Mentirosa

Capítulo 28 – Extra 2

Viernes.

Las clases del día por fin terminaron y puedo irme a casa a dormir unas horas antes de hacer mis deberes.

—Hum…

Sonreí ante la vocecita y la cabecita que se removió en mi cuello. Mi princesa se ha levantado de su siesta, la cual comenzó en la segunda clase del día, alrededor de 4 horas atrás.

—Buenos días, mi amor.

Levanto su cabecita, tallándose los ojos y apartando sus mechones negros que le molestan en el rostro. Sus ojos grises se encontraron con los míos y la manera en la que me miro, me derritió el corazón.

—Mamí. — beso mi mejilla.

La única además de su padre, que, con solo una acción tan pequeña, me tiene por completo de rodillas.

—¿Tienes hambre, cariño? — asintió.

En mi espalda cuelga mi mochila y tengo a Lia en mis brazos, así que como pude saque una barrita de chocolate de mi bolsillo y solo abrí una esquinita, para que ella hiciera lo demás. Lia estiro su mano y tomo la barrita.

Camine un poco más y entonces llegue al lugar donde me esperan Nessa y Loan, él tiene sus brazos alrededor de sus caderas y sus frentes están unidas. Ambos han pasado por mucho este último año, y todo comenzó cuando antes de que Lia cumpliera 2 años, Loan le propuso a Nessa vivir juntos, un paso muy importante en su relación; pero ella se negó.

Las discusiones se hicieron más frecuentes con el paso de los días, Loan seguía proponiéndoselo y Nessa tenía miedo de dar ese paso tan íntimo. Ambos se estaban lastimando, y terminaron.

Fue una época muy difícil para ambos, Nessa lloraba y ni siquiera tenía apetito, Alicia pensó que lo mejor era que la trajéramos a nuestro hogar y se mudó con nosotros después de un poco de presión por parte de su familia y mía. Pero quien definitivamente la convención, fue Lia. Fueron muchas las noches que la encontramos durmiendo en la cuna de Lia, abrazándola y aferrándose a ella para no caer más profundo en su depresión.

Loan tampoco estaba bien, Sen se reunió con él siempre que podía y Joshua lo llamaba de igual forma, siempre que tenía un pequeño espacio en el trabajo. Y para ambos fue difícil ver a su amigo caer en el alcohol. Loan se volvió alcohólico, casi pierde su trabajo y se humor cambio a una mucho más gruñona.

El segundo cumpleaños de Lia, fue igual de bueno y divertido que el primero. Pero fue doloroso ver a Nessa a forzarse a sonreír y fingir que estaba bien. Sus padres le hablaron sobre visitar a un psicólogo y ella acepto ya que en verdad nos tenia muy preocupados. Así que, cada miércoles por la tarde, Lia y yo esperábamos en la sala de espera de un centro psiquiátrico, a que Nessa terminara su reunión con su psicólogo.

Loan se entero por Sen de lo que estaba ocurriendo con Nessa, saber que la mujer que ama está en depresión y esta tomando medicamento para sentirse bien, lo destrozo. Intento acercarse, pero era consciente de que no tenia cara para aparecer frente a ella. Así que, hizo el acto de amor más significativo; se tomó un largo permiso del trabajo y se interno en un centro de ayuda para alcohólicos.

Nessa lloro desconsolada al enterarse, ella lo seguía amando tanto como Loan la ama. Y de la misma forma, siguió esforzándose para mejorar y poco a poco su sonrisa brillante regreso. En vacaciones, Nessa fue la primera en ir a Boston, y nosotros la seguimos una semana después. Como el año anterior, pasamos navidad y año nuevo en familia, solo que esta vez no hubo incomodidad ni ambiente lleno de tensión.

Al regresar a Paris, Nessa estaba mucho mejor. Sus calificaciones volvieron a ser de las mejores, dejo de estar encerrada en su habitación y salía como lo hacía antes, no a discotecas, pero si a dar un paseo y de vez en cuando se llevaba a Lia con ella. Creo que mi hija fue el mayor soporte para Nessa, y estoy muy feliz de que mi pequeña siempre se acercara a su tía cuando percibiera que estaba pasándola mal.

Lia apartaba sus brazos y se acomodaba en su regazo, esos momentos eran los únicos en los que ella se mostraba tal cual y lloraba todo lo que retenía. Sen incluso pidió un par de semanas para poder estar con su hermana, era el momento en que más la necesitaba y también era algo así como el portavoz de Loan y Nessa, contándole al otro sobre sus avances y uno que otro mensaje que deseaban enviarse.

—¡Tia! — grito Lia en mis brazos, moviendo sus piernas para que la baje y al hacerlo, corrió hacia Nessa.

En el momento en que ella escucho su grito, se separo de Loan con un beso rápido sobre los labios, se giro y se hinco; esperando a su chica favorita con los brazos extendidos y esa sonrisa tan brillante.

Nessa la alzo al cielo y dio un par de giros, Lia reía y la veía de la misma forma en que mira a sus padres y abuelos, con mucho amor. Nessa le lleno la cara de besos y yo me quede unos segundos quieta, viendo tan hermosa vista.

Algunas veces me entran ganas de llorar, no puedo evitar recordar todo lo sucedido cuando veo a Nessa y comprarlo con lo bien que se ha recuperado. Volvió a su peso, su piel volvió a tener color, volvió a sonreír, volvió a la vida, ella está brillando de nuevo.

Mis ojos saltaron a Loan, quien mira con adoración a mi mejor amiga, a mi hermana. Fue hace dos meses que vino a buscarla, también era viernes, escuche como la respiración de Nessa paro al ver a Loan acercarse a ella. Supe que tenía que dejarlos solos cuando ella comenzó a llorar y él se apresuro a tomarla en sus brazos, uniéndose al llanto.




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