Mentirosa

Capítulo 12

Al día siguiente, cuando Nessa y Joshua estaban mucho mejor después de la noche tan alocada que vivieron. Nos metimos en la oficina de Alicia y les conté a los tres sobre la cena.

—Entonces, ¿le dirás? — mire a Alicia y suspire.

—La razón por la que le oculte a Sen la existencia de Lia, fue porque no quería que se distrajera para cumplir su sueño.

—Y el ya cumplió su sueño. — miramos a Nessa. —Es la persona más joven en convertirse en comandante, es muy famoso. — asentí.

—Se lo dire. — mordí mi labio. —No importa que me odie, pero Lia tendrá la presencia de su padre y eso me basta. — abrace a mi pequeña quien sacudió su cuerpo.

—¿A qué hora es la cena? — pregunto Joshua.

—A las 9, dijo que vendrá por mi antes.

—Son las dos de la tarde.

—Bien. — Nessa se puso de pie. —Vamos de compras.

—¿Qué? — negué con el ceño fruncido. —Tengo…

—Vamos, vamos. — me interrumpió Joshua. —Sera divertido. — bufé y me puse de pie.

—Diviértanse.

—Nos vemos más tarde, Alicia.

Subimos al auto de Joshua y en el camino hablamos un poco sobre los exámenes que están muy cerca y de cómo tendremos que matarnos estudiando.

—¿Iras a New York?

—No lo sé, mis padres quieren que vaya. — dibujo una mueca. —Pero sinceramente prefiero pasarla con ustedes. — coloco un brazo sobre el cuello de cada una y nos abrazó.

—También amamos pasar el tiempo contigo, pero tienes que ir con tu familia. — sugerí.

—¿Tú iras a Boston Nessa?

—No quiero, pero tal vez ahora que Sen sepa que Lia es su hija, Olivia venga con nosotros.

Suspiré y negué suavemente.

Entramos a una tienda de ropa, ellos escogieron un par de vestidos y yo otro par. Mientras la chica que me atiende me acompaña a los probadores, ellos se sentaron en el cómodo asiento frente a los espejos.

Primero me probe un vestido negro de diseño sencillo, es de manga larga, escote discreto y la falda me llega hasta arriba de las rodillas. No se me veía mal, pero insistieron en probarme los demás.

Cuando me probe los vestidos de Nessa, de inmediato los descarte y ambos se desilusionaron. No creo que los vestidos con espalda descubierta, escotes pronunciados y demasiada reducción de tele, vayan bien para una cena. Los siguientes fueron los de Joshua, los cuales estaban bien, pero aun sentíamos que algo faltaba.

Y solo faltaba uno que yo mismo escogí. Color vino, manga larga, no tiene escote, la falda llega hasta por encima de las rodillas y por la parte del culo es ajustado. Cuando salí de los probadores y me miré en los espejos, lo supe.

—Ese es el indicado. — dijeron ambos detrás de mí.

Salimos de la tienda después de pagar, y ahora nos dirigimos a la zapatería donde compre unas zapatillas beige y por último al salón de belleza. Por suerte me di una ducha rápida antes de contarles a los tres, así que solo llegaremos a la residencia, para que Sen me recoja y Lia se quede al cuidado de sus tíos.

También es una suerte que esta mañana haya usado el extractor de leche y llene dos biberones con mi leche. Así que Lia no dará problemas a la hora en que quiera cenar.

Fueron más o menos dos horas, casi me quedo dormida, pero el resultado fue agradable. Page y antes de subirnos al coche de Joshua para regresar, ambos se detuvieron y me miraron de pies a cabezas.

—¿Qué?

—Joder Olivia, ese chico solo terminara más enamorado de ti. — negué y al mismo tiempo sentí mi cara calentarse.

—No digan…

—Sen esta que muere por ti, Olivia. — mire a Nessa. —Nunca te ha olvidado.

—Pues terminara odiándome después de esta noche.

—No digas eso. — se acercaron ambos. —Si, tal vez se moleste. Pero odiarte. — negó. —Eso nunca.

Suspire.

—Bien vamos, se me están comenzando a acumular las lágrimas.

Subimos al auto y todo el camino de regreso estuve muy nerviosa, para distraerme jugué con Lia y logro olvidarme de la cena cuando una carcajada salió de su boca.

¡Su primera carcajada!

El auto se detuvo y ambos giraron sorprendidos. Lia movía sus pies y brazos con una gran sonrisa y entonces volví a hacerle cosquillas en la barriguita.

—¡No puede ser! — chillo, emocionada Nessa. —Rápido, llega a la residencia que esta noche escucharemos esa hermosa risa para nosotros solos. — la mire con celos.

—Bien mi preciosa bebe, mamá te hará reír un montón.

Dicho eso, la levante e hice sonidos en su barriguita, más y más carcajadas inundaron el auto. Cuando llegamos a la residencia, salimos y en la acera continuamos disfrutando de su risa. Incluso Alicia se unió y le hicieron un montón de caras a Lia mientras yo la tengo en mis brazos.

—Olivia. — mire sobre mi hombro, Sen viene acercándose.




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