Mentiras Verdaderas.

Capítulo Quince.

 

Capítulo XV

 

 

Carraspea su garganta emitiendo un leve sonido, soltando su mano y alejándose dejándola completamente inmóvil.

– Mantente tranquilas-se quita la chaqueta de cuero dejando a la vista su camisa negra al cuerpo-yo veré como podemos salir de aquí-comienza a doblar perfectamente las mangas de su camisa-por lo que he visto en las películas, esto tendría que ser una puerta-habla esperando una respuesta de la rubia, pero solo mantenía su cabeza gacha-Olvídalo.

Saltó para quitar la puerta de alguna forma, pero al caer, el ascensor comenzó a moverse entrando en alerta a Karen.

– ¿Podrías quedarte quieto?-se queja mirándolo con sus ojos algo aguados-ya vendrán por nosotros.

– ¿Acaso tienes miedo?-comienza a reír-tengo que salir de este lugar para volver con Carl, ver esas grabaciones, solucionar mis problema e irme de este lugar. Así que, mantente en el piso que yo intentaré salir-espeta saltando nuevamente.

En cada salto, escuchaba a la rubia asustarse por el movimiento del ascensor. No le dio mucha importancia y siguió. En uno de los saltos logró quitar la tapa, dejando ver un oscuro vacío.

Su altura lo ayudaba muchísimo, ya que con un pequeño salto logró trepar y subir rápidamente al techo del ascensor. Sacó su teléfono, verificó si tenía señal pero fue en vano. Encendió la linterna y observó a sus alrededores. Lo único que podía escuchar era un silencio profundo. Miró en donde se encontraba Karen y aún seguía con su cabeza entre sus brazos.

– Detective Chambers-capta su atención y esta al darse cuenta que no se encontraba en el mismo lugar que ella, entró en desespero-aquí arriba-sonríe al darse cuenta que lo vio-¿Va a quedarse ahí dentro para siempre?

– Solo hasta cuando vengan a rescatarme.

– Tómalo como un rescate-extiende su mano para señalarlo pero aprovechando la situación, toma su brazo hasta atraerla hacia él-agradéceme luego-le giña el ojo para intentar ponerse de pie, pero sin la cooperación de la chica no podía-¿No vas a ponerte de pie?

– Antes estaba segura, ahora puedo caer y morir-cierra sus ojos sujetándose del brazo de Alex evitando que logre ponerse de pie y poder salir de ahí.

Soltando un suspiro pesado, se suelta bruscamente de su agarre y se pone de pie caminando hacia las paredes. Justo antes de comenzar a trepar escucha como las puertas del ascensor son abiertas y las voces de Carl y el otro policía atraviesan sus tímpanos.

– ¿Alex?

– Ahí están tus rescatistas-menciona en el oído de Karen provocando que lo mire asombrada por su atrevimiento-vamos.

Alex baja primero para luego ayudar a la rubia a bajar. Tomando sus manos, la chica sintió un tacto sumamente frío por parte del muchacho y en un intento de no tocar tanto sus manos, resbaló y cayó.

– Señorita Chambers-mencionó el policía ayudando a que se ponga de pie-lamento la demora.

– Sí Karen no nos hubiese dicho que estaban ahí dentro, ya hubiese imagino que te escapaste-arquea sus cejas sin comprender. Desvía su mirada hacia la rubia y se encogió de hombros saliendo de ahí-¿No sabías que ella nos llamó? Estaban juntos

– ¿Ustedes están bien? ¿Tienes las grabaciones?-con la mente llena de preguntas, sale del ascensor.

– Sí, podemos irnos.

Ya decididos y Alex observando hacia todos lados por la extraña nota, se encaminan hacia el estacionamiento y ahí se encuentran con Karen junto a su auto, fumando. Carl le hace un gesto raro a su amigo para irse con el otro policía y dejarlo a solas con la rubia.

Carl era igual que Eric en muchos casos. Conocían muy a su amigo y colega para saber que no sabe muy bien tener “amigas”. Siempre que tenía la oportunidad, la aprovechaba, aunque en la mente de Alex lo único que pasaba era encontrar el cuerpo de Sam y volver a su casa junto a Wally. No tenía tiempo para hacer todas las cosas que hacía antes. Cuando no tenía compromisos, no tenía que pagar para mantenerse así mismo. Era una vida perfecta para él, quitando el hecho de que era un asesino.

– ¿Tendría uno para este humilde joven?-dice mientras se acerca, haciendo referencia a los cigarros. Ella sin decir una sola palabra, le extiende la caja y el pequeño mechero-Así que tú llamaste a Carl-coloca el cigarro en su boca para luego encenderlo y soltar una bocanada de humo.

– No quiero hablar-tira al piso la colilla para alejarse y subir al auto.

Alex notó que estaba un poco tensa y nerviosa. No dijo nada al respecto y subió al auto comenzando a conducir lejos de ahí.

Ambos se mantuvieron callados, hasta que el sonido del teléfono de Alex interrumpió el tranquilo y nada incómodo silencio. Observó de quién se trataba y era Eric, contestó y esperó a que hable.

– Alex-su voz sonaba algo agitada y cansada a la vez.

– ¿Eric? ¿Estás bien?-la preocupación lo invadió por completo.

– Tienes que venir, rápido-fue lo único que dijo para luego finalizar la llamada.

– ¿Eric?-al ver que no obtenía respuesta alguna, arrojó su teléfono hacia sus pies y giró bruscamente para ir por otro camino hacia el motel en donde estaba Eric.

La mirada de Karen demostraba miedo, pero su rostro seriedad. Ya llegando a la carretera aceleró sin más y luego de unos minutos logró ir casi 250 kilómetros por hora, provocando que su acompañante cierre disimuladamente sus ojos.

El miedo, la preocupación y la furia invadieron por completo a Alex, sin poder despegar su pie del acelerador. El  pensar que algo malo le pudo haber ocurrido Eric y a Wally no lo dejaban en paz.

A unos cuantos metros del motel, fue bajando la velocidad para presionar el freno bruscamente y bajar del auto. Corrió hacia la habitación correspondiente y vio que la cerradura estaba rota. Empujó la puerta lentamente para no hacer ruido y sus ojos divisaron a dos sujetos de negro hurgando entre sus cosas. Sin más entró captando la atención de ambos.




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