Merly

CAPÍTULO II

—¿Merly? —Lake me está mirando desde arriba con cara de preocupación, ¿por qué estoy en el suelo?, me incorporo inmediatamente y respiro aliviada al fijarme en que nadie parece haberse dado cuenta de mi desmayo —¿te encuentras bien?

—No ha sido nada —respondo dubitativa.

No puedo entender nada, debo haber escuchado mal, seguro Lake esta confundida, pero ese nombre... lo escuche en mis sueños, estoy segura que se refiere a la misma persona, sin embargo, no puedo responderle, porque, aunque no tengo ni idea de quién es James tampoco puedo recordar quien es Mel y siento que decirlo en voz alta me condenaría a una mentira, porque muy dentro de mí sé que los conozco, sé que debieron haber hecho parte de mi vida, solo que no sé cuándo ni por qué no puedo recordarlos, es decir, olvidar un suceso es algo comprensible, pero borrar de tu memoria a personas tan cercanas según acaba de mencionar Lake, es algo que no logro comprender, si éramos tan cercanos, ¿por qué no los recuerdo?

—Merly, tengo que irme —dice un poco incomoda —si quieres te puedo dejar mi número de teléfono y nos vemos en otro momento.

—Sí, por favor, te llamaré y... lo lamento, es solo que, me siento un poco mal, creo que desayune demasiado rápido —digo y ella asiente compresiva.

—Lo entiendo, no te preocupes ¿puedes darle esto a mi sobrino? —me dice haciendo un gesto hacia la mochila que está a un lado de la mesa.

—Claro, se lo daré.

Intercambiamos nuestros números y Lake se va, me levanto, agarro la mochila y me dirijo al aula de clases inmediatamente, no quiero pensar más en esos nombres y me niego a quedarme por más tiempo aquí.

Ahora me toca adivinar cuál es su sobrino, podría preguntar claro, pero prefiero estar toda la mañana analizando a cada uno hasta dar con el que más se parezca a ella que tener la cabeza en mi pasado. Para mi desgracia apenas entro al aula Aitor se me acerca y me pide su mochila.

Me paso toda la clase pensando en mi conversación con Lake.

Cuando termina la jornada me dirijo hacia el estacionamiento y Liam ya está esperando en el auto, voy hacia él y al subir le doy un beso en los labios.

—¿Cómo estuvo tu día? —le pregunto mientras me abrocho el cinturón

—Bien... mi padre quiere que lo acompañe a Edimburgo —me observa tratando de descifrar mi expresión

—¿En serio? —pregunto tratando de sonar entusiasmada —Es una idea genial, ¿vas a ir?

—Quiero ir, si, y quiero que me acompañes —lo miro sorprendida mientras el me escanea con la mirada, me sonríe y asiente.

Liam enciende el auto y sale del estacionamiento, después de unos segundos sigue hablando.

—Me gustaría que me acompañaras Mer —me dice y yo sonrió tímida.

—¿Tu padre está de acuerdo?

—No te preocupes por eso.

—Está bien, iré contigo, pero convencer a mis padres será lo difícil —digo y él lo descarta con un gesto.

—Hablare con ellos —me dice y no puedo evitar darle un beso en la mejilla.

Quiero hacer ese viaje, aparte de los viajes en su auto nunca hemos estado totalmente solos; en mi casa siempre esta alguno de mis padres y en su casa su madre. Además, ese encuentro con Lake me tiene totalmente fuera de mí, tal vez este viaje me ayude a despejar un poco más la mente.

******

Después de que Liam me trajo de vuelta a casa, me di un baño y me acosté a leer un rato, llevo un rato aquí pero no logro concentrarme.

—¿Me...r? —dice mi madre entrando a mi habitación y cerrando la puerta tras ella.

—Dime mamá

Me acomodo en la cama dándole así un espacio a mi lado y ella se sienta.

—¿Cómo estás? ¿No puedes dormir? —me observa preocupada —¿Has vuelto a tener esas pesadillas?

—No mamá, todo está bien, solo estaba leyendo un rato —digo mientras le muestro el Kindle que está en mis manos.

—Me alegra que ya no tengas esas pesadillas —me dice en voz baja y con la mirada triste.

Sé que a mi madre le preocupan mucho más mis pesadillas de lo que quiere aceptar, por eso ya no les digo cuando las tengo, no quiero preocuparla y a pesar de que cada vez son más frecuentes prefiero guardarlas para mí misma, ni siquiera Liam sabe de mi accidente, en realidad, nadie en este pueblo lo sabe, nunca vi necesario el decirlo, y mis padres mucho menos, después de todo, no es algo que se deba estar contando, y esta todo en el pasado.

Asiento y ella se queda mirando hacia la foto que está encima de la repisa, Liam mira a la cámara sonriente y sus ojos brillan, se ve adorable, al contrario de mí que estoy enfurruñada, no estaba presentable para tomarme una foto, ¡por Dios!, tenía un overol y había ayudado a mamá toda la mañana en el jardín, y para completar tenia tierra en la cara. Después de verla, me gustó ver lo que la foto transmitía, es especial para mí, de algún u otro modo.

—¿Eres feliz? —pregunta mi madre sin apartar la vista de la foto y tomándome desprevenida.

—Claro que si mamá, soy feliz con solo ver a ti y a papá cada mañana —mi madre esboza una sonrisa triste.

—¿Qué hay de Liam? Sabes que te adora ¿cierto?

—Lo sé mamá, yo también lo quiero muchísimo.

—¿Pero...? —pregunta y dirige su mirada hacia mí.

—Nada mamá, de verdad —asiente y me dedica una pequeña sonrisa y yo aprovecho para hablarle del viaje.

—Mamá, creo que iré a Edimburgo con Liam y su padre la semana que viene —trato de no dejar a su padre fuera de la ecuación, conociendo a mamá alistaría sus maletas en un segundo y se iría junto a nosotros.

—¿Y la escuela? —pregunta pensativa girando la mirada nuevamente hacia mí.

—Los niños salen a vacaciones el martes, solo es cuestión de pasar notas a rectoría y eso —respondo.

—Entiendo —se queda en silencio por unos segundos y veo como titubea un instante —Cariño, ya sé que tienes veintiséis años pero no quiero que vayas a hacer algo que arruine tu vida, yo quiero mucho a Liam, sí, pero...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.