Samuel
Salí de el comedor hecho furia, entiendo totalmente a Meredith ella siempre quiere ayudar pero no necesito ayuda, mi madre era horrible no me gustaría verla me obligó a torturar a una niña para saber donde estaban sus padres quienes eran amigos de los padres de Emma, sólo quería hacerla feliz pero era una completa psicópata que me enveneno la mente pero tengo que agradecerle por seguir con mi venganza conocí a Meredith.
Me tomé la libertad de ir a la biblioteca a desayunar pero sentí como me seguían, al llegar a la biblioteca me volteo y me encuentro con la tal Lilia o como se llame, no me cae bien tiene una vibra extraña aunque pensándolo bien a mi nadie me cae bien a excepción de Meredith.
- ¿Qué haces aqui?-digo serio
- ¿Por qué me tratas asi?-dice
- ¿Eres estupida? Nadie contesta una pregunta con otra, tu madre debió enseñarte eso-digo
- Es nuestra madre-dice
- Yo no tengo madre-digo
- Eso no es cierto, deja de decir que no tienes madre cuando la tienes ¿Por qué me odias?-dice
La ira entra en mi nuevamente y dejó el plato sobre la mesa, siento un cosquilleo en mis ojos seguramente están rojos.
- ¿Sabes por qué te odio?-camino hasta ella y quedo frente a frente- Porque eres la viva imagen de esa perra, la perra que se hace llamar madre-digo
- No te voy a permitir que hables así de ella-dice
Ella hace su mano puño y lo estampa contra mi mejilla derecha haciendo que un hilo de sangre salga de mi labio inferior, la quito con mi dedo anular y sonrió ladino.
- ¿Es todo lo que tienes?-digo
Ella volvió a golpearme repetidas veces pero mis heridas se cerraban así que no valía la pena si ella es la que se lastima, si fuera tuviera gracia de ángel me dolerian sus golpes pero como no la tiene peor para ella después de 10 largos minutos simplemente se detiene llorando.
- Mama, siempre nos contaba historias de ti, decía que er-eras el hijo perfecto-dice sollozando
Simplemente escupo porque ella me saco unos 3 dientes con golpes pero volvieron a crecer gracias a dios, la miro serio mientras que ella sollozaba.
- ¿No te contó? Ella no es sólo una cara bonita, esa perra le digo así porque no he conocido a otra bastarda en el mundo igual que ella, me obligó a torturar una niña, corto mis alas cuando comenzaban a crecer porque dijo que nadie sería más poderosa que ella, me atormentaba en las noches con sus anécdotas de como le quito las alas a mi hermano y por último convirtió a mi padre en un esclavo viviente obedeciendo sus reglamentos, la casa se movía bajo sus reglas, cuando se emborrachaba lo primero que hacía era tomarme como su saco de boxeo y eso sólo era cuando tenía 4 años...- digo
- No...-susurro- ¡No! ¡Eso no es verdad! Ella cambio, es la mejor madre-dice
- No me gustan que me interrumpa para decir tonterías que de hecho son mentiras, escucha bien hermanita, me hubiera gustado ser yo quien la hubiera matado-digo serio
Con sólo decir eso volvió a golpearme mientras sollozaba, me dio una patada en la entrepierna haciéndome caer ella se subió arriba de mi y continuó con su sección de golpes hasta que la puerta de la biblioteca de abrió mostrando a Cara, Joseph, Meredith y Lumina.
- Liliana detente ¿¡Qué rayos haces!?-dice Joseph
- Este idiota está insultando a nuestra madre no merece ser llamado su hijo "perfecto"-dice parando de golpearme
- Yo de hecho hermanita no pedí que me llamará así, hablando sólo los dos y ya te lo he dicho es una P-E-R-R-A, la verdad no entiendo porque los hermanos menores nunca escuchan a sus mayores pero te lo vuelvo a repetir es una maldita perra-digo
Y otro golpe dirigido a mi mandibula pero algo la detiene para darme otro golpe, ella comienza a elevarse luego choca bruscamente con una estantería llena de libros los cuales por el impacto caen todos sobre ella, al ver hacía la puerta me encuentro con Meredith quien tiene la mano levantada con dirección hacia la pila de libros que aplastó a Liliana.
- ¡Bien hecho! Yo hubiera hecho lo mismo-dice Cara
- Lo lamento Meredith por el comportamiento de mi hermana-dice Joseph
- Trate de ser amable pero simplemente no soporto la idea que este lastimado a Samuel-dice mi princesa
- Tranquila pequeña...- digo
- La tienes-dice Cara
La miro con los ojos encerrados para luego rodar los ojos, siempre que digo "Pequeña" ella dice eso.
- Muy graciosa hermanita-digo
- ¿Por qué ella si puede ser tu hermana y yo no?-dice Liliana
Ella quito la pila de libros de arriba de ella y miro mal a Meredith también a Cara.
- Porque uno ella se ganó mi confianza, dos es una excelente hermana y tres no se parece a la perra de tu madre-digo
- No es justo-dice Joseph
- Tú eres mejor mucho mejor persona que ella, es más te pareces más a tu padre seguramente que a Kaia hasta asco me da su nombre literal suena como calla-digo
- ¿Verdad que si? Yo crei que era la única que pensaba eso-dice Cara
- Jejeje pues no-digo
- Entonces nos vamos-dice Liliana
- No, nos quedaremos acá y haremos lo que hizo Cara, ganar la confianza de nuestro hermano porque es verdad no podemos venir aquí y exigir que nos aprecie de un día para otro-dice Joseph
- Bien dicho... Espera What? No, bueno a ti si pero a ella, me odia ahora y aunque no me importa no me gusta ver su cara y es lo que más veo porque no deja de seguirme como perra faldera, oye tu te pareces a mamá ella es la perra y tu la faldera, cool-digo sonriendo
- Si ya basta con eso Liliana aprende a ganarte la confianza de Samuel no a exigirla-dice Joseph
- Si con eso dices que no me va a seguir más pues, tienes tanta razón hermanito-digo sonriendo
Me levanto de el suelo, logró ver sangre en mi camiseta y sólo la miro molesta, me gustaba la camiseta, tomó uno de mis sándwiches y le doy una mordida.