Meredith
Mi acción provoca una leve sonrisa que después borra cuando me ve observándolo, saco el anillo con delicadeza y me lo coloco en mi dedo anular, el jala mi mano donde esta colocado el anillo y lo mira como si fuera algo muy preciado.
- Te queda bien, bueno eso es todo, oh también quería decirte que vendrán muchas personas a la fiesta...-dice soltando mi mano
- ¿Cual fiesta?-digo
- Tu cumpleaños, quiero que te comportes y no uses tus poderes-dice
- Si señor-digo
- Bueno ya vete-dice
Lo miro unos segundos y luce serio como siempre ha sido pero como dicen que los ojos son la ventana de el alma.
Lo miro y en sus ojos puedo ver un poco de felicidad lo que no entiendo ¿A que se debe su felicidad? Debe ser a tenerme cautiva acá y teniéndome bajo sus ordenes haciendo lo que el diga, asiento y salgo de su oficina.
Examino el anillo y si lleva una pizca de mi sangre suficiente para bloquear los poderes de cualquier brujo pero los míos no, escucho la puerta abrirse cuando ya estaba decidida en irme.
- Y como castigo no saldrás de tus aposentos hasta la fiesta y todos tienen prohibido ir a visitarte a la fiesta-dice
Asiento y escucho la puerta cerrarse, camino lentamente hasta mi dormitorio, veo a Cara en el final de el pasillo parece que ella también sera castigada por haber permitido que usara mis poderes, le sonrió y la saludo con mi mano y ella hace lo mismo luego entra a su habitación y yo hago lo mismo.
Lo mas razonable que hago al entrar es dormir ya que no se que mas hacer.
En mis sueños.
Podía ver cuerpos ensangrentados todos dispersados por el piso, la mitad de los cuerpos eran hombres lobos y la otra mitad de ellos eran híbridos, algunos heridos que corrí a salvar pero yo no controlaba mi cuerpo se movía solo, algunos de los heridos eran mis hermanos mayores Heaven y Alex, corro hasta Heaven y le reviso el pulso, es muy débil.
Heaven estaba mas de el otro lado que de este pero la salve antes de irse por completo, camino hasta donde esta Alex que no esta muy lejos de donde esta Heaven, Alex no tenia heridas profundas así que no fue tan difícil curarlo como a Heaven, corro hasta una niñita herida que también esta igual que Heaven.
Estoy perturbando el orden natural al tener a mi tío y a Heaven acá pero no dejare que una niñita muera, me acerco a ella y me arrodillo coloco dos dedos en su frente ella vuelve a respirar y me mira sin entender.
Sinceramente no se que hace una niñita tan pequeña en medio de esta guerra que ni se quien contra quien pero me lo imagino, pongo mis dedos nuevamente en su frente y ella queda desmayada, volteo a ver porque siento una presencia a mi lado y veo al señor sin camisa y con el cuerpo lleno de sangre.
- Tu siempre de buena pero siempre en el lugar equivocado Nico-dice
- ¿Estas herido?-digo
¿Y a mi por que demonios me importa? El me mira y sonríe un poco melancólico.
- No, antes de irme solo quería decirte que...Nicolle desde que llegaste a mi casa mi mente no ha parado de pensarte, aquella princesita que secuestre me enamoro con solo el simple hecho de mirarme, se que no eres capaz de odiar pero eso deberías sentir por mi en cambio eres buena, hermosa, sencilla y tierna, yo soy todo lo contrario, intente ser bueno contigo esa noche cuando cumpliste 11 años pero vi que no iba a ganar que sonrieras por el simple hecho de que yo te aleje de tu familia... Solo quiero que sepas que...-dice
Pero dos manos atraviesan su pecho, su ojos solo muestran tristeza y hace todo lo que puede para sonreírme pero le sale como una mueca.
- Te amo-dice
Gian aparece con un machete en la mano y luego le corta la cabeza a el señor, su cuerpo cae como un saco de papas al suelo, mi madre aparece y le hecha un liquido que luego distingo como gasolina saca un fósforo y le prende fuego a su cuerpo, veo las manos de Alex ensangrentadas y veo a Heaven que tiene el corazón de el señor que todavía palpita, siento algo mojado en mis mejillas y ahí es cuando me doy cuenta que estoy llorando.
Fin de el sueño.
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