Meredith

Capitulo 33 - Ese diablito que tambien es un angelito

Samuel

Hoy fue el día mas feliz de mi puta existencia quisiera que hubieran mas días así, no solo porque encontré a mi hermano sino por el simple hecho de que pude besar a Meredith las veces que quisiera hoy hasta le llegue a hacer un chupón quisiera ver las caras de el imbécil de Josse o de el imbécil de Terry cuando vean el gran chupón que le hice, lo mejor de el anillo Leali es que todas las marcas que le deje a Meredith se quedan y se curan como si de una humana se tratase, no la pienso maltratar a menos que ella me lo pida pero no de esa forma sino de la forma deliciosa.

Me paro de la cama pero me vuelvo a sentar por el simple hecho de que su olor esta impregnado en mis sabanas,  como quiero estas sabanas pero mas amo a la dueña de el olor, me acuesto sobre las sabanas con una sonrisa de enamorado pero de repente aparece quien menos quería que apareciera.

- Ni pareces caballero de el infierno, quita esa sonrisa de bobo enamorado, vámonos que quieren verte-dice la pelirroja

- Dile a el que puede esperar-digo

- Pues fíjate que el diablo nunca espera así que es mejor ir antes de que venga a buscarte y sabes que no te va a gustar-dice

- Vamos pues-digo

Me paro de la cama fastidiado y comienzo a quitarme la ropa hasta quedar en boxers es un proceso para poder viajar a el infierno, ella tiene que literal atravesar mi pecho y luego Lucy me revive, ella saca la misma estaca que siempre carga para matarme, me la entierra con fuerza en el pecho y luego veo todo oscuro.

Después de unos minutos despierto en una sala encadenado y todavía desnudo, enfrente de mi se encuentra lucy en su trono con las piernas cruzadas, el me ve serio mientras las demás demonios me comen con la mirada.

- ¿Así que mi fiel escudero se enamoro de la hija de mi peor enemigo? ¿Debería llamarlo traición o como? Te dije específicamente que no enamorarse de la hija de mi enemiga, mi hijo es mate de la otra hija de mi enemiga y ahora tu? Solo falta que me caiga un rayo directamente-dice Lucy

- No seas dramático Lucy lo dices como si enamorarse fuera un pecado-digo

- Mira que de pecados esta llena la vida pero un caballero de el infierno ¿Enamorarse? Eso es mas pecado que todos los pecados que existen en el mundo, ya te pareces a Caín se enamoro y lo deje porque quien no pero no permitiré...-dice

El eleva su mano hacia mi y choco con la pared a mis espaldas cierra su mano lentamente mientras se escucha el crujir de mis huesos.

- N-no lo de-dejaste man-mandaste ahh ma-matar a Isabela-digo adolorido

- Pues lo deje vivir con ella muchos años felices, yo creo que ya era suficiente con eso, todos mueren en algún momento, yo no puedo matar a la bastarda de Nicolle pero si lo puedes hacer tu-dice

- Y-yo ja-jamas las-lastimare arg a Me-meredith-digo como puedo

El deja de apuntarme y caigo al piso de rodillas.

- Bueno ya lo se, tu no pero tu otro yo si-dice

- ¿De que hablas?-digo

- Esto es algo en lo que he estado trabajando-dice

Un tipo igualito a mi sale de las sombras, tiene ojos rojos y su aspecto podría llegar a asustar hasta a mi pero yo no me asusto por nada ¿Esto era lo que tenias preparado? Un yo que da escalofríos.

- ¿Eso era lo que tenías preparado? ¿Que tiene de especial?-digo sonriendo burlón

- Pues muy facil mi pequeño escudero el tipo que vez parado acá no tiene alma, tu tienes oscura pero aun tienes y esa pequeña bastarda a estado volviendote bueno poco a poco hasta el punto en que tu alma volvio a ser tan blanca como esta flor-dice

El aparece una flor pero esta se quema en sus manos, no puedo creer que Meredith allá logrado volver mi alma blanca eso es increíble yo pensé que era imposible pero cada día mas me sorprende.

- Bueno, a ti no te necesito y es mejor que te mantengas a alejado sino quieres que te mate o a Carlos a Meredith no puedo esa niña es literal un bicho raro seguirás siendo caballero de el infierno claro esta que sin la inmortalidad-dice Lucy

- Me importa un comino la inmortalidad te la puedes meter por donde no te entra el sol si veo a algún doble mío lo mato-digo

- Ups se me olvido decirte que si matas a un doble tuyo te haces daño a ti poco a poco-dice

- No me importa morir-digo

- Tan romántico solo quiere salvar a la mocosa esa, enserio que me parte el corazon quitarte la inmortalidad pero uno no tengo corazon y dos nadie me importa-dice chasqueando los dedos

Aparezco nuevamente en la habitación y suspiro, sigo encadenado y lo peor es que no puedo quitarme las cadenas porque son mágicas, me siento en la cama esto es simplemente agotador ahora seguramente Lucy debe estar soltando a ese ser sin alma no quiero que le haga daño a Meredith sino ella me odiara sin saber que ese no soy yo.

Miro hacia abajo y me encuentro la corona de Meredith la tomo como puedo en mis manos si es verdad que tengo el alma tan pura esto no me hará daño, al tocarla confirme mi teoría no me ha hecho nada antes cuando seguia con el alma negra esto me daba una fuerte descarga, supongo que ya no soy tan malo.

Respiro profundo este es uno de mis secretos que no creo que Lucy sepa, siento que mis ojos se vuelven blanco pero es la única forma de romper estas cadenas y la verdad es que no solo soy caballero de el infierno yo nací siendo un angel.

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