Nos sentamos un poco más alejados de donde esta Dani, pero no lo perdemos de vista en ningún momento, es un niño tan alegre.
—James —él aparta la mirada de Dani y me mira —¿Ya sabes quién es su padre? —vuelve la vista hacia Dani y niega con la cabeza.
—Aún no Mer, y no creo que aparezca ya. —asiento lentamente.
—Prometí que lo encontraría. —digo en voz baja y él me mira con una sonrisa resignada en su rostro.
—Ya ha pasado mucho tiempo Mer, y Mel ya no está para que puedas sacarle la información —dice, pero siento que aún tiene un poco de esperanza.
—Lo buscare James, la tierra no se lo puedo haber tragado.
—Si es lo que quieres, no te lo impediré —a pesar de sus palabras sé que espera que lo haga.
—¿Nunca ha preguntado por él? —pregunto y James niega sin quitar la mirada de Daniel.
—Nunca lo ha hecho.
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Cuando volvemos a casa está empezando a anochecer y mis padres charlan animadamente con los Byrne, los observo unos instantes y me alegra verlos tan felices, es lindo verlos así, en Arium nunca tuvieron amigos, no sé si fue porque se les hizo muy difícil apegarse a alguien o porque realmente no quisieron tenerlos, Ilmoor fue su hogar desde antes de yo nacer, tal vez eso influyo un poco en su decisión.
James y yo saludamos a todos y nos dirigimos hacia dentro de la casa, solo podremos estar solos unos instantes porque Dani está dormido en el auto, y debe regresar a casa.
—¿Te han dicho si piensan regresar? —pregunta mientras hace un gesto hacia donde están mis padres, niego con la cabeza, ellos aún no han tocado el tema y a mí no se me había pasado por la cabeza preguntar.
—No lo sé, pero lo mas seguro es que regresen pronto, papá tiene su negocio allá, y le ha costado mucho hacerse de un nombre.
—Lo entiendo ¿Y tú? ¿Piensas volver a Arium? —me mira nervioso e inseguro.
—Aún no lo sé, sabes que tengo un trabajo allá. —él asiente lentamente y me da un beso en la mejilla.
—Lo entiendo —le brindo una sonrisa ladeada —Me encantaría verte mañana —dice sin quitar la mirada de mis ojos.
Sonrió porque es lo que hemos estado haciendo todos estos días.
—Aquí estaré, como siempre —le digo sin borrar la sonrisa de mi rostro.
—No es lo que estás pensando Mer, quiero verte como un chico quiere ver a una chica que le gusta. —siento la cara arder y agradezco el que la lámpara de mesa sea la única luz que hay encendida en la sala —lo diré de otra manera, ¿Quieres tener una cita conmigo mañana?
Asiento nerviosamente y James se acerca un poco más a mí, me toma del mentón y atrae mi rostro hacia el suyo.
—No te imaginas las ganas que tengo de besarte —no puedo evitar hipar y James levanta una ceja divertido.
Aún me pongo nerviosa cuando me dice esas cosas y a él parece que le encanta verme así.
Empieza a acercarse lentamente hacia mí, pero Dani asoma la cabeza por la ventana, me separo inmediatamente de él.
—Tío, ¿ya nos vamos? tengo sueño —él sonríe y Dani se frota los ojos soñoliento.
—Ya voy —me mira una vez más, toma mi mano derecha y me da un beso en el dorso. —Espero con ansias verte mañana.
—Y yo a ti —camina de espaldas hacia la puerta sin apartar la mirada de mí, me mira como si fuera lo más hermoso que ha visto, y yo me derrito, a este paso terminare roja como un tomate, -si es que ya no lo estoy-.
Lo observo mientras sale de casa y me siento en el sofá. Mis padres entran unos minutos después, mi madre se sienta a un lado mío y mi padre se queda parado junto a la puerta.
—Mer —la miro y su expresión seria me hace suponer que hablaremos de lo que sucederá ahora. —Tu padre y yo volveremos a Arium mañana.
—¿Tan rápido? —pregunto y realmente me entristece un poco que ya tengan que irse, esperaba que se quedaran unos días más.
—Nuestra vida está allá linda.
—Lo sé, lo entiendo. —digo en voz baja.
—¿Qué harás tú? —la cara de preocupación en el rostro de mi madre es más que evidente.
—Iré a Arium —mi madre suspira aliviada —Pero mamá, solo voy a poner las cosas en orden y regresare, yo... este es mi lugar, lo sabes.
Ella asiente pero la tristeza inunda su rostro, miro a papá en busca de su opinión y él sonríe derrotado.
—No te preocupes, desde el momento en que te deje volver... supe que no ibas a regresar —le sonrió tristemente y mi madre me abraza.
—Ya eres toda una mujer ¿eh?
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12 de mayo del 2021
—¿Qué sucede? —pregunta mi madre cuando vemos a la gente arremolinada afuera de la casa de Lake.
—Parece que le quitaron la custodia —observo a Lake salir de casa con una maleta en la mano, está llorando y se sube a su auto rápidamente, su madre la mira desde la puerta sin prestar atención a la gente que se encuentra a su alrededor. —El padre de la niña vino por ella, acaba de irse.
—Todo se paga en esta vida —dice mi madre en voz baja. Pero si les soy sincera, a pesar de todo, no me alegra que le hayan quitado a Rose, después de todo un hijo es sagrado.
Mel y James también eran sagrados para sus padres, y yo para los míos claro, pero a ella no le importo, y puede que si, tal vez si se lo merezca un poco, tal vez Rose estará mejor con su papá que con ella.
Continuamos caminando hacia la estación, y mi padre ya está allí junto con James y Daniel que han venido a despedirse.
—Te esperamos la otra semana por allá —me dice mi madre en voz baja para que James no la escuche, pero él ya lo sabe, asiento y me acerco a mi papá para abrazarlo.
—Cuídate mucho cariño —dice papá sin soltarme. —¿Supiste que tu madre golpeo a la chica esta de los Murphy la semana pasada?
Me separo inmediatamente y miro a mamá sin poder creérmelo.