Ambos caminaron y se colocaron frente a mí, para después tomar asiento. Lamí mis labios y miré hacia el vaso que solo tiene poco de helado de chocolate.
—¿Cómo fue el chequeo? — mire a Nessa.
—Todo perfecto, Lia está muy sana. — suspiro de alivio. —El consultorio se sintió muy vacío sin ti. — sonrió de oreja a oreja.
—Bueno, me preocupo mucho por Lia. Necesito saber todo a detalle.
—El doctor también pregunto por ti. — frunció el ceño.
—¿Ese hombre apuesto, pero frio? — asentí y se sacudió. —Que miedo. Es guapo, pero siempre me mira de una manera que da miedo. — reí.
—¡Waaaa! — sacudió un poco sus piernas.
—Lia ama el helado de chocolate.
—Si, lo ama. — le acerque la cuchara con lo último que queda del helado.
—Iré por uno, ¿quieres algo Sen?
Mi pecho se contrajo, él le dijo un sabor y Nessa nos dejó solos. Cuando Lia termino lo poco que quedaba del helado, tome la servilleta y limpie sus labios. Y manteniendo la compostura, levante la cabeza para hacer contacto visual.
—Hola, Sen. — él estaba mirando a Lia, así que cuando lo llame levanto la cabeza de inmediato. —¿Cómo estás? — pregunte con una sonrisa ligera.
—Eh, todo bien. — asentí.
—Me alegro. — mire de nuevo la cabecita de Lia, quien comenzó a golpear levemente la mesa con sus manitas.
—Ella… — me tense, pero logre seguir como si nada. —Es muy linda. — lo miré y me puse más nerviosa, ya que hicimos contacto visual de inmediato. —Me gustan sus ojos.
Respire hondo, haciendo que mi pecho se encogiera unos segundos.
—Grises, como los tuyos.
Mi cuerpo entero tembló y agradecí que en ese momento regresara Nessa. Se sentó y le dio a Sen su vaso con dos bolas de helado y ella comenzó a comer del suyo mientras nos hablaba de como estuvo el examen.
Está ayudándome con la situación, manteniendo un tema de conversación en el cual ninguno pueda intervenir para así evitar que hablemos. Seguí el juego y la mire a ella, asintiendo de vez en cuando, pero en realidad ni siquiera la escucho ya que puedo sentir la mirada de Sen sobre mí.
—¡Waaaa! — Lia comenzó a moverse, con los brazos apuntando a Sen.
—¿Lia?
—¡Waaaaa! — mire a Sen y baje la mirada a su vaso que tiene dos bolas de helado de chocolate casi intactas.
—No señorita. — tome sus manos y las baje. —Ya has comido suficiente helado por hoy.
—¡Waaaa!
—Lia. — suspire cuando comenzó a llorar.
—No me importaría darle un poco. — mire a Sen con pena.
—Solo un poco, te lo agradecería mucho. — él asintió y se levantó un poco, para que pudiera acercar la cuchara a Lia, quien está llorando en mi regazo.
La pequeña bebe al ver la cuchara cerca de sus labios, abrió la boca y al reconocer el sabor a chocolate, dejo de llorar. Sen estuvo en esa posición incómoda, hasta que Lia termino el helado que tenía en la cuchara.
Está vez la gire para que me viera a la cara, ella pasaba su lengua por sus labios, saboreándolos y quitándoles el sabor a chocolate.
—Es suficiente señorita. — acerque mi rostro y bese su naricita. —Pequeña manipuladora. — entrecerré los ojos y ella me sonrió, como si dijera que tengo razón.
—¿Has hecho compras? — mire a Nessa, quien mira las bolsas que tengo a un lado.
—Si. — sonreí ligeramente. —No me pude resistir en comprar un lindo vestido color rosa de tirantes, pensé que hacia un buen juego con el vestido que le regalaron a Lia. — suspire. —Además conozco a Joshua, seguro ya está planeando donde será la siguiente sesión de fotos y me lo dirá horas antes para prepararnos.
—¿Sesión de fotos? — miramos a Sen.
—Si, Joshua es estudiante de Comunicación Audiovisual y uno de sus talleres que comenzó a partir del semestre pasado, es fotografía. Por lo que Olivia y ahora Lia, son sus modelos estrellas.
—Hum. — Sen se inclinó hacia atrás, hasta que su espalda toco el respaldo de la silla.
—Todo eso comenzó porque como proyecto final le pidieron un álbum de fotos, donde lograra trasmitir el momento en que la fotografía fue tomada y ya que Olivia estaba en sus últimos meses de embarazo, eligió como tema la maternidad.
Respire hondo y trate de mantener mi atención en Lia, pero la voz entusiasmada de Nessa no me lo permite, ya que cuando ella se emociona de más, puede llegar a dar información que debía mantener en las sombras.
—También sirvió mucho que yo siguiera el embarazo de Olivia. — se rio. —Tengo fotos de Lia desde que era un punto así de pequeñito. — levanto su mano, mostrando un pequeño circulo que logro formar con ayuda de sus dedos. —Y el día del nacimiento de Lia, Joshua tomo una foto de cuando Olivia tuvo por primera vez a Lia sobre su pecho. — sus ojos se llenaron de lágrimas. —Fue tan hermoso ser testigo de cómo tuvieron su primer intersección madre-hija después de horas en las que Olivia sufrió de dolor y se esforzó hasta que el llanto de Lia inundo la sala. — una lagrima resbalo por su mejilla izquierda. —No deje de llorar en horas.
Editado: 03.09.2023