Merly

CAPÍTULO IV

18 de abril de 2021

Observo la invitación una y otra vez para ver si de esa manera cambia, pero no lo hace, es frustrante esperar algo por tanto tiempo para que al final sea justo cuando tienes otros planes.

Aspirante o escritora, te invitamos a ser parte de nuestro gran seminario de literatura juvenil el cuál se llevará a cabo este mes en la ciudad de Portland, esperamos poder contar con tu compañía.

Fecha: 22, 23, 24 y 25 de abril
¡Te esperamos!

¡Inscríbete en nuestra página web!

Cierro la computadora y la apartó hacia un lado, estoy acostada en mi cama y son las siete de la tarde, Liam ya se acostó y yo estoy terriblemente aburrida así que agarro mi celular y me decido a escribirle.

Merly: Hola.

Lake: ¡Vaya, apareciste! quería hablar contigo sobre algo ¿podemos encontrarnos?

Merly: ¿Y eso?, claro que sí ¿Cuando?

Lake: ¿Puedes ahora mismo?

******

—No puedo creer que me hayas citado en un restaurante vegetariano —digo mirando todo a mi alrededor.

Nunca había estado en este restaurante, ni había escuchado hablar de él, pero sólo ver la cantidad de verduras que hay dibujadas por todas partes me lo dejó totalmente claro.

—Lo siento, solo te dije el nombre del primer restaurante que me encontré —dice en cuanto la camarera se nos acerca y nos pregunta que queremos comer.

—Fideos de calabaza y una copa de vino —pide y le entrega la carta a la chica morena.

—Lo mismo que ella, por favor.

Se aleja y yo me acerco a Lake.

—¿Crees que si pido un domicilio a otro restaurante lo dejaran pasar? —Lake sonríe y niega con la cabeza.

Unos minutos después la chica se acerca con nuestra comida, la deja y se retira.

—Recuérdame no volver a entrar a este restaurante, o por lo menos traer un tenedor de mi casa —digo mirando los pequeños brócolis dibujados por todo el tenedor.

Lake ríe nuevamente y envuelve su pasta pacientemente.

—Iré a Ilmoor esta semana que viene, tengo asuntos que arreglar allá, no veo a mi madre desde que me fui y quiero que conozca a mi hija.

—Me alegra que por fin vayan a hacer las paces, ¿Tienes una hija? —pregunto porque no lo había mencionado, pensé que seguía soltera.

—Sí, solo tiene cinco meses.

—¿Y dónde está?

—Con su padre en Londres, me la traerá en estos días. —luego de unos segundos añade —Sigo soltera, por si te lo preguntabas.

—Ah, entiendo... Bueno, felicidades por tu bebé.

—Gracias, bueno, te llame porque quería decirte algo —deja de comer y me mira inquieta.

—Dime...

—Lamento mucho lo que pasó esa noche, no sabía que Mel no nadaba

Otra vez ese nombre

¿Se lo digo? ¿Le digo qué no recuerdo nada?

—No te preocupes Lake, ya pasó —me mira confusa y decido cerrar la boca así que se enfoca en su comida nuevamente.

—¿Quieres venir conmigo? —pregunta de repente y yo escupo todo lo que tengo en la boca y la salpico en la cara.

—Lo siento, solo que, no esperaba que me hicieras esa pregunta. —le digo apenada mientras limpio la mesa a mi alrededor, ella me mira divertida y agarra una servilleta y se limpia el rostro.

—No te preocupes.

Seguimos comiendo y cuando ya hemos terminado me animo a hablar.

—Con respecto a tu invitación, me lo pensaré —le digo y me levanto de la silla.

Ella me imita, nos dirigimos a la caja y luego de pagar salimos a la calle.

—Escríbeme en cualquier momento, ya sea para aceptar o negarte, que sea antes del jueves por favor, me voy ese día en la madrugada.

Asiento y nos despedimos.

No sé qué hacer, son tres viajes y no puedo decidir entre ellos: primero, el viaje con Liam puede que ayude mucho a nuestra relación, segundo, el seminario me abrirá muchas puertas nuevas y podré por fin encontrar editoriales que se fijen en el libro que escribí hace dos años y por último, Ilmoor, el pueblo donde nací, poder tener la oportunidad de descubrir y recordar lo que he olvidado.

Mis padres siempre me han dicho que iba sola en el auto, pero ese recuerdo, sé que no lo estoy inventando, sé que James existe, Lake me lo dejó claro.

Las preguntas invaden de nuevo mi mente ¿estaría James conmigo en el auto?, y si es así, ¿por qué iba manejando yo?

Tal vez sus padres pensaron que iba conmigo, tendría sentido.

Me dirijo hacia mi casa y observo a mis padres sentados a un lado de la puerta, han sacado dos mecedoras a la terraza y ríen alegremente.

—Hola papá, hola mamá —digo dándole un beso a cada uno y me tiro al piso junto a ellos.

—¿Estabas con Liam? —pregunta papá

—No papá, con una amiga.

—Ya veo...

—Papá ¿puedo hacerte una pregunta? —digo dudosa y el asiente —¿Podré recuperar la memoria algún día?

Veo como mi mamá voltea instantáneamente hacia mí y me mira horrorizada, mi papá duda.

—El doctor dijo que era probable que recuperaras tus recuerdos, pero que también podría haber la posibilidad de que nunca volvieran a ti —dice pausadamente.

—¿No creen que estar lejos de Ilmoor me complica un poco más las cosas?

—Lo dudo mucho Mer, y en caso de que sea así... —dice mi madre y se queda callada inmediatamente.

—No podemos volver Mer, nuestra vida ya no es esa, ya no tenemos nada allí —continua mi padre bajando la mirada hacia sus manos.

—Lo entiendo, de verdad que sí, pero... —decido no decir nada más y ellos se quedan en silencio.

—Tienen razón, ya es pasado —digo al final y observo como ellos asienten y el brillo vuelve poco a poco a sus rostros.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.