Capítulo 2

Fue encantador, realmente fue como despertar de un sueño al abrir los ojos y darme cuenta que estoy en los brazos de Sen, el chico que amo.

Aun es muy temprano, el sol apenas está levantándose en el cielo y creo que no dormí más de tres horas. Ya no se escucha música y ni un susurro, lo que quiere decir que el Dj ya se ha ido y debe de parecer una masacre haya abajo. 

Eso será culpa de Nessa, le dije que una cena sencilla sería suficiente, pero no lo era para ella. Nessa quería una despedida a lo grande, así que les pidió a sus padres que le dejaran la casa para esta noche como regalo de despedida y ellos aceptaron sin protestas.

No solo no quedo satisfecha con invitar a todos los alumnos del instituto y compañeros de Sen, sino que también publico una invitación en redes sociales. Haya abajo parecíamos sardinas enlatadas, fue una suerte que nadie haya muerto… hasta donde se.

—Hum. — intente levantarme, pero sus brazos están enrollados con fuerza en mi cuerpo.

Sonreí y bese su barbilla, entre en pánico cuando parecía estar despertando, pero una ligera sonrisa se dibujó en sus labios y siguió durmiendo. Aprovechando el momento, me di mi tiempo para mirarlo a detalle. Su cabello negro está totalmente desordenado y algunos mechones tapan su frente, sus labios están rojos e hinchados y tiene marcas en el cuello. Sonreí al pensar que seguro tengo el mismo aspecto.

Volví a colocar mi mejilla sobre su pecho e inhalé el aroma que emana su habitación al comenzar el día. Huele a un perfume que reconocí rápidamente, el perfume que le regalé por haber entrado a la escuela de aviación hace dos años. 

No recuerdo el nombre, pero si recuerdo cómo me mate trabajando para poder juntar y comprarle el perfume del momento. ¿No se lo ha terminado en dos años? O será que no le gustó tanto el olor y por eso lo usa como aromatizante en su habitación.

Eso me desanimo un poco, pero la sensación de sus besos en mi piel me hizo olvidar el asunto de inmediato. En realidad, no tengo cabeza para otra cosa que no sea la maravillosa noche que pase con él.

Lástima que es momento de regresar a la realidad.

Con un suspiro, me removí con cuidado hasta que logre apartarme y cuando mi cuerpo dejo de estar sobre él, se giró y se aferró a una almohada que ahora es mi sustituta.

Una pulsada en mi espalda baja me saco un quejido de los labios. Joder, duele demasiado, pero valió la pena. Y luchando con ese dolor, me levante para vestirme y colocarme las zapatillas.

Mire a Sen dormir plácidamente, incluso dormida esta tan apuesto que cualquier mataría por estar eternamente en sus brazos. Y yo estoy entre ese cualquiera.

Husmee en su habitación, la última vez que entre fue hace más de 3 años, cuando acepto ayudarme con una tarea de matemáticas. En verdad parecía que lo entendía, pero mis notas no fueron buenas y cuando le reclame él se hecho a reír y se disculpó comprándome una pizza. El asunto quedo en el olvido de inmediato.

No ha cambiado mucho, más que movió algunas cosas y su repisa donde tiene su colección de aviones de juguetes, está más que llena. Dudo que haya lugar para otra figurita más.

Una sonrisa burlona se dibujó en mis labios al recordar como Nessa y yo nos burlábamos de él por estar siempre atento a él catálogo de jugueterías o subastas en internet donde algún avión de juguete apareciera. En ese momento éramos muy jóvenes, pero ahora entendemos lo muy importante que era para Sen.

Y por fin cumplirá su sueño de ser piloto de avión. Bueno, ya se ha graduado y ahora estará en entrenamiento hasta que se le confié un avión con cientos de personas a bordo. Y siendo Sen, seguro lo lograra muy rápido. Después de todo le apasiona y toda su vida se ha preparado para ese trabajo.

El cual nació cuando su padre lo llevo en su cumpleaños número 10 a uno de esos lugares donde pagas para un paseo en avioneta, él se enamoró de inmediato y supo que era lo suyo. Y 13 años después, está cumpliendo su sueño.

Estoy tan orgullosa de él, tanto como toda su familia y amigos cercanos.

—En verdad fue un placer para mí, verte trabajar duro por tus sueños. — susurre, mirando su espalda.

Volví mi mirada a la repisa, en verdad está muy llena y muy bien ordenada. Mis ojos se quedaron clavados en una figura de un helicóptero color rojo que tiene repetido. No creo que se dé cuenta si lo tomo, además le daría espacio para alguna figura nueva que tenga guardada y le gustaría colocarla, pero no lo hace porque le da pena deshacerse de alguna de estas maravillas que tiene aquí.

Además, es rojo, mi color favorito y quiero llevarme algo de él.

Metí mi mano y con cuidado tome la figura. Le di un golpe a las alas, las cuales giraron unos segundos. En verdad me está gustando este autorregalo robado.

Me acerqué a Sen, y en la mesita de noche vi la hora en su alarma. Están por ser la ocho de la mañana, tengo que ir a ver cómo están las cosas abajo e ir al convento por mis cosas.

Suspire desaminada, en verdad que quiero regresar entre sus brazos y vivir en un sueño por siempre, pero ambos tenemos metas que perseguir. Él está cumpliendo su sueño y yo apenas iniciare con los míos.