Después de contarles y llorar en los brazos de mis dos mejores amigos, me quede completamente dormida. Al despertar tenía el peor aspecto posible y Nessa me ayudo a que mis ojos hinchados pasaran por alto mientras tomaba mis clases en la universidad.
Lia ha estado muy tranquila, incluso podría decir que cuando estoy pasando un mal rato, ella lo siente y trate de controlarse lo más posible.
A la hora del almuerzo, le di su biberón y yo comí un sándwich de queso. Lo que quedo de tiempo estuve explorando por mi sola el software en el que presentare uno de mis exámenes más importantes la semana siguiente.
Lo que respecta a Sen, Nessa me ha dicho antes de que tuviera que irse para su siguiente clase, que regresara justo cuando terminen los exámenes ya que es el tiempo en el que sustituirá al piloto que tuvo un accidente.
También me ha hecho saber que esta de un humor horrible, y que tuvo una pelea con él encargado del aeropuerto. Solo sabe que le han prometido un mes extra de vacaciones y las horas que trabajara se las pagaran triples. Aunque eso no calmo ni un poco su molestia.
Durante toda la semana me llene de trabajo, terminaba mis tareas jugaba un rato con Lia y cuando se quedaba dormida, me ponía a hacer cualquier dibujo, después lo pasaba a digital y por último lo animaba. Lo cual me llevaba muchas horas y lograba mantenerme ocupada.
El viernes llego, es el único día en que salimos los tres al mismo horario y decidieron darse un respiro de la biblioteca para ir a dar un paseo por las calles de Paris y después encerrarnos en nuestras habitaciones durante todo el fin de semana, para entregar los proyectos de fin de parcial y evitar que se junten con la semana de exámenes.
—Tenemos que salir los tres el siguiente fin de semana. — me mira Joshua. —Y está vez vienes con nosotros.
—Si, Olivia. — mire a Nessa. —Tienes que venir, darte un respiro.
Suspire.
—Le preguntare a Alicia si puede cuidar de Lia por mí. — ambos celebraron dando brinquitos y chillando emocionados.
—No la vamos a pasar de lo mejor. — ambos me abrazaron y Lia dio patadas al sentirse sofocada.
—Oh no, mi lindo quesito. — se la entregue a Nessa y cuando le comenzó a dar besos en el rostro, Lia se carcajeo.
Mientras ellos jugaban con Lia, respire hondo y mire la calle. Algo llamo mi atención y me gire para verlo mejor. Un hombre alto, de pelo castaño y lentes, bajo de su auto y camino hacia nosotros.
¿Él no es…?
Deje de respirar un segundo y mire a nuestro alrededor, somos los únicos así que debe de dirigirse hacia nosotros al menos de que tenga un asunto con la universidad. Lo cual dudo.
—Oigan. — los llame, girándome de inmediato. —Nessa.
—Hum. — siguió bailando, haciendo reír a Lia.
—Nessa esto es importante.
—Aja. — levanto los brazos y movió las caderas como si tuviera un hula hula.
—Escucha… — tuve que susurrar ya que, al ver sobre mi hombro él ya estaba mucho más cerca. —Nessa detente un segundo. — mi siguiente susurro fue opacado por la risa de Lia.
—¡Que linda Lia! — chillo Nessa. —¡¿Quieres que la tía Nessa siga bailando?! ¡A ti te daría un show privado y no te cobraría nada! — beso la nariz de Lia y ella rio.
Cerré los ojos con fuerza y dejé de intentar llamarla al sentir una presencia detrás de mí. Es increíble que ellos sigan sin darse cuenta, sobre todo Nessa, quien está haciendo un poco el ridículo frente a Loan Rousseau.
Me giré y le sonreí, pero él está más ocupado viendo la espalda de Nessa mientras tiene una ligera sonrisa en los labios.
¿Es este Loan Rousseau?
—¡¿Doctor?! — exclame con sorpresa fingida.
Lo cual funciono, ya que la voz de Nessa dejo de escucharse y por la repentina desaparición de su sonrisa, supe que ambos han hecho contacto visual.
—¿Qué hace aquí? — pregunte, curiosa.
Me miro y aclaro su garganta.
—Te esperamos en el coche, Olivia. — escuche decir a Nessa y me gire de inmediato, dándole una mirada acusadora.
—En realidad. — la detuvo la voz de Loan. —Vengo a hablar con Nessa. — dijo, tímidamente.
Mire a Joshua, ambos tenemos los ajos completamente abiertos por la sorpresa mientras que Nessa está boquiabierta y sin palabras.
—Oh. — caminé hacia ella y le di una palmadita en el hombro. —Toda suya. — con un empujoncito, dio dos pasos hacia adelante. —Nos vemos después, Nessa.
—Suerte.
Salimos huyendo de ahí, dejándolos solos y cuando subimos al auto, nos miramos con una sonrisa.
—Por dios.
—Por dios x2.
Nos reímos emocionados.
—No puedo creerlo. — jadee. —El mismo Loan Rousseau, busco a Nessa.
—Debió de ser lo mismo para él. — nos relajamos en nuestros asientos. —Si la busco, debe de ser porque no puede olvidarla.
Editado: 03.09.2023