Capítulo XII
Luego de haber firmado el alta de Eric, Alex y Carl siguieron su camino en busca de Wally. Ya había estado el tiempo suficiente en la incubadora que ya podían llevárselo de ese infierno llamado hospital. Por lo indicado, el doctor estaba de acuerdo en que pueda irse.
– Tranquilos, ha estado el tiempo suficiente en la incubadora, pueden llevárselo. El tiempo en el que la madre no llegó a los nueve meses, los acabó en ese aparato, así que no tienen de qué preocuparse-esas palabras al mencionar a su madre, Sam, lograron una puntada en el pecho de Alex.
– Alex-Carl coloca su mano en el hombro de su amigo mientras que Eric solo observa la escena. Siempre veía a su mejor amigo como alguien que no le temía a nada y que era super fuerte, pero hasta los que tienen corazón de piedra llegan a derrumbarse.
“Como siempre a Alex le gustaba romper las reglas. Odiaba tener que seguir los pasos de alguien y, entre todas las cosas que le fascinaban estaba el correr carreras ilegales.
En una de ella, conoció a uno de sus peores oponentes, Eric. Era su rival número uno, era el mejor conduciendo a gran velocidad y siempre empataban en sus carreras. Hasta que una noche ambos confirmaron quién fue el mejor de esa noche.
Sin con su mirada lograba asesinar a las personas, como lo hacía cuando Alan se lo ordenaba, sin duda ya lo hubiese asesinado, pero algo en él le decía que no lo hiciera. Le encantaba ese sentimiento de competición y poder humillarlo, aunque casi nunca lo hacía por el simple hecho de que en cada carrera empataban. Sus autos cruzaban la línea blanca exactamente al mismo tiempo que era imposible saber quién era el ganador, lo que generaba demasiados conflictos con los apostadores y los competidores.
En una de sus mejores carreras, ambos se subieron a sus autos correspondientes y el muy buen tramposo de Alex le quitó toda la gasolina que tenía el auto de Eric y, Eric sin saber el sabotaje de su oponente, también sobeteó su auto, desajustando los tornillos de las ruedas.
Sin hacer la revisión diaria, porque ambos se habían saboteado mutuamente, decidieron pasarlo y comenzaron la carrera. Una chica de pantalones sumamente cortos, junto con unas botas hasta las rodillas y una chaqueta dejando ver la mitad de su cuerpo, se coloca delante de ambos autos con una bandera roja mientras la agita unos segundos para soltarla y ver como ambos aceleran a todo lo que da.
Los primeros metros estaban a la misma velocidad y Eric tomó ventaja, pero vio la luz roja de la gasolina y comenzó a maldecir para sus adentros. Mientras que Alex avanzaba y miraba como su oponente quedó detrás de él, su auto comenzó a vibrar más de lo normal y las dos ruedas de atrás desaparecieron alejándose sutilmente, dejándolo a unos metros de la meta.
Ambos bajaron de sus autos maldiciendo en voz alta, cerraron la puerta rápidamente para enfrentarse. Ambos habían hecho trampa y ninguno merecía ganar, así que se observaron por unos minutos y el público no podía creer como los dos oponentes y los dos mejores corredores de todos los tiempos sacaban un pequeño pañuelo blanco de su bolsillo y la arrogaban al suelo al mismo tiempo.
Los dos juntos se habían rendido. Reconocieron que lo que habían hecho no era jugar limpio en ese lugar, aunque ninguno de los dos haya hecho trampa antes. Se estrecharon sus manos y caminaron hacia el público sin decir ninguna palabra. Estaban algo avergonzados por haberse rendido, así como así, nunca lo habían hecho y menos por una cosa tan simple como la que hicieron. Tan inmadura.
Estaban conscientes de acababan de perder millones de dólares, pero para Alex no era nada, en cambio para Eric sí.
Notó como su oponente se iba del lugar dejando que lo humillen. Lo persiguió hasta la entrada y lo detuvo tomando su hombro fuertemente.
– ¿Vas a burlarte de mí por haber hecho trampa? -lo observa para reírse en su cara. Si Eric esperaba una disculpa indirecta o algún insulto, de parte de Alex solo iba a conseguir un insulto y burlas sin parar-¿Qué es tan gracioso?
– No vengo a disculparme ni a burlarme de ti-su rival frunce el ceño alborotando su cabello-eres bueno en las carreras y hemos empatado durante unos meses-ahora Eric comienza a reír.
– ¿Vas a pedirme que sea parte de tu equipo en las finales? ¿contra los canadienses?-su voz se tornó coqueta, ya le agradaba la idea de competir en contra de ellos. Ya que solo uno de los dos podía competir contra los canadienses, pero nunca dijeron que no podían ponerse en el mismo equipo.
– Así es. Veo que eres bueno y debo aprovechar la oportunidad antes de que mueras en una de estas carreras-le giña un ojo y se va dejándolo solo.
Su rival y él comenzaban a llevarse bien.
Tomó otro auto y se dirigió hacia su casa. Estacionó y pudo localizar a Sam con un chico en la puerta. Rodó los ojos al ver que no despegaba su boca de la del chico moreno y alto.
Bajó y chocó su hombro con el de la chica para que se diera cuenta de su presencia y esta se puso nerviosa dejando ir al chico que hacía media hora debía irse. La chica cerró la puerta y giro sobre sus pies sin dejar de observar al muchacho que acaba de entrar.
– Sabes, a veces eres muy molesto-esas palabras le hirvieron la sangre a Alex. A veces actuaban como los hermanos que se quieren y se odian a la vez, ya estaban dejando de lado sus sentimientos uno por el otro, pero más que dejando de lado los ocultaban diciendo que desaparecieron.
– Sabes, a veces eres una perdedora al salir con el primer sujeto que se te cruza-habló casi a gritos para que lo escuche mientras subía las escaleras. Se detuvo de golpe caminando hacia él-dime algo si miento-sonríe esperando una palabra o una sola letra que salga de sus cuerdas vocales, pero nada. Solo lo fulminaba con la mirada al decir tan cruda verdad-procura mantenerlos lejos de mí porque juro que los mataré-ríe dejando ver su perfecta dentadura a la vista de la chica derritiéndose por dentro. Pero sabía que lo que decía era verdad. No sabía hasta qué era capaz de hacer cuando estaba molesto.
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rencor y venganza, amor pasajero, asesinos psicópatas y sufrimiento
Editado: 21.06.2022