Mentirosa

Capítulo 19

Lia y yo bostezamos al mismo tiempo, frote con la punta de mi nariz su mejilla y ella volvió a bostezar.

—Tuvimos una gran noche, ¿verdad cariño?

Estuvimos saliendo todo el día con los padres de Nessa y Joshua, regresábamos a la residencia después de la media noche y caímos rendidas. El reloj marcar las 9 de la mañana, aun estaríamos durmiendo, pero hoy tenemos nuestra sección de fotos.

Lia esta hermosa con su vestido rosa y su moño blanco en la cabeza. No paro de tomarle fotos y ella sonríe por toda la atención que le estoy dando.

Colgué la correa de la pañalera en mi hombro y en mi otro hombro colgué la correa de mi mochila. Tome a Lia en mis brazos y salimos de mi habitación. En el pasillo ya estaban listos Nessa y Joshua, ambos se giraron y al vernos sonrieron de manera brillante.

—¡Quesito! — Nessa dio un gran brinco que hizo reír a Lia. —¡Que hermosa! — me miro y su boca se abrió mientras bajaba la mirada y volvía a subirla. —¡Diosa!

Blanquee los ojos con una sonrisa.

—¡Diosa x2!   

 —Basta. — me reí.

—En verdad te has lucido Olivia, este vestido ajustado da una maravillosa vista de tus pechos y culo.

—No pude probármelo en la tienda de ropa, pero no pensé que mi talla estaría reducida.

—¡Es perfecto! — exclamaron ambos.

—Si sales así un día sola con Lia, le conseguirás una gran fila de candidatos para ser su padre.

Rei a carcajadas y Lia se contagió de mi risa.

—Andando, tenemos que preparar los escenarios.

Subimos a su coche y en menos de media hora llegamos a un parque que detrás de nosotros tiene un lago y más adelante un pequeño puente siendo la única forma de pasar hacia el otro lado.

Joshua comenzó a sacar lo que necesitaba y Nessa lo ayudo para llevar las cosas más rápido. Yo me acerque al lago y ella se entretuvo viendo alrededor. Aun es muy temprano, así que solo hay personas ejercitándose, y cada vez que por el otro lado alguien pasaba corriendo o caminando, Lia movía sus piecitos y hacia soniditos con tal de que la otra persona la mirara.

Lo gracioso es que logro su objetivo, unas cuantas personas la miraban y con una sonrisa sacudían su mano. Lia reía feliz y seguía con su jueguito. Yo solo estuve observando en silencio y dándole una sonrisa de agradecimiento a las personas que se tomaban unos segundos para darle atención.

Si así es de bebe mi pequeña, no quiero imaginar cómo será cuando crezca. Aunque por la señora Edision, sé que cabe la posibilidad de que termine odiando llamar mucho la atención. Como su padre.

Sen en verdad que odia ser el centro de atención, donde sea que fuera era el típico chico popular y como tal tenía mucha gente a su alrededor. Eso en lugar de gustarle le molestaba, pero sin importar cuanto intentara pasar desapercibido no le quedo de otra que adoptarse.

Pero jugar al chico frio y desinteresado sí que le salió bien. No muchos se atrevían a hablarle, y así fue como logro apartar a muchas personas. Logro simpatizar con algunos chicos y chicas que se mantuvieron a su alrededor, hasta que los acepto como amigos. Y por supuesto que se dio oportunidad con las chicas que intentaban algo con él.

Después de todo conocí a unas cuantas novias que llegue a ver en su casa y no olvido como en el juego de la fiesta de despedida, bebió cuando alguien menciono sexo en los salones de la escuela.

No es que me sienta molesta, yo también tuve algo con algunos chicos, pero no puedo evitar sentir una opresión en el pecho al preguntarme con cuantas chicas estuvo y si pensaba en mí como yo lo hacía mientras besaba a alguien.

—Bonjour.

Mire a mi derecha, un chico de cabello castaño, camisa sin mangas y pantalones cortos, esta frente a mí. Me sonríe y noto que su pecho sube y baja lentamente. Seguro es una de las personas que corrían del otro lado y vino a saludar de cerca a Lia.

Sonreí ligeramente y me giré, para que viera a mi pequeña, pero él seguía viéndome a mí.

—Bonjour. — salude.

—Votre soeur est très jolie. — dijo mientras se inclinaba y la saluda, Lia le sonrió y sacudió sus pies.

—Merci, mais ce n'est pas ma soeur. C'est ma fille. — aclare.

Es la primera vez que alguien confunde a Lia como mi pequeña hermana, de algún modo ahora siento porque las madres se sienten tan halagadas cuando viven estas situaciones. Además, es un poco gracioso.

—Oh pour l'amour de Dieu, pardonnez-moi.

—Ne vous inquiétez pas.

Coloco sus manos en su cintura y extendió una.

—Je suis Max, ravi de te rencontrer.

—Olivia, ravie de vous rencontrer.

Acepté su apretón de mano y de algún modo comencé a sentirme avergonzada. No deja de mirarme con una sonrisa, y ahora estoy consciente de que he llamado su atención.

—¡Abaaaa!

Mire a Lia, quien apunta con sus manitas hacia tres personas que esta por pasar corriendo. Riendo un poco, me gire y ella comenzó a hacer soniditos, una de las personas se dio cuenta y les dijo a sus dos compañeros, quienes sacudieron su mano con una sonrisa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.