Capítulo 7.5

—Pasajeros del vuelo a parís, habla el capitán. Dentro de 10 minutos estaremos aterrizando, por favor abrochen sus cinturones de seguridad y sigan las instrucciones.

Desactive el altavoz y prepare todo para el aterrizaje. Mi compañero entro un par de minutos después, y con una sonrisita se paso los dedos por el cabello.

—¿Fuimos ruidosos? — no conteste. —Lo siento si…

—Lo fueron. — hable con tono frívolo. —Demasiado ruidosos.

No hablo más hasta que aterrizamos en la autopista del aeropuerto y dejábamos todo en orden para bajar del avión.

—Perdona, no quería serlo. Pero esa chica gritaba mucho. — blanquee los ojos.

—No necesito detalles incensarios y ridículamente obvios. — torció los labios y rasco su nuca. —El capitán con el que regresaras a Boston, tal vez no sea tan paciente. Así que no le hables de tu esposa e hijos, para después pedirle permiso para echar un polvo con alguna de las azafatas. — él paso saliva y miro a otro lado avergonzado. —Es mi consejo no como compañero de trabajo, sino como persona. — lo mire fijamente. —Eres un cabrón. 

En verdad odio a este tipo de personas sin importar género. Cuentan su hermosa vida de familia y después solo por estar calientes olvidan todo eso y tiene sexo en los baños del personal ignorando la alianza en su dedo.

Asqueroso.

Coloque mi quepis bajo mi brazo izquierdo y lo presiones suavemente contra mi cuerpo. Baje del avión ignorando las miradas de mi equipo de vuelo y camine arrastrando mi maleta, por los pasillos del aeropuerto con ellos siguiéndome por detrás.

—Capitán Edision.

Un hombre algo viejo, me llamo. Me detuve a unos metros de él quien a su lado tiene a un hombre con mi mismo uniforme. Debe de ser el piloto que me sustituirá en el vuelo de regreso.

—Mucho gusto, soy Alexander Bernard.

—Sen Edision. — acepté su mano y le di un apretón.

Me presento al hombre a su lado, quien efectivamente será quien le de ordenes a mi equipo en el vuelo de regreso que saldrá mañana y ya que soy el capitán encargado, tuve que presentarle a cada uno.

Después tuvimos una charla en la oficina de Alexander. Ambos me han elogiado mucho por todo lo que he logrado a pesar de que no hace más de dos años me gradué y ahora soy uno de los mejores pilotos de aerolínea de la actualidad.

Toda mi vida me prepare para esto, cursos y simulaciones, mucho dinero invertido y ahora que he cumplido mi sueño debería de estar eufórico y disfrutando al máximo.

Pero no siento más que una simple satisfacción. Como si hubiera pasado un examen con puntuación perfecta de una asignatura de la cual soy pésimo.

—Bien, eso será todo. — nos levantamos y le di un apretón de manos a ambos. —Disfrute sus vacaciones.

—Gracias. — mire a Dex. —No tienes que ser blando. — arque un poco la ceja. —Se duro y no les perdones un solo error. — una leve sonrisa se dibujó en sus labios.

—Lo entiendo, gracias. En realidad, también soy muy serio en mi trabajo.

Sali de la oficina y regrese a los pasillos. Mi corazón dio un salto cuando visualice a una mujer de espaldas con el cabello color chocolate oscuro. Pase saliva y tome una bocanada de aire para continuar mi camino.

Esto siempre me pasa cuando una mujer con el mismo tono de cabello de Olivia, se cruza en mi camino. Mi paralizo por completo y los latidos de mi corazón se aceleran. El ultimo recuerdo que tenemos juntos, son lo único que hay en mi mente y siento una opresión en el pecho que no me deja respirar.

Porque se que no la tendré más entre mis brazos. 

Subí a un taxi que esta parado frente a la entrada del aeropuerto. Le di la dirección del hotel donde me hospedare durante una semana y cerré mis ojos, relajando mis músculos. 

Originalmente tenia que estar en Boston, pero mis padres insistieron en que viniera a visitar a Nessa. Debido a lo ocupado que he estado, no la he visto desde la cena de navidad. Lo cual fue hace mas de medio año. No les basto con que les dijera que la llamo tres veces a la semana y que estoy al tanto de ella.

Ellos querían que aprovechara un tiempo de mis vacaciones para venir a fortalecer nuestros lazos como hermanos. Estoy seguro de que, si Nessa hubiera escuchado las palabras de mamá, vomitaría y yo lo grabaría y se lo enseñaría a su futuro esposo y después a sus hijos.

—Nous sommes arrivés, monsieur.

—Merci.

Baje del taxi y arrastre mi maleta dentro del hotel. Todo se ve muy bien, así que cuando llegué a recepción, le di al chico mi nombre y después de pocos minutos me entrego la llave de mi habitación.

De mi maleta saque un cambio de ropa y entre a la ducha. Al salir entre a la cama y me relaje para poder descansar. Lo cual no logre porque se que mañana que vaya a buscar a Nessa, será inevitable que me encuentre a Olivia.

Y joder, mi corazón estallare sin duda alguna.

El sabor de su boca, su aroma y su piel suabe, ella entera nunca ha logrado salir de mí. No importa cuantas veces intente olvidarla, nadie ha logrado sacármela de la cabeza y en algún punto deje de intentarlo.