Mentirosa

Capítulo 9.5

Esto es demasiado.

Vine a Paris a pasar un rato con Nessa, mi herma menor, pero cuando la veo después de medio año, ella tiene un bebe en brazos del cual me entero que es hija de Olivia y sospecho que soy el padre.

En ese momento en la residencia, viendo a Olivia con una bebe casi idéntica a ella en sus brazos, yo tenía un lio confuso en la cabeza, por lo que preferí regresar al hotel donde recostado en la cama y viendo al techo, las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar.

Hace poco más de un año, Olivia estuvo en mis brazos, le hice el amor y fue la única vez desde el comienzo de mi vida sexual que sentí mi cabeza tan nublada que olvidé algo sumamente importante llamado condón.

Joder, era su primera vez. Olivia literalmente me dijo que estaba guardando su virginidad para mí y yo no tenía cabeza para otra cosa. Se que estuvo mal, pero el recuerdo de mi corriéndome dentro de ella un sinfín de veces, sigue fresco en mi memoria.

Tiene lógica que haya quedado embarazada, pero también tiene mucha lógica que haya consumido una pastilla para evitar eso, y Olivia no es tonta.

Me molestaría enterarme que me oculto el embarazo, pero la sangre me hierve con solo pensar en la posibilidad de que esa niña tan hermosa de ojos grises, es hija de un francés con él que durmió poco después de que yo la abrace.

Mire mi reflejo en el espejo del baño, mi mandíbula esta tensa al igual que todos los músculos de mi cuerpo. Que Olivia haya sido besada y tocada por alguien más, no solo me revuelve el estómago, sino que también una ira ardiente me quema los puños.

Preferiría mil veces que me dijera que la bebe es mía, el enojo sería pasajero y después ambos podríamos intentarlo, sería mi gran oportunidad. Pero si de verdad es de otro hombre, lo que hare primero será preguntarle por él y dependiendo de la respuesta, ya vere que hago.

Pero algo es seguro, mi corazón estará por completo roto.

Gruñí y peiné mi cabello dejándolo un poco desordenado. Me quite la toalla que cubre mi cadera, me coloque la ropa interior y salí del baño. Camine hacia la cama, donde sobre ella tengo una camisa azul, pantalones de vestir negro, calcetines y un saco.

Deje los dos primeros botones de mi camisa sin abrochar y después de ponerme los zapatos negros, me acerque al tocador donde tengo mi reloj y el perfume que Olivia me regalo cuando entre a la escuela de aviación.

Es un tesoro para mí, así que solo lo uso en ocasiones muy especiales y una cena con Nessa después de medio años sin verla, entra esta vez como una ocasión muy especial. Por lo que solo rocié una vez, y lo dejé de nuevo sobre la madera fina del tocador.

La botella de perfume no va ni a la mitad y eso en verdad me alegra, no quiero que nunca se termine. Es el regalo en el que Olivia trabajo duro para poder conseguírmelo. Además, es una edición especial, por lo que se publicó que solo se vendería unos cientos en todo Boston, y después de una ardua charla con Nessa, logre que me confesara que Olivia estuvo más de 10 horas formada para ser de las primeras en conseguirlo.

A pesar de que quería bañarme en él porque en verdad huele muy bien, después de tremenda confesión, no podía dejar que se terminara tan pronto. Y aquí lo tengo, casi lleno después de 4 años en mis manos.

Suspire y me acerque de nuevo a la cama para ponerme el saco gris y de una mesa redonda cerca de la puerta que tiene encima un florero, tome las llaves, mi celular y mi cartera para después salir de la habitación.

Subí al elevador, sentía la mirada de las mujeres con las que comparto espacio, pero ni siquiera me moleste en levantar la cabeza. Y al salir, paso lo mismo hasta que subí a mi coche.

Soy apuesto, siempre lo he sabido, pero solo tengo ojos para una mujer, la cual me mando a volar por llamada hace un año y ahora me entero que tiene una hija.

Bufe.

Si que doy pena.

En el recorrido hacia la residencia, me encargue de pensar muy bien como lograre sacarle un poco de información a Nessa. Necesito comenzar con un tema ligero, tal vez la universidad y conforme avancemos comenzare a hacerle preguntas hasta que sea ella quien mencione a Olivia.

Me detuve frente a la residencia, Nessa está hablando con la misma mujer de pelo corto frente a la pequeña oficina. Ambas se despidieron y ella subió al auto.

—Hola, Sen. — saludo con una sonrisa.

—Hola. — puse el auto en movimiento y ella se sumergió en la pantalla de su celular.

Nessa es mi hermana, y a pesar de todas nuestras riñas sin sentido, nos llevamos muy bien. Nuestros lazos de hermanos son fuertes, ella conoce muchas cosas mías y yo conozco muchas cosas de ella.

Pero es muy despistada, no suele captar de inmediato, ella se tarda en hacerlo y es justo lo que utilizare a mi favor esta noche. Seré el primero en colocarle el cañón de la pistola en la frente y ella ni lo vera.

—Uy, que lindo vestido. — murmuro, mientras hace una expresión traviesa.

—¿Compraras más ropa? — suspire. —Por lo poco que logre ver, tu armario esta que explota. — se rio.

—Si bueno, acabe mis deberes temprano y los exámenes finales se acercan. Queremos disfrutar un poco antes de someternos a un terrible estrés y decidimos salir mañana.




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