Mentiras y Traición

Capítulo 18

Capítulo 18

 El valle de las sombras
 
Ya de madrugada, Sirsha despertó y se dio cuenta de que tenía las ropas de abrigo de Declan. Se había levantado frío y él la había cobijado.
Lo observó a lo lejos entrenando con la espada. No quería reconocer que lo admiraba por su destreza. Era rápido y meticuloso; con una extraordinaria disciplina.
Se incorporó para desayunar y se sintió mucho mejor, pero el día comenzaba con preocupación. Luego de haber descansado y de tener la mente despejada, Sirsha empezaba a comprender la enorme responsabilidad que tenía.
Partieron unas leguas más y llegaron a un valle denso. Aodhan les dijo que debían comenzar el camino hacia Faelen, el reino de las hadas,  para encontrar el Cristal sagrado de Rowan.
 
Aodhan: (mostrándoles el comienzo de un sendero escabroso y gris) Deberán atravesar el Valle de las Sombras.
 
Sirsha: (observando el sendero con el ceño fruncido) ¿Por allí? ¿Y que hay?
 
Aodhan: Ustedes deberán averiguarlo.
 
Declan: (alistando su espada) ¡Pues vamos! Estoy listo.
 
Aodhan: (a Declan) Tu espada no servirá de nada en esta ocasión. Sus armas serán su mente firme y su espíritu. En este valle el que no logra salir es porque se volvió loco. Que así,  les recomiendo no hacer caso de las voces que allí se pongan en contacto con ustedes.
 
Sirsha: ¿Voces?
 
Aodhan: Efectivamente. Son los espíritus de los que no lograron salir de allí y con los siglos se volvieron malignos. Si no quieren ser parte de ellos, hagan oídos sordos a lo que escuchen. Serán cosas terribles. Algunas,  verdad, otras, mentira, pero ambas dolorosas. Es la primera prueba que deberán enfrentar.
 
Sirsha y Declan se adentraron en el valle. Aodhan los estaría esperando del otro lado.
Se adentraron. El paisaje era gris, frío y los árboles estaban sin hojas. Se percibían los chillidos de los cuervos a lo lejos.
Estuvieron un buen rato andando, horas sin escuchar nada, hasta que llegaron a la mitad de la senda.
 
Sombra 1: (a Declan) ¿Cómo has estado tanto tiempo? Eras sólo un niño cuando te vi. Recién te habías convertido en huérfano.
 
Sombra 2: (a Sirsha) ¿Ya te has enterado que tu padre fue asesinado como un perro?
 
Ambos se miraron. Cada uno escuchaba sus propias voces y no podía oír las del otro, pero por la mirada que se propinaron,  se dieron cuenta que la travesía había comenzado.
 
Sombra 1: (a Declan) Es inútil tanto esfuerzo. Jarlath ganará como cuando mató a tus padres.
 
Declan comenzaba a impacientarse. Volvían a su mente imágenes que no quería tener presentes.
 
Sombra 2: (a Sirsha) Salvaste a Mebh, pero no logró sobrevivir. Si no la hubieras abandonado estaría viva. ¡Mataste a tu hermana!
 
Sirsha se detuvo. Declan la miró y le pidió que continuara.
 
Declan: (percibiendo algo) ¡Vamos! Ten en cuenta lo que dijo Aodhan.
 
Sombra 1: (a Declan) ¿Para qué la ayudas? Si no fuera por su familia la tuya estaría viva ahora. Tendrías otra vida.¡Mátala! Mátala ahora y sé libre. ¿No ves que te desprecia?
 
Sombra 2: (a Sirsha) No podrás contra Jarlath. Estarás sola. Declan está de su lado. Es una trampa. El pueblo tampoco te ayudará. El poder de Jarlath es fuerte y nadie querrá hacerle frente. Eres como tu madre. El mismo carácter e ímpetu. Igual que cuando fue tomada por la fuerza por tu tío.
 
Esa frase dejó paralizada a Sirsha. Declan le ordenó que siguiera.
 
Sombra 2: (a Sirsha) Sí. Como oyes. Tu padre era el hermano de tu tío. Tu madre su cuñada.
 
Como Sirsha no caminaba Declan tuvo miedo que se estuviera volviendo loca y la tomó de la mano.
 
Sombra 1: (a Declan)¡ Mátala! Viviste años luchando por una causa injusta. Aún puedes salvarte.
 
Sombra 2: (a Sirsha) No lo escuches. Siempre supo toda la verdad y nunca te la dijo. Él sabía lo de tu madre.
 
Sirsha: (a Sombra 2) ¡Él era sólo un niño!
 
Declan: (preocupado) ¿Qué te dicen Sirsha? (Gritándole al no verse escuchado) ¡No les contestes!
 
Faltaba poco para que salieran de allí. Declan la tomó en brazos y salieron corriendo.
 
Al salir la princesa se puso como loca.
 
Sirsha: (a Declan y a los gritos) ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Cómo puedes jugar con las personas así?
 
Declan: (tratando de mantener la calma) ¿Qué escuchaste?
 
Sirsha: (llorando) Lo de mi madre. Que Jarlath...
 
Sirsha no pudo seguir. Se arrodilló en el suelo y comenzó a llorar desconsoladamente. Ya había pasado mucho hasta el momento como para mantenerse más tiempo entera.
Declan se inclinó para auxiliarla pero ella lo apartó de un empujón. Era duro saber lo que había pasado con su madre y las dudas sobre Mebh.
Después de un pequeño rato luchando para rechazar la ayuda de Declan, Sirsha se arrojó en sus brazos.
Declan sintió como un golpe de espada en su corazón. La abrazó con fuerza. Su corazón empezó a latir con ímpetu y creyó que se volvería loco en ese instante.
 
Sirsha: ¿Sabes si Mebh es mi hermana, Declan?
 
Declan: (odiándose a sí mismo) Aodhan dijo que las sombras podrían decir tanto mentiras como verdades. No debiste escuchar.
 
Sirsha: (mirándolo) Pero... ¿es verdad?
 
Declan: No lo sé Sirsha.
 
Sirsha: Si debías cuidarme... ¿Cómo llegaste a mí? ¿Quién te lo ordenó? ¿Sabes cómo se llamaba mi madre al menos? Por favor, si lo sabes dímelo.
 
Miró a Declan como suplicándole. Él le limpió las lágrimas del rostro con sus dedos.
 
Declan: (traicionando el hecho de que no podía contarle nada) Noreen. Se llamaba Noreen.
 
Antes de que Sirsha pudiera preguntarle más apareció Aodhan para interrumpir la conversación.
 
Aodhan: Los felicito. Han pasado la primera prueba. Mantenerse firmes cuando todo alrededor es intriga.



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En el texto hay: acción escape amor, traicion, intriga

Editado: 16.09.2020

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