal de que no se acerquen a lo que supuestamente es tuyo? 

Ahora bien, después de tantos años y de tantas mierdas que hicieron, todas aquellas personas van a pagar por lo que hicieron, todas esas preguntas que se formaron durante tantos años, por fin van a ser contestadas y todo el sufrimiento al fin tendría un final. 

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• Pequeña, estas lista para lo que se viene? - me dedico una sonrisa amable asmodeo. 

• Claro. - le devolví la sonrisa. - por cierto, sabias que me encanta que me digas pequeña? 

• Por supuesto, pero me gusta escuchar que me lo recuerdes. - seguía igual de coqueto. 

• Ay por dios, par de tortolos, ya vamos a cumplir con nuestra venganza y ustedes coqueteándose en donde podemos escucharlos todos. - nos interrumpió Luke con una mueca. 

Después de eso se empezó a escuchar el teléfono de Luke, inmediatamente tomo la llamada y por la mueca que se formaba en su cara me podría hacer una idea de quien lo estaba llamando en esos momentos, no duro mucho la llamada, pero esa sonrisa maliciosa que se empezó a formar conforme fue hablando con aquella persona seguía plasmada en su rostro, lo cual en mi parecer se veía adorable al mismo tiempo. 

• Todo está listo. - por alguna extraña razón, aun veía adorable a Luke sabiendo que estaba planeando como torturar a ciertas personas en su cabeza en esos momentos. - la función ya va a empezar queridos. 

No se dijo mucho después de eso, simplemente nos dedicamos a viajar en silencio lo que quedaba del trayecto a donde se hospedarían nuestras nuevas visitas por el resto de su condena.  

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El estar con él en un silencio que para nada me hacía sentir incomoda, era algo a lo que me estaba acostumbrando y el cual me gustaba en demasía. Además de que se estaba convirtiendo en un buen habito cuando ambos estábamos ocupados en nuestros negocios, lo cual me sacaba una pequeña sonrisa ahora que me ponía a pensar en eso, ya que según Luke parecíamos una pareja casada.  

Justo en ese momento llego un Luke con una gran sonrisa en la cara, estaba demasiado feliz últimamente, Asmodeo culpa al hecho de que estemos tan cerca de cumplir con la venganza, yo estoy más inclinada al hecho de que está comprometido con su dichoso pastelito. Y atrás de él venia Carlo un poco agitado, lo cual supuse que Luke venia corriendo. 

- Bien querida, te tengo o bueno les tengo una sorpresa. - estaba demasiado emocionado Luke. 

- ¿Qué sorpresa? - Asmodeo se le veía curioso por la sorpresa que nos tenía aquel individuo. 

- Encontré el lu...  

- De hecho, yo lo encontré. - lo interrumpió Carlo inmediatamente con una sonrisa maliciosa. 

- Si, como sea. - volteo los ojos algo irritado. - ya tenemos el lugar indicado para los huéspedes que tendremos dentro de poco. 

- Ah sí? - la curiosidad empezaba a invadirme. 

- En donde es? - pregunto inmediatamente Asmodeo. 

Por lo rápido que hablo, provoco que lo volteara a ver y lo que vi, me dejo un poco sorprendida, ya que no lo había visto así de emocionado desde que le dije que estaba teniendo sentimientos hacia él.  

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Faltaba muy poco para llegar y yo aún seguía algo avergonzada por el coqueteo que se dio hace unos momentos, por lo cual me dedique a simplemente a admirar el camino y de vez en cuando voltear a ver al causante de que aun siga algo sonrojada por lo ocurrido hace rato, pero él se veía tan relajado, tan tranquilo. Que eso me empezaba a enfurecer, ya que parecía que no le afectaba nada de lo que estaba ocurriendo, cuando al contrario Luke y yo estábamos demasiado ansiosos por toda esta situación. 

• ¿Qué ocurre pequeña? - pregunto mientras me agarraba la mano. 

• ¿Por qué estas tan tranquilo? - solté casi sin pensar. 

• ¿Como que tranquilo? ¿De qué hablas? - se le veía confundido. 

• Si, te vez tan tranquilo después de la escena que hicimos hace rato. - mencione rápidamente. - y estamos a nada de ponerle fin al plan. 

Al terminar de hablar, el simplemente me mostro una sonrisa ladeada que le quedaba bien al causante de todo esto.  

• Pequeña, me veo tranquilo, pero no sabes que en estos momentos estoy tan ansioso por todo lo que va a pasar. - hizo una pequeña pausa solo para inclinarse un poco hacia donde estaba. - además, como sabes que no estaba nervioso cuando me coqueteas de un momento a otro? - susurro en mi oído.